En Perú la negligencia sigue siendo una marca arraigada. Pese a estar a puertas de un Fenómeno del Niño que tendrá una escala más destructiva en comparación a ediciones anteriores, todavía no hay un plan para mitigar el impacto. Así lo señaló en un informe acusatorio la Contraloría General de la República. Ni la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), ni el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y tampoco el Ejército: ninguno se está adelantando a la llegada de este evento climático. Esto incluso se revela en medio de un momento turbio para el primer frente mencionado, que según tesis fiscal se había convertido en la caja chica del régimen chotano por medio de varios operadores, entre ellos Salatiel Marrufo, Guillermo Bermejo y otros.
Sin estrategia
A pesar de las solemnes promesas estatales de salvaguardar a las comunidades vulnerables, el inquietante vacío de estrategias preventivas y atenuantes ha engendrado una auténtica alarma entre la población.
En una revelación impactante, el programa dominical "Panorama" expuso documentos escrutados de la Contraloría, señalando el notorio desamparo en instituciones trascendentales como el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios y el propio Ejército del Perú, arrojando a las zonas afectadas a un estado de desprotección total.
Ninguna institución pertinente tiene un plan para afrontar al Fenómeno del Niño
La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) lucha contra demoras en las intervenciones posteriores al destructivo embate del Niño Costero, mientras que Indeci carece de un plan estructurado para prevenir y disminuir riesgos de desastres. Incluso el Ejército peruano se halla desprovisto de un plan de contingencia, pese a su obligación ineludible de socorro.
Esta espeluznante carencia de preparación despliega un escenario ominoso semanas antes de que el fenómeno devastador de "El Niño" impacte las costas peruanas, intensificando la apremiante necesidad de medidas concretas y eficaces en medio de una creciente incertidumbre.
Expertos prevén que sus consecuencias serán especialmente devastadoras en los próximos meses, entre noviembre y diciembre de este año, y de enero a marzo de 2024. Durante este período crítico, se esperan lluvias intensas en la costa norte y sierra occidental, mientras que en el sur del país, especialmente en los Andes, se anticipan sequías severas. Las áreas de Arequipa, Puno y Cusco podrían ser especialmente golpeadas, ya que han enfrentado condiciones de sequía en el pasado reciente. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) advierte sobre el potencial devastador de estas sequías.
Alarmas y operadores
Pero esto no es todo. La situación se complica cuando se repasa la situación de la ARCC, hoy invadida por la corrupción. Según se ha descubierto en estos días, Robert López López, un antiguo funcionario que fue director de la Autoridad de Reconstrucción con Cambios (ARCC), es señalado como integrante del grupo autodenominado 'Los Operadores de la Reconstrucción'. En simultáneo, enfrenta cuestionamientos por su participación en la contratación de su esposa y la novia de Gian Marco Castillo, sobrino del expresidente, dentro de la entidad.
López, otro miembro de “Los operadores de la construcción”
De acuerdo a la tesis fiscal, en esta organización criminal también están implicados Geiner Alvarado, Alejandro Sánchez Sánchez y Salatiel Marrufo. Según el testimonio proporcionado por Marrufo y otro colaborador clave, López López habría actuado "de forma coordinada con otros integrantes de la misma empresa criminal" para viabilizar los expedientes ante el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Esto involucraba la autorización de transferencias presupuestarias del sector público para el año fiscal 2022, a favor de diversas entidades gubernamentales a nivel nacional y regional, como la Municipalidad Distrital de la Unión - Piura.
A cambio de su colaboración, López López habría recibido pagos que estaban vinculados al valor de cada proyecto. Estos pagos beneficiaban económicamente a la red delictiva y aparentemente respondían a instrucciones explícitas del ex primer ministro Aníbal Torres para recaudar fondos destinados a los problemas legales del golpista Castillo. Para facilitar esta operación, Mario Felipe Jair Espinoza Torres habría sido designado como asesor III en la Dirección Ejecutiva de la ARCC, con el propósito de llevar a cabo estas actividades ilícitas.
Con ese pasado inmediato de la ARCC y con un presente desentendido de la realidad (donde también entran a tallar el INDECI y el Ejército), el futuro para el país se torna muy desalentador, sobre todo para las zonas que serán afectadas por las inundaciones y las sequías. La falta de prevención es mucho más peligrosa que el mismo Fenómeno del Niño.