“No es casualidad que Antauro Humala, Aníbal Torres, Rafael López Aliaga..., Betssy Chávez, y siguen nombres, hayan cobrado protagonismo en el último año; la careta del maltratador no solo ya no da vergüenza, sino que es un gancho”.
Este deplorable párrafo fue publicado, increíblemente, en el diario El Comercio como opinión alusiva a la celebración del Día del Padre. Realmente es indignante ver mi nombre incluido en una galería de personajes condenados por asesinato de policías indefensos o por individuos procesados por golpistas y que han sido cómplices de la corrupción del destituido presidente Castillo.
Mi participación en la política y, específicamente, como alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) está destinada, principalmente, a desterrar la corrupción (empezando por Odebrecht y sus cómplices) en la gestión pública, combatir la desnutrición, la anemia, la falta de agua, la inseguridad ciudadana, la falta de educación de calidad, acceso a la salud, la falta de infraestructura, entre otras carencias que aquejan a nuestros hermanos más vulnerables de la Ciudad de Lima.
Esta participación y este rol político lo he asumido con total responsabilidad y como un sacrificio personal, en favor de la población más vulnerable, principalmente por lo que menos tienen. Hubiera sido muy fácil y cómodo para mi seguir tranquilamente con mi vida empresarial y académica. Para ejercer el cargo político me ha sido necesario renunciar a toda mi actividad empresarial, a toda mi actividad de ayuda social, y a la docencia académica, que me apasiona.
Asumir esta cruz, dedicando todo mi tiempo y experiencia a la función pública, soportando improperios y difamaciones, como los ya mencionados, tiene un premio muy alto en esta tierra: disfrutar de la alegría y felicidad de miles de hermanos míos que, por primera vez, tienen acceso al agua de emergencia, cerca a su casa; que reciben alimentación de calidad a través del sistema de más de 2,300 ollitas comunes; que contarán con patrullaje integrado de Serenazgo con la PNP en zonas vulnerables (10 mil motos en renting); de compartir la satisfacción de más de 20 mil voluntarios, a la fecha, que están reforestando las zonas altas de nuestra ciudad; de recibir el cariño de miles de pacientes atendidos adecuadamente en los hospitales solidarios; de disfrutar junto con miles de turistas satisfechos de los excelentes pasacalles y comparsas dominicales en nuestro Centro Histórico; entre otras motivaciones trascendentes, que recién estamos iniciando y cosechando.
Sin descuidar la actividad social ya iniciada por la MML hemos logrado, en estos primeros seis meses, reducir la enorme cantidad de empleados fantasmas o excedentes, eliminar consultorías innecesarias y todo pago relacionado a “publicidad” institucional. Esta labor de reingeniería municipal nos permite contar a la fecha con grado de inversión AA y acceso al mercado de capitales, a largo plazo, en soles, por la suma de US$ 1,000 millones, que serán destinados a construir parte de la infraestructura necesaria para la Ciudad de Lima.
En simultáneo, en coordinación con la PCM, MEF, MTC y ATU, estamos estructurando un mecanismo de fideicomiso de flujos de ingresos futuros para obtener financiamiento internacional, a largo plazo, para asegurar obras de transporte masivo de pasajeros tales como las líneas 3 y 4 del Sistema de Metros de Lima, los Metropolitanos norte (Av. Universitaria), centro (Av. Grau) y sur (Prolongación de la Vía Expresa hasta Atocongo), Tren de pasajeros Chosica - Lima y Teleférico San Juan de Lurigancho hasta Independencia.
También estamos coordinando con diferentes Embajadas nuestra cordial invitación para invertir en megaproyectos tales como la puesta en valor turístico internacional del Centro Histórico de Lima, el lanzamiento de la Feria Internacional de Lima (en coordinación con MINCETUR), en el encauzamiento y puesta en valor inmobiliario de 30 km del rio Rímac (desde el distrito del Rímac hasta Chosica); así como la recuperación de la Costa Verde como destino turístico nacional e internacional, integrado a la población de la MML.
Toda mi vida he asumido retos de gran magnitud. He empezado mi labor profesional y empresarial desde abajo. Mi actual gestión es el mayor reto de mi vida y lo asumo con esa responsabilidad. Sé que mi trabajo y sacrificio no será en vano.
Nuestra población desconfía actualmente de la clase política tradicional, que los ha traicionado por ser corruptos e incapaces. De nuestra gestión en la MML depende la alegría, bienestar, seguridad y desarrollo de casi trece millones de nuestros hermanos, hijos del mismo Dios Padre, a quien imploro su ayuda y protección para nuestro querido Perú.