El gorrión Gorriti se queda sin padrino. Open Society, una de las ONG del infame magnate George Soros, deja el país después de más de dos décadas de actividad. En su portal web, se puede apreciar que en la región tiene oficinas operando en Haití, México, Brasil y Colombia, siendo la de Perú retirada recientemente. No es un evento que deba pasar como inadvertido, pues esta fue una de las organizaciones que financió la “Marcha de los Cuatro Suyos” impulsada por Alejandro Toledo. La información la corroboró Álvaro Vargas Llosa, en aquel entonces partidario de Toledo, afirmando que se realizó una donación de un millón de dólares a través de Yosef Maiman. El expresidente, quien actualmente está en prisión preventiva, se habría reunido con Soros en Polonia.
Las actividades de Soros y la injerencia que ha tenido en nuestro país no son un tópico nuevo. Sin embargo, las personas que se atrevieron a abrir el debate y cuestionar la intervención de agentes extranjeros en nuestro país fueron tachadas de conspiranoicas. ¿Se puede, entonces, más de veinte años después de sus primeras actividades en el país, cuestionar por qué la mayoría de ciudadanos peruanos no cuestionaron la intromisión de Soros en nuestro país?
La noticia cae como un balde de agua fría a todas las ONG y medios periodísticos que dependían económicamente de Open Society, tales como el Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys), Asociación de Servicios Educativos Rurales (SER), Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), Instituto de Defensa Legal (IDL), a Proética, a la Comisión Andina de Juristas, entre otros.
Cabe destacar también que las organizaciones financiadas por Soros coincidieron en apoyar el acuerdo de colaboración eficaz con la corrupta empresa Odebrecht.
Se especula que la razón de la salida de Soros del país se debe a un proceso de reestructuración interna, decisión que se tomó en 2021. En dicho proceso, se redujeron los financiamientos y se llevaron a cabo despidos de personal, según el artículo publicado en el sitio web de Cambio16 el 16 de septiembre de 2021. Es posible que esta medida esté relacionada con la salida de Soros de Perú.
La salida de Open Society puede no sorprender tanto si tenemos en cuenta que también hace unas semanas se puso a la venta el local de IDL Reporteros ubicado en San Isidro. Este inmueble cuenta con nueve habitaciones y cinco espacios para estacionamiento, todo ello en un terreno de 496 metros cuadrados. Según el portal Buró Propiedades, se ha establecido un precio de venta de US$1'755,000 para dicha propiedad.
Este martes, en las afueras de las oficinas de IDL Reporteros, con una conducta notoriamente desesperada, Gustavo Gorriti se dirigió a un pequeño grupo de personas afines a su trabajo, entre las que destacan miembros de la CGTP, FTCCP y Frente Callao Dignidad. “Violencia y mentira caminan juntas y su objetivo es erosionar la democracia desde dentro para eventualmente conquistarla; y por eso atacan al periodismo libre y al periodismo de investigación porque, solo si logran silenciarnos, podrán lograr el imperio de la mentira”, comentó.
Resultan contradictorias estas declaraciones, si tenemos en cuenta que hace unas semanas el periodista hizo un espectáculo mediático por la aparición de una rosa blanca en la puerta de su local, la cual asumió como una amenaza de muerte. Sin embargo, su pomposo espectáculo se desbarataría cuando se descubrió que quien dejó ese presente era un ciudadano alemán afín a los ideales de la ONG.
¿Qué le espera a las ONG y medios de prensa caviares ahora que se quedaron sin financiamiento?