Las agrupaciones políticas Fuerza Popular y Perú Libre marcan distancia nuevamente. A pesar de ser ideológicamente opuestas, se había especulado la posibilidad de una fórmula conjunta para la mesa directiva. Sin embargo, estas negociaciones se venían cuestionando desde hace semanas.
El Reporte advirtió sobre las movidas de algunas bancadas del Congreso durante las últimas semanas, donde se avizoraba una posible alianza entre agrupaciones incompatibles ideológicamente como Fuerza Popular y Perú Libre. Esta alianza sería la confirmación de lo que se hizo para elegir a Josué Gutiérrez como titular de la Defensoría del Pueblo, un acto que generó sospechas y fue considerado una traición por algunos miembros de ambos partidos.
El excongresista César Combina anunció su salida de Fuerza Popular debido a este acto, mientras que la parlamentaria Silvana Robles, cercana a Vladimir Cerrón, también se separó de la bancada de Perú Libre, acusando a sus excompañeros de traición.
Infidelidad anunciada
Todo dio un giro inesperado gracias a las declaraciones del propio Waldemar Cerrón y de Flavio Cruz, vocero de la bancada izquierdista. El que habla, espada come.
El primero, quien viene siendo durante semanas el más voceado para ocupar la presidencia de la mesa directiva, estuvo bajo la lupa desde las primeras de negociaciones. Sin embargo, uno de los detonantes sería su exposición en el evento partidario “Primer encuentro perulibrista” realizado el sábado 1 de julio.
Durante su ponencia, reafirmó que la postura del partido era socialista, leninista y mariateguista. Además, minimizó las críticas que señalaban que la bancada había abandonado su ideario para pactar con el “enemigo” fujimorista, asegurando que su principal objetivo era hacerse de la mesa directiva.
“¿Quién gana más? ¿El que conquista gente de su propio partido o el que conquista gente de otros partidos? Una cosa es integrar la mesa, otra cosa es ser aliado del que está a tu costado. ¿Tienes que integrar o no la mesa? Entonces para integrarla, ¿qué te importa quiénes están a tu costado? Si tu vas con tu programa e ideario”, declaró el histriónico congresista del lápiz.
La gota que derramó el vaso fue que Flavio Cruz, el deslenguado vocero de la bancada, declaró el miércoles que no necesitaban a Fuerza Popular para su cometido. Aunque aún no hay fórmulas presentadas ni alianzas esclarecidas entre las bancadas congresales, Cruz estimó que llegarían a los 70 votos en las elecciones. “Empezaremos con Perú Bicentenario y también hay que conversar con el Bloque Magisterial. Después conversaremos con los amigos de Juntos por el Perú. De ese modo vamos a ir sumando, porque en el Parlamento lo que se impone son los votos, y lo que hay que hacer es buscar votos en todo este tiempo”, comentó en una entrevista con RPP.
Asimismo, fue contundente para rechazar el acercamiento con cualquier bancada del bloque democrático. “En ese trabajo que estoy haciendo como vocero no tenemos en nuestros planes conversar con el fujimorismo. Ni con Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País, Alianza para el Progreso, estoy seguro de que ellos tampoco quieren hablar conmigo”, declaró para Canal N.
Despecho naranja
Como las críticas no dejaron de llover para el fujimorismo, Miki Torres, vocero de Fuerza Popular, salió a negar este miércoles la posibilidad de que su partido integre una fórmula con Perú Libre. “ De ninguna manera, el partido podría respaldar una Mesa Directiva cuya Presidencia recaiga en Perú Libre. Eso es completa y absolutamente imposible de parte de nuestro partido”, sentenció el excongresista.
El mismo día, Martha Chávez, ícono fujimorista, afirmó que pactar con Perú Libre nunca fue una opción. "No ha habido coqueteo y nunca Fuerza Popular ha pensado en Waldemar Cerrón en la Presidencia del Congreso. (...) Decididamente, hay que ser pragmáticos", dijo en el programa 'Beto a Saber'.
Es pertinente destacar que el haber confiado, en primer lugar, en que sería posible formar una alianza con un partido tan involucrado en actos criminales y antidemocráticos demuestra cierta ingenuidad política, algo que sorprende teniendo en cuenta que Fuerza Popular cuenta con algunos políticos experimentados entre sus filas. Afortunadamente este encontronazo se materializó durante la época de negociaciones y no después de haber concretado oficialmente el pacto para la mesa directiva.
¿Se acabó el amor?
Tras estos dimes y diretes sigue quedando a la deriva la composición de la nueva mesa directiva. Tal como se viene comentando durante las últimas semanas, aún es muy pronto para definir concretamente las posturas de las bancadas para la conformación de las fórmulas. Pero esto claramente marca una distancia entre ambas agrupaciones. Hace dos semanas Nano Guerra y Waldemar Cerrón se elogiaban y ahora otros miembros de sus partidos niegan conversaciones y alianzas. ¿Es acaso un amor prohibido? Para ojos de ambos sectores tal vez, especialmente con lo dicho últimamente. Pero donde hubo amor, cenizas quedan. Y en la política peruana, tan impredecible como los romances de estos días, todo puede pasar. La reconciliación no se descarta.