PortadaDomingo, 4 de junio de 2023
El verdadero culpable

El caso Sada Goray viene siendo explotado para direccionar convenientemente falsas responsabilidades. Algunos medios periodísticos están tratando de equiparar el rol del periodista Mauricio Fernandini con el del abogado Gonzalo Zegarra. Han decidido criminalizar la asesoría del segundo, respectivamente, a MarkaGroup, empresa implicada en la investigación, cuando el primero, que pasó de la negación a la confesión, fue el intermediario del delito: puso su casa en alquiler para que se oficializara el pacto subrepticio entre Goray y Salatiel Marrufo, entonces jefe de asesores del Ministerio de Vivienda, que venía liderando Geiner Alvarado. Por un millonario monto reformularon el directorio del Fondo MiVivienda y esto ante el servicial silencio de Fernandini, quien terminó convirtiendo a su inmueble en un centro de operaciones y hasta recibió un pago exorbitante por su camaradería. Llama la atención que cierto sector de la prensa busque superponer a Gonzalo Zegarra sobre Mauricio Fernandini, siendo este último uno de los partícipes confesos de esta supuesta red de corrupción. El contraste evidencia la gran distancia entre las acciones ejecutadas entre el periodista y el abogado. Aquí más sobre esta ruta.

El peso de la culpa

La secuencia de Mauricio Fernandini inició con el señalamiento de Salatiel Marrufo. El exfuncionario lo implicó en este círculo de fuego que se había apoderado de un sector del Ministerio de Vivienda. El periodista lo negó. Esto supuestamente por orden de su prima Pilar Tijero (de acuerdo a una columna de Fernando Vivas). Pero al final, ya con la justicia respirándole la nuca, decidió cantar la verdad. "[Observé] que salía de mi casa Salatiel Marrufo cargando un maletín color tabaco, quien se retiró rápidamente. En ese momento presumí que Marrufo llevaba en su maletín dinero que había subido a mi departamento Sada Goray, y que ya ellos habían coordinado antes de llegar a mi domicilio", confesó.

Fernandini aseveró además que recibió 15 mil soles por la cesión de su departamento y no 10 mil soles como en un inicio había señalado. Asimismo, reveló el pago de 80 mil dólares como parte del llamado “bono de éxito”. Es decir, por haberse materializado la movida en el Fondo MiVivienda.

Al otro lado

En contraste, tenemos a Gonzalo Zegarra Mulanovich, quien recientemente viene siendo señalado como uno de los principales responsables por algunos programas periodísticos. La carrera de Zegarra ha estado vinculada principalmente al rubro de asesorías, gestión de crisis y coaching. También ha sido director de Semana Económica más de una década. Y ahora último venía siendo columnista de El Comercio —espacio donde siempre criticó el gobierno corrupto de Pedro Castillo— y fue en su momento el conductor del programa Enfoques Cruzados en Canal N.

Conforme se desarrollaron las investigaciones en torno a una presunta organización criminal que operaba en el ministerio de Vivienda y que involucraba a Marka Group, empresa a la cual asesoraba, Zegarra optó por renunciar a la conducción del programa Enfoques Cruzados. Ya en un contexto algo alborotado, el abogado asegura que le comunicó a Gilberto Hume, director periodístico de Canal N, que a pesar de que asesoró a Marka Group, este vínculo ya había concluido. Asimismo, resaltó que nunca fue presidente del directorio y que tampoco tomó decisión alguna como parte de la empresa.

Poniendo ambas figuras en una balanza resulta difícil creer cómo se ha equiparado a Mauricio Fernandini con Gonzalo Zegarra. Fernandini ha sido parte fundamental en esta supuesta organización criminal. Inició las conversaciones con el entonces ministro de Vivienda Geiner Alvarado a través de Salatiel Marrufo. Prestó su domicilio para las reuniones, cobró grandes cantidades de dinero para facilitar estos encuentros, donde se movió dinero sucio para beneficiar a la empresa y pagar coimas a Pedro Castillo. Esto último fue gravitante, ya que sirvió para presionar al Congreso de votar a favor de la vacancia de Castillo que se discutía en la tarde del mismo día (7 de diciembre del 2022); aunque tuvo como consecuencia la presión para que el presidente diera un golpe de Estado antes de que eso pasara. Existen graves acusaciones contra un periodista en funciones y una forzosa vinculación a un ex asesor de la empresa, quien, a día de hoy, no se ha visto involucrado directamente con los movimientos corruptos. La prensa debe servir para esclarecer, para informar y no para manchar impunemente para relativizar las acusaciones de un periodista acusado de grave corrupción.

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