Estas últimas semanas han tenido mucha actividad a nivel local y regional. Desde lo político a lo cultural, y yendo de lo real a lo cantinflesco, a manera de ensayo a continuación practico retórica y echo pluma de algunos hechos que parecen ficción pero no lo son:
1. Sobre la cantaleta del adelanto de elecciones: Resulta anecdótico y materia de caso de estudio esa cantaleta del adelanto de elecciones que sigue siendo noticia y pedido del diario. Muchas caras visibles de un partido cuyo candidato obtuvo 2% en las elecciones y que representa una amenaza para los bomberos piden un adelanto por “legitimidad” y “porque lo pide el pueblo”, como si la opinión de estas personas desde sus escritorios pudiera cambiar el resultado en las urnas de la gente de a pie. ¿Será que como no tienen representación buscan jugar de nuevo el partido sin esperar hasta el 2026? Similar es el caso de periodistas (y personas que fungen de periodistas). Una en especial decía que la forma de parar la violencia en las protestas era que Dina renuncie. ¡Imagínense! Me hizo acordar a la hermosa Playa de la Concha en San Sebastián por alguna razón. El nivel de narcisismo de estas personas es tal que dan órdenes en redes sociales y artículos como si esto fuera Jabba the Hutt manejando los hilos de Tatooine. Escandaloso.
2. Sobre la toma de Lima - Episodio 14: ¿Se imaginan a un grupo de limeños y políticos capitalinos alentando la toma de, digamos, Cusco? Anunciando que no quieren ser identificados, ese colectivo de limeños azuzados por la derecha recalcitrante quiere llegar impunemente a Cusco en buses y minivanes tirando amenazas y a diestra y siniestra, quemar sus plazas y monumentos. Luego a caminar algo más y romper Machu Picchu. Si la policía me toca mientras apedreo a la gente, es abuso policial. Si me tiro al piso y sale en una foto, muchísimo mejor para que me repostee algún caviarín viviendo en Londres o Madrid. ¿Surreal no? Suena raro cuando se invierten los papeles.
En relación a este tema, la multifacética periodista, abogada, economista, influencer y escritora tomó posición:en lugar de proteger los bienes de todos los peruanos, mantener la paz y llamar a la unidad en momentos donde se quiere resquebrajar la democracia y el orden constitucional (sí, Dina es presidente constitucional democráticamente, te guste o no amigo caviar), la señora incitaba a que la gente no se identifique por ser una flagrante violación del Gobierno y que sigan rompiendo todo. Se nota que tiene un hambre insaciable y voraz (de ver arder Lima).
3. El “peligro” de Milei: La izquierda argentina y de la región ha recibido un golpe durísimo con el triunfo de Javier Milei en las primarias. Según los resultados, fue ganador en muchos de los distritos más pobres. Esto debe haber sido como una puñalada para la izquierda que pensó que podía quedarse en el poder a través de la entrega de subsidios como si fueran caramelos, sin sustento ni viabilidad económica, y con una moneda como el peso cuyo tipo de cambio oscila más que las posiciones tibias, grises, esotéricas y nebulosas de nuestro querido Partido Morado.
En un país donde más del 50% de la población recibe subsidios y que puede generar un círculo vicioso de incentivos perversos, es admirable que los argentinos estén dando ese paso para salir de esa pesadilla socialista, de la tómbola del tipo de cambio, y que busquen retomar una posición de potencia económica en la región. Ojalá se pueda.
4.Blancanieves y los 7 compañeros políticamente correctos: Para coronar el cuarto cuento de este breve artículo, me crucé con una entrevista de la nueva Blancanieves (que, para ser muy franco, no tiene remembranza con las características del cuento original de los Hermanos Grimm, ni con la película clásica de Disney). Según la actriz, esta nueva película rompe los estereotipos misóginos y patriarcales (vaya novedoso speech). Casi lo creo hasta que me acordé de que la reina (que la última vez que verifiqué era mujer) era la persona más poderosa de todo el lugar, así que el patriarcado hubiera sido el pueblo oprimido. Irónico. Nada que ver con el rol protagónico de la Princesa Peach en la película Super Mario Bros (la heroína sin duda, sin recurrir a cambiarle la raza, el peso, la altura, el pronombre ni el género). Ya ni hablar de los 7 compañeros o seres mágicos políticamente correctos que acompañan a esta trasnochada Blancanieves. ¿Ni Netflix se atrevió a tanto? (Es broma, nadie supera a Netflix en este tipo de cosas).