PortadaMiércoles, 19 de abril de 2023
¿Ha nacido un candidato?

Sí a la pena de muerte y no a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). Estos han sido los recientes comentarios, que tienen más formas de consignas, del ministro de Educación, Óscar Becerra. La postura del funcionario ha remecido el tablero político a tal punto que el premier Alberto Otárola ha preferido desairarlo. Sin embargo, esta no es la primera vez que el ministro se ha expresado sin medias tintas, lo cual lo enmarca como una antítesis en la época de lo políticamente correcto. El confeso anticuerpo de la izquierda y de todos sus derivados —porque solo crean pobreza, como dijo alguna vez— encaminó la contrarrerforma de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), expuso la infiltración de la Fenatep-Movadef (fachada de Sendero Luminoso) en el sector Educación, enfrentó a los políticos (y los amigos de estos) que fueron beneficiados con millonarias consultorías en su misma cartera, y más. Como un órgano autónomo, ha venido exhibiendo a puro pulso su propia identidad, sin temor a la crítica o a los adversarios.

El peso del pasado

La historia de Óscar Manuel Becerra Tresierra en el Estado no arrancó durante la ola de violencia desatada por el golpe de Castillo: es decir, el 21 de diciembre del 2022 cuando juró como ministro de Educación. El licenciado en Física por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) ya había estado anteriormente en las filas de esta misma cartera. Fue director de Tecnología Educativa y también, en su momento, consultor sobre Tecnologías de Información y la Comunicación en la Educación. En su historial académico también lo respaldan una Maestría en Computación y Tecnología Educativa por la Universidad de Hartford y la Universidad San Martín de Porres (donde se venía desempeñando como profesor investigador), y un diplomado en Administración de Empresas de la Universidad ESAN. Sin olvidar que concluyó sus estudios de doctorado en Psicología.

La consigna

El miembro del gabinete ministerial nunca simuló su ADN político. Antes de llegar al portafolio mencionado ya había manifestado su demoledor prisma sobre el régimen chotano y sobre la maquinaria izquierdista.

"Mientras haya un peruano que no coma tres veces al día queda muchísimo por hacer, pero también es cierto que más de 8 millones de peruanos dejaron de ser pobres entre 2006 y 2011 y más de la mitad ha vuelto a ser pobre en manos de la izquierda caviar. No seamos ingenuos", había mencionado. También agregó: "Terrorismo nunca más. Basta de mentiras, lo único que aumentó gracias a la izquierda caviar fueron pobreza y analfabetismo". Esto dijo el 23 de mayo del 2021 en su cuenta de Twitter: entonces el profesor chotano ya tenía varias investigaciones fiscales en su contra y varios prófugos de su círculo íntimo.

El norte de Becerra

Su gestión fue un fuerte influjo para la contrarreforma de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Esto bajo la siguiente premisa: “Tenemos que despolitizar la comunidad universitaria (...) No podemos poner los intereses de la calidad en la educación superior subordinados a los intereses de ningún partido u organización o institución público o privada”. Así lo precisó ante la Comisión de Educación del Congreso.

Asimismo, denunció la infiltración en el magisterio no solo en el plano estructural con la Fenatep-Movadef, sino también en el currículo escolar. “En este momento estamos convocando a un ejército de lectores para revisar los textos escolares. Tenemos referencias de que, en lugar de inculcar valores cívicos y ciudadanos, en ellos se reinventa la historia y se construye una historia alternativa falsa en la que se engaña a los niños”, dijo en su momento. Entre sus objetivos estuvo la restitución del curso Cívica y también la adecuada integración de un curso sobre Educación Sexual Integral, sin la injerencia incendiaria de la progresía.

Y, como puntillazo, reveló que personajes del entorno político (y amigos o familiares de estos) se enriquecieron en el Minedu. La prueba: descubrió hasta 728 millones de soles gastados irregularmente. “Algunas de esas consultorías tienen informes de una o dos páginas, después de meses. El mismo proveedor factura seis, ocho, diez veces. O una organización relacionada con él, o un pariente de alguien, que muchas veces es autoridad, es exministro, es ex viceministro, es ex congresista. Y no me estoy refiriendo en nadie particular. Parece que era una práctica común. La propia presidenta de la República me ha comentado que encontró algo parecido en el Midis cuando ella estuvo a cargo”, contó. Y hasta se animó a dar un botón: “Minedu era la caja chica del Partido Morado”, comentario que le provocó temblores a la congresista Flor Pablo.

Ahora último Becerra volvió a levantar polvo. En síntesis, dijo: no más CIDH y sí a la pena de muerte. “Lo que le falta a nuestra sociedad es integridad. No hay nada que nos proteja la integridad. (Por ejemplo), Singapur tiene el mejor servicio educativo del mundo, pero también tiene la pena de muerte. También traigamos y salgamos de ese adefesio que es la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, con el perdón de los adefesios”, apuntó el ministro en una conferencia.

El titular del Minedu, Óscar Becerra, es un político que podría dar para más, tanto electoralmente como dentro del gobierno. Ojalá Boluarte se dé cuenta y ojalá también Otárola sienta por dónde vienen los réditos políticos, porque hasta ahora Becerra es el único del gobierno de Boluarte que se salva.

Si quiere suscribirse a todo nuestro contenido Vía WhatsApp dele click a este link: https://bit.ly/3Z2xpvF

También puede ingresar a nuestra cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu