En marzo del año pasado, según el Bloomberg Economics, el sol peruano tuvo una apreciación del 7.62%, siendo una de las monedas que más se fortaleció en comparación con el resto de la región sudamericana. Un año después, la moneda peruana sigue siendo un atractivo para inversionistas que ven en ella estabilidad a pesar de los escándalos políticos y las convulsiones sociales que el país ha sufrido en los últimos años.
No obstante, si no hubiésemos padecido del desastroso gobierno de Pedro Castillo, no hubiéramos doblado la meta inflacionaria del 2022, hecho que no había ocurrido desde hace 24 años. Pero, aun así, el país resistió gracias a la autonomía del Banco Central de Reserva (BCR) que nuestra propia Constitución establece y que permite que, más allá de los conflictos políticos, nuestra economía se pueda resguardar. La estrategia principal es la flotación sucia que, accionada con discrecionalidad, permite que el propio Banco Central intervenga cada vez que lo vea necesario, sin aviso previo. En palabras sencillas, compra dólares cuando el tipo de cambio baja y vende cuando sube. Este tipo de estrategia también lo ejercen Singapur, India e Indonesia.
En el 2023, tenemos un panorama bastante más alentador; sin embargo, todavía debemos esforzarnos para mantenernos como líderes económicos en la región. Si bien es cierto que tenemos una reserva internacional neta de 74 mil millones de dólares, superando a Paraguay y Uruguay, no obstante, el producto bruto interno (PBI) del país ha tenido una disminución, según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), del 1,12% en enero pasado, después de haber mantenido un crecimiento constante durante 22 meses. Además, según expertos, el crecimiento que esperamos es bajo todavía y si se convierte en una constante, nos costará mucho generar empleos. Otro dato importante es que no basta con que nuestra moneda tenga estabilidad para contrarrestar el ataque que ha sufrido la minería, un rubro que es importante para nuestro país y que, por las protestas, ha sido gravemente afectado.
Recuperar la economía del país es tarea de todos, defender nuestra Constitución, también lo es.