Nos encontramos ad portas de la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso, a realizarse el día de hoy desde las 10 de la mañana, y las listas postulantes nos presentan un panorama sumamente desalentador.
Por un lado, se encuentra el llamado “Bloque Democrático”, encabezado por Alejandro Soto (Alianza para el Progreso), con Hernando Guerra García (Fuerza Popular), Waldemar Cerrón (¡¿Perú Libre?!) y Rosselli Amuruz (Avanza País).
En otras palabras, una quimera que, maquillada con la justificación del diálogo y el consenso, ha supuesto un puñal para el elector de derecha (y también para el de izquierda) y, de no alcanzar la Mesa Directiva, significará un inútil y significativo desgaste del capital político de los involucrados.
Esta descabellada alianza ya ha generado hasta tres dimisiones dentro de la bancada de Perú Libre y ha puesto en vilo el apoyo de Renovación Popular. Pero, insisto, las principales consecuencias no se verán en el Congreso, sino en el electorado.
Por otro lado, se presenta una lista encabezada por Luis Aragón (Acción Popular), Edgar Raymundo (Cambio Democrático – Juntos por el Perú), Paul Gutiérrez (Bloque Magisterial) y Elías Varas (Perú Bicentenario).
Es decir, una lista encabezada por un parlamentario sindicado de ser uno de los “niños” de Pedro Castillo junto a otros pertenecientes a bancadas muy cercanas al chotano que quiso disolver el Congreso, como son el Bloque Magisterial, Perú Bicentenario de Guido Bellido y los siempre serviles caviares de Juntos por el Perú.
Si la primera lista me parece indeseable por incluir al hermano de Vladimir Cerrón y darle la presidencia a Soto solo para cuadrar los votos, la segunda es de plano una lista conformada por personajes que deben ser urgentemente expectorados de nuestra política por ser, en el mejor de los casos ayayeros y, en el peor, cómplices, de un expresidente criminal y golpista como lo fue Pedro Castillo.
Según declaraciones de los voceros de algunas de las bancadas, se espera que la lista encabezada por Alejandro Soto obtenga un total de 67 votos, mientras que la de Luis Aragón unos 50 votos. Sin embargo, por la naturaleza de este tipo de votaciones, podemos llevarnos cualquier sorpresa, incluyendo una segunda votación. De cualquier manera, ¿Qué podemos esperar de la próxima Mesa Directiva? Nada bueno, seguro.