Un adelanto de elecciones marcaría el retorno a la encrucijada política y hasta la llegada al poder de un elemento igual o más peligroso que Pedro Castillo. Así lo señaló la senadora colombiana María Fernanda Cabal. La que en su momento expuso los planes violentistas del Foro de Sao Paulo en territorio peruano tras la caída del régimen chotano, ahora vuelve a la carga para marcarle la ruta a la actual presidenta. No solo le dijo que su destino podría ser la cárcel si cae en el juego de los comicios a corto plazo —y uso como símil la situación de Jeaninez Añez en Bolivia—, también le apuntó, y no es para menos, que la libertad está en juego, que la marea roja no va a dar su brazo a torcer para recuperar el trono perdido en Perú.
Un tema fundamental en toda democracia es la defensa de un sistema electoral limpio. La senadora se refirió de este modo al fraude que habría tenido lugar en la elección presidencial en la segunda vuelta del 2021. “Mientras no haya transparencia en el sistema electoral, se puede repetir lo que ocurrió hacia la tarde-noche en las elecciones de Keiko Fujimori y Pedro Castillo, donde la tendencia empezó a modificarse. Y esa forma extraña sucede cuando hay una manipulación en los resultados electorales. Adicionalmente, ustedes tienen un Jurado Nacional de Elecciones que terminó avalando un fraude que fue demostrado en actas de mesa, porque yo le hice el seguimiento a las elecciones de Perú”, comentó para el Diario Expreso.
Con esta antesala, lo que siguió fue darle recomendaciones a la presidenta peruana. “Si Dina Boluarte no se deja llevar por las presiones indebidas de que tiene que adelantar elecciones, porque esa fue la trampa en la que cayó Jeanine Áñez (expresidenta de Bolivia), ella puede restablecer el orden en el Perú. Pero, si lo hace anticipadamente, estos bandidos no dejan el Perú y Boluarte terminará presa”, afirmó.
A su vez le aconsejó que actualmente es inviable llevar a cabo comicios dado que en un momento de alta polarización y protestas podrían haber atentados en contra de las mesas electorales en regiones como Puno. “En Puno, por ejemplo, no podrían habilitar mesas electorales, lo que termina viciando parcialmente la legitimidad del sistema. No vale la pena, lo que hay que hacer ahora es aplicar la resistencia, esa palabrita que tanto les gusta a los socialistas. Nos toca resistir los embates del socialismo”, opinó.
Lo cierto es que Cabal ya había mencionado que la violencia en el Perú no era “espontánea”. En febrero de este año advirtió a través de una carta dirigida a Dina Boluarte en donde le explicaba que detrás de la “Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos” que legó al Perú estaban agitadores izquierdistas de nacionalidad argentina. En la entrevista con el Diario Expreso enfatizó en la necesidad de entender que el verdadero origen del problema es la izquierda regional en su conjunto. “Son dirigentes políticos que responden a la vicepresidenta argentina Cristina Kirchner, al líder cocalero boliviano Evo Morales, al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla. (…) Si a estos señores les interesase defender los derechos humanos, estarían en Bolivia, Cuba, Nicaragua o Venezuela, donde diariamente se cometen crímenes de lesa humanidad”, mencionó.
Sin embargo, la parlamentaria felicitó a Boluarte por haber cortado relaciones con el gobierno izquierdista de su país, liderado por Gustavo Petro. Ante la pregunta de si estaba de acuerdo con la decisión tomada por la cancillería peruana respondió lo siguiente: “Por supuesto, porque uno no puede ser tolerante frente a la grosería. Uno no puede ser tolerante frente a países que aplauden a genocidas como Nicolás Maduro”, sentenció.
La ruta de Boluarte está clara: tratar de restaurar y hasta mejorar la versión del Perú prepandémico, antes de que caiga en las garras del régimen chotano. La izquierda local y regional va a intentar sabotear su gobierno. No le queda otro camino que el de la resistencia.