La operación a escala internacional para forzar la liberación del golpista se sigue intensificando. El principal eslabón de esta red es el abogado argentino Guido Croxatto, quien se viene desempeñando como la defensa legal de Pedro Castillo, hoy encerrado en el penal de Barbadillo por una prisión preventiva de 18 meses (que podría ser de 36). Este personaje de la órbita chotana no solo viene dando entrevistas en distintas latitudes para decir que nunca hubo un golpe de Estado. También viene entregando cartas del puño y letra del ex inquilino de la casa de Pizarro a dos aliados ideológicos: a los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Manuel López Obrador. Ambos son los políticos izquierdistas más activos a la hora de enarbolar la figura del ex sindicalista como el de una víctima cuando la realidad exhibe todo lo contrario: es la razón del peligroso ciclo de desgobierno en el Perú.
El cartero de Castillo, Guido Croxatto, entregó la primera misiva a Gustavo Petro, el ex guerrillero que hoy administra el poder en Colombia. Esto fue el 16 de marzo en la Casa de Nariño, sede del Palacio de Gobierno colombiano. Este jefe de Estado actualmente carga con la denominación de persona no grata en nuestro país. La decisión fue de una mayoría del Congreso peruano para darle un parón a su constante injerencia en la política del gobierno de Dina Boluarte.
“Estimado hermano presidente de Colombia, Gustavo Petro. Desde esta celda lo saludo con toda la fuerza y esperanza de mi pueblo a usted y al hermano pueblo colombiano. Luego permítame decirle que la estrategia internacional de mi defensa va a estar liderada por el abogado argentino, Guido Leonardo Croxatto, a quien le encomiendo esta especial tarea y haga las coordinaciones correspondientes con el equipo y los hermanos de los países en esta justa causa. Un enorme abrazo, mi hermano presidente, mil gracias por su respaldo y solidaridad”, se lee en la carta del profesor chotano.
Un día después, el 17 de marzo, el abogado argentino fue entrevistado por El País, de España, donde inoculó una fuerte dosis de surrealismo para limpiar la imagen de su patrocinado. “No fue un golpe de Estado, fue un hecho atípico”, dijo. "El mensaje a la nación tiene una serie de formalidades. Para ser uno formal tiene que estar firmado por todo el consejo de ministros. Este discurso no tenía ninguna firma", agregó. "Le imputan un delito de rebelión, que en el código penal peruano es alzamiento con armas. Acá no hubo ningún alzamiento con armas. Las únicas armas fueron contra Castillo", apuntó.
Terminada esta etapa, siguió con su gira a favor del golpista. El nuevo destino fue México. En este lugar, este último lunes 27 de marzo, se encontró con el gobernante Manuel López Obrador, a quien le entregó otra carta.
En una parte de esta misiva se lee lo siguiente: "La estrategia internacional de mi defensa va a estar liderada por el abogado argentino Guido Leonardo Croxatto, a quien le he encomendado esta especial tarea con firme compromiso. No es la primera vez que abogados argentinos se comprometen con esta lucha". Y lo complementa así: "Le pido que haga las coordinaciones correspondientes con Guido, su equipo y los hermanos de los países comprendidos en esta justa causa para apoyar al Perú".
El abogado casi de reflejo dio de inmediato varias entrevistas con el mismo discurso. Una de estas, nuevamente, a El País.
“El apoyo de López Obrador a Pedro Castillo es total”, comentó. "Si Castillo está mal destituido, sigue siendo el presidente de Perú y hay que volver a reponerlo y, en todo caso, hacer un proceso conforme a la ley. Y eso va a abrir una situación política novedosa en el Perú", indicó. También comentó que AMLO le dio varias directrices para fortalecer el trabajo jurídico-político que ayudará al profesor chotano.
Entre las medidas a ejecutar, de acuerdo a Croxatto, está la presentación de una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, quiere llegar a foros internacionales como Naciones Unidas y hasta armar un equipo para aunar los supuestos abusos de la crisis política.
Bajo la vaga premisa de la “causa justa”, Croxatto viene moviendo los hilos para liberar-reponer al golpista. Esta gira ya tiene el apoyo de Colombia y México. No sorprendería la súbita inclusión de Chile, Bolivia, Brasil, Argentina y Honduras. Con Luis Almagro en la Organización de los Estados Americanos, y la posible permanencia de la abogada izquierdista Julissa Martínez en la presidencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) los augurios son ambivalentes. El gobierno de Boluarte debe estar preparado cuando esta intentona nos caiga como una avalancha.