La anunciada Tercera Toma de Lima sigue generando serios cuestionamientos, sobre todo porque los subversivos la están instrumentalizando. No solo por las consignas sin asidero que cargan sus participantes —como la reposición en el poder del golpista Pedro Castillo o la implantación de una asamblea constituyente— sino que ahora uno de sus frentes ha señalado que vendrán a exigir la libertad de Rocío Leandro Melgar, remanente de Sendero Luminoso conocida como la Camarada Cusi. Esto una vez más enciende las alertas y pone sobre la mesa las advertencias respecto a que hay filtraciones terroristas. Pese a que se vienen acumulando hechos tangibles como el previamente mencionado, algunos políticos siguen apañando una manifestación que podría dar una estocada a nuestro frágil panorama político. Actualmente, la subversiva citada viene cumpliendo una prisión preventiva de 18 meses. Se espera que la justicia no ceda ante la presión, que algunos avizoran será de corte incendiario.
Es necesario comenzar señalando que hasta ahora ninguno de los grupos participantes en estas marchas ha deslindado de manera categórica y contundente con los terroristas. Algunos apelaron a la teoría del “terruqueo”, negando o invisibilizando la participación de gente vinculada al Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef). Además, un sector argumenta que incluso si, en efecto, terroristas participasen de la marcha, no debería opacar las “demandas del pueblo peruano”. Pero, ¿cuáles son esas demandas?
En el reciente I Encuentro Nacional de los Pueblos y Organizaciones del Perú, celebrado en el distrito de Puente Piedra los días 1 y 2 de julio, una comitiva de Ayacucho solicitó incluir en la agenda la lucha por la liberación de los seis dirigentes del Frente de Defensa del Pueblo Ayacuchano (Fredepa), detenidos por tener vínculos con la Nueva Fracción Roja de Sendero Luminoso.
‘Cusi’ se encuentra en prisión preventiva
La vocera de los Frentes de Colectivos de Lima, Lia Valderrama, y el dirigente de Cusco, Antonio Maquera, aseguraron al diario Perú21 que uno de los puntos acordados en el evento era la "liberación de los presos políticos", sin mencionar nombres específicos, pero dejando implícito el pedido de liberación de los seis dirigentes del Fredepa, incluyendo a la 'camarada Cusi'. La Dirección Contra el Terrorismo de la Policía Nacional (Dircote), señala a 'Cusi' de participar en atentados terroristas y en el asesinato del líder sindical Pedro Huilca.
Ante estas acusaciones y los vínculos claros entre los detenidos del Fredepa y el terrorismo, Lia Valderrama ha manifestado que aquellos que se organizan en estas marchas ya no creen en las historias de terrorismo. Sin embargo, los hechos presentados por la Dircote demuestran lo contrario. Conversaciones de Whatsapp de 'Cusi', cuando era presidenta del Fredepa, con Flumencio Jayo Díaz, alias 'camarada Jorge' o 'Fulgencio', autor del atentado terrorista de Tarata en 1992, dejan en evidencia los vínculos actuales del Fredepa con Sendero Luminoso.
Es importante destacar que en el mencionado acuerdo también se incluyó "tácitamente" la lucha por la libertad del expresidente golpista Pedro Castillo, tal como lo exigió su abogado, Wilfredo Robles, quien fue un exreo terrorista y firmante del planillón del Movadef. En el evento también estuvo presente Lucio Ccallo, dirigente de la Fenatep, vinculado también a Sendero Luminoso. Estos hechos generan una serie de cuestionamientos respecto a las verdaderas intenciones y conexiones de quienes participan en estas marchas.
Liberación del golpista también estaría en sus demandas
El general en retiro PNP José Baella, exjefe de la Dircote, explicó que las organizaciones que participaron en este evento han tratado de ocultar sus acciones utilizando el juego de palabras, mencionando "la liberación de presos políticos" sin colocar nombres específicos, como el de Castillo o el de 'Cusi'. Baella deja claro que en el Perú no hay presos políticos, y es importante que entendamos que el terrorismo y la violencia no pueden ser justificados en ningún contexto ni con términos manipulados a conveniencia.
Ante la proximidad de estas marchas y las claras conexiones entre los participantes y el terrorismo, es necesario que la ciudadanía y las autoridades estén alertas. La preocupación por el posible número considerable de asistentes a estas protestas es legítima y debe ser abordada con seriedad. No podemos permitir que nuestras calles sean utilizadas para promover ideologías que han sembrado el terror y la muerte. La defensa de los derechos y la libertad no puede ser asociada ni respaldada por aquellos que han sembrado la violencia en nuestra sociedad.