Expuestos sus operadores y sus artimañas, Pedro Castillo quiso sellar la fase pasiva de su régimen con un golpe de Estado, el pasado 7 de diciembre, para así iniciar su dictadura. Pero sus cálculos fueron tan errados como su gestión. No presagió la contrarrespuesta inmediata del Congreso, que lo vacó, y de la justicia, que declaró fundada la prisión preventiva que hasta hoy lo tiene encerrado en el penal de Barbadillo. Esta secuencia, sin embargo, viene siendo desvirtuada tanto a escala local como internacional. A este frente conformado por personajes como la activista Lourdes Huanca y el congresista Pasión Dávila, se vienen sumando elementos como el periodista inglés Andy Robinson, quien usó como plataforma al portal español La Vanguardia para distribuir información falsa sobre la caída del profesor chotano. Esto se da estos mismos días en que Lilia Paredes, esposa del golpista, infló esta narrativa surreal en México.
El corresponsal mencionado usó un titular ambivalente para su artículo: “Protestas contra un saqueo real o imaginario del altiplano”. Recién en la bajada revela la brújula de su material: “Cuzco es rica en recursos minerales e hidrocarburos, pero no obtiene ningún beneficio de su explotación”. Además de partir de la premisa de los violentistas —quienes creen que Castillo fue destituido porque iba a renegociar varios contratos, entre estos algunos vinculado a la minería— conforme se va a avanzado en el texto se puede identificar cómo va redireccionando la historia: “Para los quechua-aimara, las odiadas concesiones mineras y de hidrocarburos que están blindadas por la Constitución fujimorista de 1993 constituyen otro capítulo del saqueo histórico del altiplano”. Usando la supuesta versión de sus entrevistados hila la siguiente secuencia: la Carta Magna y las empresas son los villanos, y Castillo era el salvador.
Esto nos recuerda a la manipulación de las personas que han venido provocando el caos en el Perú en nombre de la asamblea constituyente. Cuando les consultaron qué querían cambiar de este material, no supieron que responder o parloteaban. Un episodio similar lo protagonizó una de las artífices de esta movida, la congresista Kelly Portalatino, quien se quedó a mitad de camino mentalmente cuando quiso justificar la modificación de la actual Constitución.
Pero este no fue el techo del chotanismo de Robinson. También apeló a la recolección de datos de personajes proCastillo que ensanchan este falso panorama. “Las repetidas negativas de la nueva presidenta Dina Boluarte a dimitir se explican aquí también por las concesiones de extracción”, puso. Y esto tuvo como soporte las palabras de Guillermo Bermejo: “La derecha no quiere que Dina renuncie. Necesitan que se quede hasta el 2024 y que firme contratos mineros y de hidrocarburos por un valor de 54.000 millones de dólares”.
La fijación persistió líneas después: “El modelo de extracción efectivamente se encuentra en el epicentro de la crisis política peruana y de la reivindicación clave de estas protestas: una asamblea constituyente para diseñar una nueva Constitución”. Y como colofón dio un mensaje premonitorio: “Pese a la tregua actual, la posibilidad de un recrudecimiento de las batallas campales entre policía y campesinos es real en el sur andino”.
Este no es el único elemento que viene torciendo la verdad. Lilia Paredes, esposa del golpista, también sigue con este número en México. Entre lágrimas, dijo: “Está preso injustamente. Y quiero contarle al Perú entero lo último que hablé con mi esposo. Él me dijo: ‘me calumniarán, me difamarán, pero nunca traicionaré a mi pueblo’. Fueron sus últimas palabras, después le dije: ‘¿qué podemos hacer?’ Y él me respondió: ‘Vamos, los dejo a ustedes en la embajada de México, me regreso y voy a luchar junto con todo mi pueblo peruano”.
En la lista también está la activista Lourdes Huanca, quien el pasado 21 de febrero, en Noruega, dijo que ningún documento avala el golpe de Castillo y que este no se estaba escapando. Luego está la izquierdista Anahí Durand. Entre el 22 y el 25 de febrero estuvo en España. Aquí insistió en que la vacancia del golpista fue ilegal y que Perú vive un régimen. Mientras que Pasión Dávila estuvo en Argentina el 23 de enero. Esa fecha mencionó que el profesor chotano está de forma ilegal en la cárcel y que es un preso político.
El mapa de la mentira sigue incólume dos meses después del golpe de Estado de Pedro Castillo. El gobierno no debe olvidar la importancia de hacer menciones claras sobre el papel que jugó el clan chotano y la justicia debe darle un castigo ejemplar a este personaje que dejó al país en una crisis sin precedentes.