El Perú no es una isla. La actual encrucijada, instaurada por el golpista Pedro Castillo, ha sido radiografiada en distintos frentes, a escala local e internacional. La posta violentista la tiene, por supuesto, la izquierda y todas sus vertientes: azuzan, provocan desmanes, exigen medidas inconstitucionales y más. Mientras que en el otro lado, los patriotas, se mueven en bloques para tratar de restaurar la estabilidad y el crecimiento de nuestro país. Uno de los más ilustres de estas filas es el escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien este último miércoles 8 de marzo fue condecorado en Palacio de Gobierno con el Gran Collar de la Orden El Sol del Perú. Su esperado discurso respondió a su perfil: a favor de la libertad y en contra de los enemigos de esta. Su careo no solo le salpicó a los insurgentes sino también a los representantes de la marea roja en latinoamérica.
Acompañado de su familia, entre ellos su ex esposa Patricia Llosa, el premio Nobel de Literatura 2010 llegó hasta la sede del Ejecutivo para ser homenajeado por el gobierno de Dina Boluarte, tan solo semanas después de haber sido elegido como miembro de la Academia Francesa de la Lengua.
“Me honra que las autoridades del Estado peruano valoren mi reciente incorporación a la Academia francesa. Como lo dije en el discurso con el que ingresé a la institución, mis principales experiencias formativas fueron tal vez con el Perú y gran parte de mi obra nace de ellas. Aunque vivo en el extranjero los asuntos del Perú nunca me han sido ajenos, así lo demuestra entre otras cosas el hecho de que la novela que estoy escribiendo esté como tantas otras ambientada en nuestro país y tenga que ver con una de las manifestaciones culturales que es la música criolla”, inició el autor de El sueño del celta.
Inmediatamente, habló sobre la mandataria, quien hizo posible este reconocimiento con apoyo de la canciller Ana Cecilia Gervasi. “Reconozco en usted a la presidente constitucional del Perú porque ha asumido la primera magistratura, respetando la legalidad y el Estado de derecho. No solo eso. También ha exhortado al Congreso de la República a que determine el estado que permita dar salida satisfactoria a los problemas actuales. Las instituciones democráticas vienen fundamentadas por nuestra Constitución, incluyendo al Poder Judicial y la Fiscalía de la Nación, además del propio Parlamento”, apuntó.
Esta conclusión lo llevó al terreno caótico que quieren imponer los violentistas en el país después del golpe de Estado de Pedro Castillo. “De manera que es una injusticia sostener como lo hacen algunos grupos interesados que en el Perú se ha producido una ruptura del orden constitucional y de la democracia. Como toda democracia las instituciones llevan a cabo su tarea incluyendo las investigaciones para sancionar a quienes, desde la posición que sea, hayan cometido abusos, delitos o crímenes. Esa es una prueba fehaciente de que nuestro país sigue imperando un sistema democrático”, apuntó.
Asimismo, encaró a los gobernantes de la región latinoamericana que vienen desvirtuando el quiebre del clan chotano. “Como he sabido, algunos de los gobiernos de la región latinoamericana, movidos por razones ideológicas o intereses políticos, han intervenido de manera indecorosa en los asuntos peruanos, arrastrando a los vecinos, poniendo en duda la legitimidad de su gobierno”, indicó. Y agregó: “A esos gobernantes hay que recordarles que el Perú es donde prevalece la democracia y donde rechazamos firmemente su injerencia que viola las normas internacionales y los más elementales principios de la buena vecindad”.
El multilaureado novelista, de 86 años, quizá uno de los máximos retratistas del Perú, advirtió varias veces lo que podría pasar si Castillo tomaba el poder. Pero nadie lo escuchó. Todo lo contrario. Las turbas izquierdistas movieron sus hilos para dejarlo al borde de la censura en nombre de su mesías chotano. Ahora esto les estalló en la cara. Y nuestro Nobel, lejos de adoptar el mismo resentimiento que portan estos personajes, volvió al Perú para volver a exigir que se restablezca la paz y la libertad. Esperemos que Boluarte y su equipo tomen nota porque los peruanos ya no podemos ni debemos vivir en esta incertidumbre.