La línea de tiempo del Golpe de Estado empieza a ganar nitidez. El investigado por ser presunto cómplice de esta intentona, Willy Huerta (ex ministro del Interior) decidió exponer sin filtros movimientos inéditos de Gustavo Bobbio (sector Defensa) y de Alejandro Salas (Trabajo). También aprovechó para ratificar el protagonismo que tuvieron los ex primeros ministros Betssy Chávez y Aníbal Torres, secuencia respaldada por varias grabaciones en Palacio. Han pasado más de tres meses desde ese largo 7 de diciembre. Esa fecha Pedro Castillo, como una muestra extrema de su errancia, llevó su régimen al límite quebrando el Estado de Derecho, sin imaginar que horas después el Congreso lo vacaría y semanas después la justicia lo encerraría en el penal de Barbadillo. Algunos de sus operadores, locales e internacionales, insisten en amansar ese último acto, pero son los mismos desertores de su círculo íntimo los que le darían la estocada final.
Las caras inadvertidas
Actualmente, la Comisión Permanente del Congreso está al borde de acusar constitucionalmente a Willy Huerta por los presuntos delitos de rebelión y conspiración bajo la tesis de que también está implicado en la movida chotana. El entonces ministro del Interior aceptó haber estado presente, pero asegura que fue llamado sin ser advertido del golpe, razón por la que, según dice, se siente “traicionado, defraudado, utilizado”. Esta sensaciones y su aparente inocencia provocaron que cante ante la Fiscalía y la prensa los entresijos de esa fecha.
“Estuve a la espera —en el Salón Quiñonez— de que me atienda el presidente Castillo. Minutos después llegó el ex ministro de Defensa, el general Bobbio (...) Yo estuve en un extremo y él estuvo al otro extremo. Yo no tuve mucha confianza con el señor ex ministro. No conversamos nada. Solamente lo saludé, se sentó viendo la noticia (...) lo que estaba haciendo el señor Salatiel”, dijo Huerta en una entrevista con Milagros Leiva. Luego, mencionó que a las 11:41 de la mañana el entonces edecán de la Marina del presidente, Engelbert Hugo Verástegui Díaz, les indicó que por orden del presidente debían ingresar tanto Bobbio como él.
A estas alturas el exfuncionario ya había revelado que Alejandro Salas, entonces ministro de Trabajo, también había llegado al Salón Quiñonez —pese a que en una entrevista pasada con Leiva dijo que no entró porque supuestamente había llegado tarde— y que luego, cuando ingresaron al despacho de Castillo, desapareció de la escena. Asimismo, Betssy Chávez y Aníbal Torres, según comentó, ya marcaban paso juntos dentro de Palacio. De un lado a otro, como siameses. Ratificó que la primera, respectivamente, era quien coordinaba con la periodista Cintya Malpartida y el camarógrafo Antonio Pantoja, ambos de TV Perú.
Llevado a cabo el golpe, dijo, Chávez, Torres y Castillo se juntaron para hablar y que terminado esto, el profesor chotano miró a Bobbio para decirle: “¿Me trajo el documento?”, pregunta que habría sido correspondida: “Sí, señor presidente”. “(Bobbio) Se acerca con un file y lo pone en el escritorio, y veo que (Castillo) abre el folder, y comienza a leer, y firma. No vi el contenido de ese documento porque yo estaba alejado”, agregó. Hizo hincapié en que el entonces funcionario no ha dado luces sobre esta escena. “Cuando uno no dice la verdad es porque oculta algo. Y eso es lo que me preocupa”, apuntó Huerta.
Además de dar cuenta de la presencia de Alejandro Salas y Roberto Sánchez en el despacho, y mientras soñaba con escapar —dijo que no podía porque las puertas estaban con clave: medida iniciada con Vizcarra—, Huerta indicó que el profesor chotano le pidió un favor: "que resguarden la casa de la seguridad directa de mis padres y la de la doctora Betssy y la del doctor Aníbal". Por supuesto temor, menciona, acató y coordinó con el general PNP Manuel Lozada. Sin embargo, el escepticismo de Castillo fue más fuerte y le dijo que mejor llame al comandante PNP Raúl Alfaro.
Cuando pudo salir de la sede del Ejecutivo, anunció su renuncia irrevocable y en el transcurso del día recibió varias llamadas de Castillo y Betssy.
¿Qué sabes, Chávez Cresta?
Otra revelación fue la presencia de Jorge Chávez Cresta, actual ministro de Defensa, en Palacio el mismo día del golpe. Quien expuso este hecho fue Lina Sánchez Kamada, ex secretaria del ex ministro Gustavo Bobbio. “No le puedo decir exactamente el tiempo que ha estado, mucho más de (una hora), porque él ha estado durante la lectura de Castillo y el tiempo que ha bajado (...) con el general Bobbio”, dijo para Willax.
El descargo del funcionario no se hizo esperar. Además de revelar que la reunión fue a las 10 de la mañana, dijo: “A mí me invitó el propio exministro Bobbio (el 7 de diciembre). Llego al piso del Ministerio de Defensa y me hacen pasar. En ese momento, no estaba (Gustavo Bobbio). He saludado a la secretaria y esperé tres minutos en una salita de acuerdos. No estaba acompañado de nadie”.
Las cartas de Castillo están echadas. Con Betssy Chávez al borde de la inhabilitación, con los manotazos de ahogado de uno de sus abogados, en este caso el argentino Guido Croxatto, tratando de desvirtuar el golpe, con sus ex aliados cantan todos los entresijos, lo más probable es que su estadía en Barbadillo no tenga una fecha de expiración.