Los dibujos animados, claramente, no son como eran antes. Las caricaturas que veía mi generación, así como las anteriores, tenían como fin entretener a los niños, contar historias divertidas que los entretuvieran durante 20 o 30 minutos. Sin embargo, hoy las cosas ya no son así. Hoy las series de televisión tienen un fin político, lo crean o no.
Y dado que estamos en junio, el tan celebrado "mes del orgullo", en el cual todos deben salir a defender los derechos del movimiento de la bandera de colores, quiero aprovechar para mostrar cómo este movimiento quiere implantar sus ideales en los niños a través de los dibujos animados.
Empecemos con una serie que probablemente toda la generación que fueron niños en los noventa y dos mil recordará: "Las pistas de Blue". Una serie que consistía en una perrita y su dueño Steve que buscaban descifrar misterios, buscando pistas. Sucede que la serie tuvo un "reboot" hace unos años y ahora hace publicidad LGBT, celebrando el mes del orgullo e invitando a los niños a participar en estos desfiles a favor de la comunidad trans. Sí, esos mismos donde aparecen muchos depravados semidesnudos.
¿Quién no ha sido fan de Transformers? Ahora que la película es tendencia en el país, los invito a ver la serie animada, donde un transformer, irónicamente, se considera no binario. Al igual que uno de los personajes humanos de la serie, pide que lo llamen con sus pronombres adecuados "elle". Así buscan "concientizar" a los niños de que está bien no solo considerar que uno puede ser no binario, sino que además no cuesta nada llamar a alguien por el pronombre que le gusta.
Otro clásico aniquilado por esta corriente insana son los Muppets. Ni la rana René se salva. Ahora, en la serie "Muppets Babies", donde los personajes son infantes, Gonzo, el anecdótico muppet que siempre se lanzaba de un cañón, decide contarle al resto de la banda que es de género no fluido. Gonzo se vuelve una Cenicienta para enseñarle a todos los otros muppets que él no se sentía como todos pensaban que era. Es decir, Gonzo (infante) es trans. Lo llaman Gonzorella.
Y bueno, además de aniquilar series y personajes de nuestra infancia, el movimiento LGBT también ha conseguido sacar sus propias series. Como Ridley Jones, una serie de Netflix que ya fue cancelada, que tenía como uno de sus personajes principales a un bisonte que era no binario. Al igual que la serie "Dino Ranch", donde muestran dinosaurios gays. Dos "Dino daddies" que roban piedras para simular que con huevos.
Estos son solo algunos de los tantos casos que se muestran en la televisión infantil, todo con el fin de adoctrinar a los niños para que, desde su temprana edad, interioricen que ser trans es normal, que cualquiera puede ser no binario y que respetar a los demás significa usar los pronombres que quieran.
Hoy en día, los padres no pueden confiarse del televisor. Deben estar atentos al material que consumen sus hijos de la forma más inocente posible. Los niños ven la tele sin saber que lo que están viendo está ideologizado. El colectivo de la bandera de colores busca meterse con los hijos de todo el mundo, esperando que los padres ni se enteren, para que cuando sean grandes, estén completamente ideologizados y no haya nada que hacer. Otro de los macabros fines de este degenerado movimiento.