Hubo un cuasi terremoto en Tumbes y apenas nos enteramos, las lluvias inundan y destruyen Lambayeque, Tumbes y Piura, y no se hace más eco de lo que pasó entre Punta Hermosa y Chosica; lo que cubre nuestros titulares son las “aventuras” del Español y Shimabukuro.
Hoy las noticias están enfocadas en el tópico/policlínico del Congreso y las tesis de la Fiscal de la Nación, los cuales parecen más importantes que los cursos “bamba” de Zoraida Ávalos o la tesis falsa de Pedro Castillo y Lilia Paredes. Los problemas y artilugios con los que Dina Boluarte lavaba plata de la campaña por la que salió elegida son, de pronto, más relevantes que cuando era ministra u ocupaba el cargo de manera interina. La pregunta se cae de madura, ¿Qué ha cambiado? ¿En qué momento se alteró la indignación de los caviares por los actos del pasado de nuestras autoridades?, ¿Cómo eso se puso por encima de los problemas reales en la población? ¿Cómo es que sobra tanto relativismo para desprestigiar selectivamente las autoridades de turno?
Hay ataques periodísticos a diestra y siniestra, han aparecido 3 personajes (el Español, Shimabukuro y Maritza Sánchez), quienes con el mayor desparpajo nos “ilustran” los delitos cometidos por la banda de Pedro Castillo durante su gestión, así como las infracciones y fraudes a la Ley Electoral durante el proceso de elección. ¡Cómo si se tratara de un nuevo descubrimiento! Más, llama la atención que, aun cuando en las declaraciones de las “nuevas estrellas” se hacen evidente las “trampas” del partido y candidatos ganadores, los “periodistas/entrevistadores” no pueden concluir o reconocer que ello en sí mismo implica que hubo fraude en el proceso electoral.
Como Dina y el Congreso optaron por aplicar la ley y los mandatos constitucionales, continúan en sus cargos. Entonces la maquinaria caviar dicta sacarlos “a como dé lugar”, pues a criterio de los líderes de la opinión sincronizada, “lo justo es que le devuelvan los votos y la posibilidad de elegir a los electores”. Esa es la consigna, y no van a parar hasta que Dina renuncie o el Congreso apruebe un adelanto de elecciones, porque eso es lo único que importa. No les interesa ofrecer información sobre las lluvias, los daños y problemas que nuevamente sufre la población por los fallidos proyectos de la reconstrucción con cambios, pues estuvieron a cargo de sus allegados; y estos no pueden mancharse.
Si la discusión se va a limitar a ese ámbito, porque ellos lo han decidido así; por muy “conspiranóico” que parezca, lo único que vamos a tener a corto/mediano plazo, es la renuncia de Dina por exceso de presión mediática (si acaso cede); o una nueva vacancia por incapacidad moral. Claro, ello será una vez que los hechos que se le imputen sean manifiestamente intolerables a todas las bancadas congresales. En efecto, si tenemos en consideración que ya todos teníamos relativo conocimiento de la escasa moralidad y corrección de nuestra presidente, sólo es cuestión de tiempo para que las presiones permanentes de la Caviarpolitik y su moral relativa, logren convencer al “Pueblo” para salir a la calle para pedir su renuncia con maniobras similares/equivalentes a las utilizadas con Merino. Y no crean que un Fenómeno del niño o un terremoto podrá detenerlos. Si no hubo escrúpulos para sacar a la “Generación del bicentenario” en defensa de un lagarto, desatando una ola de contagios COVID-19, lo que venga serán migajas. Para eso siempre tienen las “zapatillas listas”.
Mucho ojo con las campañas de demolición contra todo lo que significa no estar de su lado, ellos ya convirtieron las mejoras de un tópico en un policlínico, se han dedicado a criticar sólo a los partidos de derecha por los temas de formación, como si los demás no cojearan del mismo pie, están buscando cualquier cosa en MML para que Porky sólo se vea como un cerdo. Recuerden, ellos sólo buscan crean un supuesto centro político donde enfocar a los electores, y con sus votos volver a copar todo el aparato del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial; incluyendo al Ministerio Público. Por eso hay tanto afán entre Susel y RMP para desprestigiar a la Fiscal de la Nación, sin considerar los daños colaterales que ello pudiera traer en la investigación de Toledo (O quizá sea ese el objetivo).
No sé si los nombramientos de algunos funcionarios de los tiempos de Vizcarra provenga de alguna tregua entre el gobierno de Dina y la Caviarpolitik, o si sólo son la reactivación del famoso “Piloto Automático” con el que el Perú se ha venido gestionando durante los últimos 15 años, pero lo cierto es que parecen regresar las famosas puertas giratorias por las que muchos funcionarios van rotando entre las diferentes entidades estatales. Y como obviamente ello es mejor a los improvisados del sombrero, nadie dice nada.
No estoy satisfecho con la gestión de la presidente, creo que no tiene mérito alguno para el cargo y me parece sumamente deficiente; pues mínimamente da la talla para poder considerarla una gestión. Tenemos que aceptar que “es lo que hay” gracias a la dignidad de los caviares, así que, respetuoso de la Ley, en principio corresponde aguantarla hasta el 2026, salvo que renuncie o se encuentren elementos suficientes para vacarla. Pero tampoco se puede tolerar el juego de ambivalencia en los criterios para la evaluación de incapacidad moral sobre un mismo hecho, según los humores y alineamientos de la Caviarpolitik.