La gestión de Pedro Castillo fue en todo momento la antesala de su golpe de Estado. La victimización, el amague a la justicia, los ataques al Congreso, los desaires a la prensa y sus nexos senderistas fueron los insumos del siniestro perfil que iba forjando su administración. Pese a eso, la Organización de los Estados Americanos (OEA) respaldó en todo momento al profesor chotano. El organismo fue su carta de garantía a escala internacional. Fue tanta la sintonía que adoptaron la narrativa de que el ex regente de la casa de Pizarro estaba siendo asediado y que por tal motivo ameritaba activar la Carta Democrática Interamericana. Esta incondicionalidad, sin embargo, se cayó a pedazos por obvias razones: cuando el gen golpista se activó. Pero ese no fue el colofón respecto a su papel en la crisis peruana. Las consecuencias a veces tardan, pero llegan: ahora más de 100 congresistas de 14 países firmaron un comunicado en el que acusan a este organismo de venir promoviendo un plan para desestabilizar al Perú.
Este pronunciamiento fue denominado "Carta Abierta al Secretario General de la OEA Luis Almagro".En esta dice: "Los parlamentarios abajo firmantes, provenientes de diferentes naciones iberoamericanas y europeas, queremos manifestar nuestra preocupación por el proceso de desestabilización que vive el Perú y que está siendo impulsado desde el exterior". En seguida, agregan: "Es evidente el papel protagónico del controversial Evo Morales en las protestas vandálicas que se realizan desde el sureste del país hacia Lima, con el objetivo de derrocar al gobierno constitucional de Dina Boluarte".
Asimismo, apuntan que “lo más grave, aún es el comportamiento de gobiernos pretendidamente democráticos —como los de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Honduras y México— que apoyan implícitamente esta desestabilización, al afirmar falsamente que Pedro Castillo fue víctima de un "golpe de Estado", cuando es público y notorio que el ahora ex presidente quiso disolver el Congreso para perpetuarse en el poder".
"No es casual, señor secretario general, que éstos sean los mismos gobiernos que proponen abiertamente el desmantelamiento de la Organización de Estados Americanos y su subsiguiente reemplazo por una CELAC parcializada y al servicio de su agenda ideológica”, enfatizan. “Señor secretario general, resulta inaceptable que, para algunos gobiernos adscritos a la OEA, ciertas protestas sean "malas", cuando afectan a sus aliados (caso Brasil); y otras sean "buenas", porque sirven para derrocar a sus adversarios ideológicos (caso Perú)”, complementan.
Ante esta suma de hechos hacen hincapié en que “esta doble moral constituye una grave amenaza a nuestros sistemas democráticos y un riesgo para la paz y la estabilidad de nuestro continente. Dicha actitud debe ser condenada y reprobada, antes que logres sus nefastos objetivos”.
En este estamparon su rúbrica un total de 118 congresistas de 14 países. De Argentina están presentes Javier Milei y Victoria Villaruel, ambos diputados por el partido La Libertad Avanza. Desde Chile se sumaron 14 diputados del Partido Republicano: entre estos, Cristóbal Urruticoechea, Luis Fernando Sánchez, Chiara Barchiesi, Cristian Araya, Johannes Kaiser. También se unieron autoridades políticas de Colombia. Son representantes y senadores del partido Centro Democrático. Del primero, respectivamente, está por ejemplo Hernán Cadavid, y del segundo María Fernanda Cabal. Asimismo, se identifica a un funcionario de Ecuador: Esteban Torres Cobo, diputado del Partido Social Cristiano. De El Salvador también hay seis diputados del partido Arena y de Honduras hay 35 integrantes, todos diputados del Partido Nacional. En el caso de Perú, los que se integraron son de las filas de Avanza País, Fuerza Popular, Renovación Popular, entre otros. Y desde Europa están Carlo Fidanza (eurodiputado italiano por el ECR) y Tom Vandendriessche (eurodiputado belga por el ID). Mientras que desde España se sumaron: Santiago Abascal (presidente del partido VOX), Hermann Tertsch (eurodiputado por el ECR) y Rocío Monasterio (portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid).
Después del papelón de la OEA con Pedro Castillo, ahora han venido tratando de reivindicarse intermediando en esta encrucijada peruana. Han exigido el adelanto de elecciones, que tal vez pueda ser una salida. Sin embargo, al no poder domesticar su línea ideológica, volvieron a chocar con su construcción de realidad: acusaron que se está estigmatizando usando el término “terrorista”. El organismo no ha notado que hay remanentes de Sendero Luminoso azuzando las protestas (como la camarada Cusi), que hay medidas inconstitucionales exigiéndose (como la reposición del golpista) y que la mayoría está operando usando la violencia como medida extorsiva (ahí vemos la toma de aeropuertos, la destrucción de infraestructuras, etcétera). Entonces, ¿cuándo planea Luis Almagro expone la realidad tal cual es? ¿O seguirá jugando a que el subversivo también merece compasión?