El asedio de Evo Morales en territorio peruano todavía no tiene fecha de expiración. Así lo confirmó José Carlos Gutiérrez, diputado del Parlamento boliviano por el movimiento político Alianza Creemos. Este personaje ratificó sin filtros que la consigna del operador izquierdista es desestabilizar a nuestro país, movida geopolítica que viene forzando desde la caída del golpista Pedro Castillo, lo cual representó un duro golpe a la izquierda regional que había encontrado en el profesor chotano otro eslabón para su marea roja. Para esto el líder, o cabecilla, del Movimiento al Socialismo (MAS) viene apelando a distintas tácticas. En su momento incentivó la ola de violencia, que también era dirigida tras bastidores por algunos remanentes de Sendero Luminoso. Sin embargo, esto no sería todo. La información sobre el plan completo ya estaría en manos de la congresista María del Carmen Alva.
“Estamos presentando dos documentos donde advierten precisamente de la intención de Evo Morales de desestabilizar el territorio peruano. Le hemos dado a la presidenta de la Comisión internacional (Exterior), la congresista Maricarmen (Alva), dos documentos donde estamos advirtiendo el modus operandi con el que Evo Morales primero entró al poder y que también esa receta se la pasa al expresidente del Perú (Pedro Castillo) para desestabilizar institucionalmente al Perú”, indicó.
Esta advertencia del diputado coincide con uno de los tantos pronunciamientos que ha venido dando vía Twitter el ex presidente del MAS. El 7 de abril, por ejemplo, escribió: "Denunciamos el trato cruel e inhumano del gobierno ilegítimo peruano en contra del hermano presidente Pedro Castillo incomunicado y humillado en su celda, víctima de la persecución de la derecha racista que recrudece el maltrato a un profesor indígena en plena Semana Santa".
Con esta manifestación sigue cumpliendo con esa secuencia de respaldo hacia un personaje que no solo intentó quebrar el Estado de Derecho con un golpe de Estado sino que incluso después de ejecutarlo vino azuzando por todos los frentes posibles una escalada de subversión en el país, la misma que dejó un saldo de muertos tanto desde la trinchera de los rebeldes como en el de las fuerzas del orden.
Para José Carlos Gutiérrez esta movida de Morales linda también con sus fantasías expansionistas a través del Runasur. Aseguró que otro de sus propósitos es usar esta organización transnacional para ensamblar las zonas supuestamente equivalentes en el terreno cultural. “Es una iniciativa de Evo Morales para acoplar territorios con similitud cultural. Al final, terminan por confundir a la población y unirlas con un montón de teorías que lo único que buscan es desestabilizar la región”, mencionó.
Desde Perú, el Congreso, que ya declaró persona no grata a este personaje, debe amplificar el monitoreo ante este tipo de injerencias. Evo Morales ya dejó claro que no tiene límites. No solo porque cruzó los límites viniendo a nuestro mismo país (a Puno) para azuzar a la ciudadanía y hasta para plantearles una propuesta secesionista (que se separen de Perú), sino que ahora ha amenazado con crear milicias armadas en su propio país, supuestamente para espantar a los espías. Estos grupos pro Morales con acceso a armas solo nos traen a la memoria a Los Ponchos Rojos, grupo indígena boliviano que en nombre de su ideología no tiene ningún reparo en decapitar en público a animales inofensivos.
El gobierno de Dina Boluarte no debe desentenderse de la izquierda regional. No solo es Evo Morales, de Bolivia. También está Manuel López Obrador, de México. Y de cuando en cuando Gustavo Petro, de Colombia. Pero todos son una unidad, ahora estratégicamente intermediados por el abogado argentino del golpista Pedro Castillo, Guido Croxatto, quien ya advirtió que no parará hasta excarcelar y reponer en el poder a su patrocinado. Guerra avisada no mata gente.