Un bloque de nuestras autoridades municipales viene apostando por una medida que ha levantado polvo: prohibir progresivamente el trabajo informal del limpiaparabrisas. Esto después del asesinato cometido por José Alberto Jirón Holder, un ciudadano venezolano que apuñaló con una tijera el corazón de un chofer peruano que había rechazado su vehemente oferta al paso. Bastó este episodio para que el alcalde de Surco, Carlos Bruce, dispusiera el veto inmediato de este ejercicio. A este castigo definitivo se sumarían no solo otros distritos como La Victoria, San Isidro y Jesús María, sino también algunas regiones como Arequipa y Huancayo. Sin olvidar, por supuesto, al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga. La pregunta que cae de madura es si esta decisión es un acierto o un paso en falso. Mientras el lado izquierdista la reprobó y sugirió, muy a su estilo, que es un gesto de xenofobia y hasta de aporofobia (miedo a la pobreza), por el lado de la razón se reconoce este dispositivo como un ultimátum temporal antes de identificar la verdadera razón del problema, que linda con el control migratorio y la delincuencia.
Como los padres que sabotean la infancia de sus hijos obligándolos a vender golosinas en las calles —es decir, los explotan—, ahora los limpiaparabrisas cayeron en su propia espiral. No es para menos. De esto dan fe los conductores y tripulantes que por temor suben sus lunas en determinadas zonas a pesar del prolongado calor veraniego.
El primer paso
El último domingo 9 de abril, la Municipalidad de Surco, liderada por Carlos Bruce, emitió un decreto que formalizaba el veto a esta actividad informal. "La actividad ambulatoria del lavado de parabrisas y otros en la vía pública es una actividad prohibida", se lee. Esto implicaba también una multa del 35% de la UIT (es decir, S/ 1732.50) para los que transgredían la disposición y una multa del 10% de una UIT (S/ 495) para los conductores que permitían el servicio.
"La parte central de la ordenanza, porque todo lo demás ya existía, lo de las multas ya estaba en una ordenanza anterior, es que nosotros hemos instruido al Serenazgo para que, junto a la Policía, erradique por la fuerza a quienes ejercen estas actividades", dijo el burgomaestre para RPP. "La novedad de la resolución de la alcaldía es erradicarlos físicamente porque no solo ponen en riesgo la vida de terceros, sino de ellos mismos", complementó.
El respaldo
El asesinato del venezolano contra el chofer peruano se produjo en la Av. Abancay, por el distrito de La Victoria. Y es precisamente el alcalde de esta localidad, Rubén Cano, quien avaló la medida iniciada en Surco y a la que dará luz verde en el corto plazo, pero con un arreglo: no chocará con los conductores.
"Se ha visto que es una actividad que proyecta inseguridad. Es más, hay algunos limpiaparabrisas que tienen un metal en la mano. No solo es una persona, sino hasta dos, tres personas que empiezan a limpiar. Entonces, intimidan al conductor, hace que se sienta desprotegido y es una forma de extorsión que se está dando en las calles", apuntó el ministro para América TV.
Esto también tendría eco en Los Olivos y Chorrillos. En el primer distrito, respectivamente, los limpiaparabrisas atacaron con piedras a las fuerzas del orden que estaban en medio operativo contra estos trabajadores informales. En el segundo distrito —alertados por las denuncias de los taxistas— también hubo un despliegue y se detuvo a nueve limpiaparabrisas. A uno se le encontró un cuchillo de 30 centímetros. Así como el Gobierno Regional del Callao, la Municipalidad de Huancayo y varios distritos de Arequipa también están evaluando esta prohibición. Y hasta el presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, ha dado su venia.
Este escenario tiene las opiniones divididas, incluso en el mismo gobierno. El ministro del Trabajo, Luis Alfonso Adrianzén, rechazó la restricción, mientras que el titular del Ministerio del Interior, Vicente Romero, la aprobó.
La lupa municipal había aplazado este mal mucho tiempo. Ahora que se cruzó el límite se han puesto las manos en el pecho. Lo mejor que pueden hacer ahora es radiografiar bien el panorama para mejorar la puntería. Es muy importante no tener criminales sueltos en cada avenida.