La captura de un peligroso terrorista es siempre una noticia que nos hace reflexionar sobre la complejidad y la persistencia de la lucha contra el terrorismo en un país donde un sector significativo de la opinión pública da por extintos o inexistentes a estos grupos subversivos. En esta ocasión, La corte de Nueva York emitió una orden de captura contra Víctor Quispe Palomino, alias camarada 'José' o 'Iván', cabecilla del Militarizado Partido Comunista del Perú, un remanente de Sendero Luminoso. Así lo confirmó el general PNP Óscar Arriola, director nacional de investigación criminal. Además, se ha actualizado la recompensa por información que conduzca a su captura, llegando a la suma de 6 millones de dólares.
Esta medida representa un importante apoyo en un marco donde algunos de sus aliados, como la Camarada Vilma, vienen alentando a la violencia en el país. Que se saque del tablero político-social a un cabecilla terrorista a estas alturas puede ser favorable de cara al restablecimiento del orden interno, que aún sigue siendo azuzado por operadores del golpista Pedro Castillo.
Confirmó la orden de captura internacional contra Quispe Palomino.
Más presión
Este no es un hecho aislado, sino que se suma a la orden de captura emitida la semana pasada por el Poder Judicial contra él y su hermano Jorge Quispe Palomino, conocido como "Camarada Raúl". Sin embargo, este último fue reportado como fallecido en enero de 2021 por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA). La muerte de “Raúl” se produjo como consecuencia de un problema renal derivado de un ataque al campamento donde se escondía junto a otros remanentes del grupo.
La participación de Víctor Quispe Palomino en actividades criminales no se limita solo al terrorismo, sino que también está vinculado al tráfico ilícito de drogas. La Procuraduría Antiterrorismo ha aportado documentación que respalda su requerimiento de reparación civil por un monto de S/5 millones.
La importancia de esta captura radica en la responsabilidad que se le atribuye a Quispe Palomino como líder de la organización narcoterrorista. Se le imputa la presunta autoría mediata por dominio de organización del delito contra la tranquilidad pública en la modalidad de terrorismo en agravio del Estado, así como la presunta autoría directa por pertenencia a un grupo dirigencial terrorista.
Si Víctor Quispe Palomino es capturado, enfrentaría una pena de cadena perpetua en Perú. Sin embargo, la extradición a Estados Unidos y un posterior juicio en ese país sólo serían posibles después de que cumpla esta condena. Sin embargo, debido a su avanzada edad y a sus complicaciones de salud, es poco probable que esta circunstancia se materialice.
De ser capturado, pasará sus últimos días en prisión.
Legado sanguinario
La trayectoria criminal de los hermanos Quispe Palomino ha dejado un rastro de violencia y destrucción. Ataques como las emboscadas de Sanabamba en Ayacucho, en las que perdieron la vida 14 militares, o la emboscada de Tintaypunco en Huancavelica, que cobró la vida de 19 soldados, han sido solo una muestra de la brutalidad de estos terroristas. Además, han perpetrado numerosos ataques en los que han muerto civiles y personas locales.
No podemos olvidar que también participó en el terrible atentado de Soras en 1984, en el que perdieron la vida 108 campesinos, y la matanza de Lucanamarca en 1983, con un saldo de 69 personas asesinadas.
La labor de las autoridades y los organismos de seguridad es fundamental para garantizar la seguridad y la estabilidad. La lucha contra el terrorismo requiere una estrategia integral que combine acciones de inteligencia, cooperación internacional y fortalecimiento de nuestras instituciones. No podemos permitir que estos individuos sigan sembrando el terror y la muerte. Pero aún más importante, no podemos permitir que, a pesar de toda la evidencia, haya grupos políticos que se mantengan escépticos y negacionistas frente al grave problema del narcoterrorismo en nuestro país que sigue amenazando la paz nacional.