OpiniónLunes, 31 de julio de 2023
Dina es parte del problema, por Naomi Teruya
Naomi Teruya
Comunicadora

Después del mensaje a la nación de Dina Boluarte en el hemiciclo, durante fiestas patrias, nos ha quedado claro que la actual presidente no ha podido lograr que el país pueda confiar en ella. El personaje construido es totalmente distante al que veíamos como mano derecha de Pedro Castillo y que no tenía reparos incluso en meter las manos al fuego por él.

Muchos sectores, incluso de derecha, pretenden darle apoyo, pero creo que Boluarte no es alguien en quien se pueda confiar, mirarla con recelo y de manera distante es una obligación moral. Sin embargo, es innegable que está siendo la contraparte de la izquierda radical que, lobotomizada, buscan liberar a Castillo y que se restablezca el gobierno corrupto de este. Básicamente, dos hambrientos peleando por el mismo pan.

Por otra parte, la supuesta derecha peruana parlamentaria, pecando como siempre de inoportuna, siguen navegando en un bote sin timón. No solo por las alianzas que están teniendo en el parlamento, sino que además porque no son conscientes de que han perdido toda la credibilidad que a la izquierda le faltaba. Una vez, es un error; más de una, es malicia.

Los peruanos que día a día se esfuerzan por llevar un pan a sus mesas no sienten ninguna afinidad con ningún político. Exceptuando a los que probablemente tengan objetivos políticos, como la liberación de Castillo, que en vez de vestir con orgullo nuestros trajes peruanos, lo usan como un instrumento político y de victimización. Como es el caso de las mujeres que visten de polleras en las últimas protestas que se han realizado en la capital.

No obstante, como vengo diciendo en columnas anteriores, el adelanto de elecciones no asegura tampoco un mejor panorama. Incluso, podría convertirse en una oportunidad para que más corruptos aprovechen la situación y limpien de polvo y paja al propio Castillo. Sin buena oferta política, el voto que se ejerza es carne para los cuervos.

La buena oferta política necesita de una clase política decente, experimentada y que deje el activismo de lado. Un adelanto de elecciones, de manera espontánea y sin preparación ciudadana, es volver a enfrascarnos en más inestabilidad.

Estamos pagando las consecuencias de la testarudez y el revanchismo.

Si quiere suscribirse a todo nuestro contenido Vía WhatsApp dele click a este link: https://bit.ly/3Revsta

También puede ingresar a nuestra cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu