Los detectives salvajes de Wayka han sido expuestos. Una investigación de Contracorriente dio cuenta de la supuesta filiación terrorista que tiene Roxana Loarte Villalobos, editora periodística de esta plataforma proclive a presentarse en público como la trinchera de la verdad. La comunicadora de la Universidad San Marcos firmó en el 2011 el planillón del Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), brazo político de Sendero Luminoso. Esta fachada había presentado este padrón de rúbricas ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para oficializarse como partido político. Esto, por supuesto, no pasó. El medio en cuestión, fiel a su estilo, trató de hacer una profilaxis de sus huestes a través de las redes sociales. Pero solo resultó ser un paso en falso. Ahora, todo más nítido, no representa un movimiento casual o aleatorio el que hayan denominado a Rocío Leandro Melgar, la camarada Cusi, y su séquito como “luchadores sociales”.
El ADN senderista
La siniestra ruta de Movadef la dio en su momento Guillermo Bermejo, actual congresista de izquierda que cayó en el hondo silencio desde la caída del golpista Pedro Castillo. "Qué cosa es Sendero Luminoso hoy. Sendero Luminoso está dividido más o menos en cuatro facciones, lo que es el Movadef ahora. El Movadef es quienes plantean todo lo que Abimael Guzmán propuso una vez detenido. Este tema del Acuerdo de Paz, resolver los problemas derivados de la guerra, que se acaba la guerra en sí, y ellos han seguido fieles a lo que ha planteado Guzmán", dijo. Y agregó: "¿Quiénes lo conforman?, básicamente, expresos políticos de Sendero, familiares de senderistas, militantes de Sendero que jamás cayeron presos, y se ha visto mucho que son jóvenes en una proporción importante, e hijos de senderistas".
Factor Wayka
Wayka manifiesta en su CV que es un anticuerpo confeso de todos los poderes, incluido el político. Esta finta, sin embargo, se desbarata cuando se compara la cobertura a los casos Manuel Merino y Pedro Castillo. Mientras contra el primero, respectivamente, hubo un despliegue masivo por lo sucedido en noviembre del 2020, contra el segundo, evidentemente, hubo un trato preferencial: era un presidente "destituido" no un golpista con todas sus letras. A esto se suma el haber considerado a remanentes de Sendero Luminoso —la camarada Cusi y otros— como luchadores sociales. Así se puede sacar la línea de este medio que tiene como una de sus cabezas a Roxana Loarte Villaobos, editora periodística que era una bomba de tiempo en sus filas.
Un reportaje de Contracorriente evidenció que la comunicadora había firmado los planillones de Movadef cuando este quería ser un partido político. La mencionada era la firmante número 4.574. Compartía tribuna en este padrón con personajes como Manuel Fajardo Cravero y Alfredo Crespo Bragayrac, ex abogados de las cabecillas de Sendero Luminoso: Elena Iparraguire y Abimael Guzmán, respectivamente. Una de las principales consignas de este bloque era la amnistía de los senderistas que estaban encarcelados y a esto se fue sumando progresivamente el pedido de una nueva Constitución. Por obvias razones, el ONPE rechazó esta movida, que representaba la resurrección del terrorismo.
Luego, Loarte Villalobos, presunta suscriptora del “Pensamiento Gonzalo”, protagonizó un procedimiento similar, ahora en el Frente de Unidad de Defensa del Pueblo Peruano o Fudepp. En este caso, puso su rúbrica en la casilla número 20.
Como era de esperarse, este falso bastión de los derechos humanos, que en realidad por su operatividad podría ser la prensa oficial del senderismo, viene denunciando que hay una persecución en su contra. Que no nos sorprenda cuando La República o tal vez IDL hagan eco de esta victimización. Incluso hasta la misma Deutsche Welle, que le patrocina reportajes y que bloquea usuarios en redes cuando alguien dice que Pedro Castillo cometió un golpe de Estado. No, que nada de esto nos sorprenda. Ni siquiera que Rael Mora, fundador de Wayka, sea también de Telesur, medio que celebra la siniestra gestión del dictador venezolano Nicolás Maduro.
Wayka, que significa “trabajo en grupo para el bien común”, es en realidad un trabajo entre camaradas para promover premisas disparatadas y para levantar falsos héroes. Este tipo de prensa no es saludable para el país.