En medio de la creciente preocupación por la seguridad ciudadana en el Perú, surge la propuesta de aplicar el "Plan Bukele", una estrategia implementada por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que ha logrado resultados notables en la reducción de la delincuencia en su país. Esta propuesta ha generado debates acalorados y opiniones divididas en la sociedad peruana y en el ámbito político. Si bien la estrategia ha demostrado ser efectiva en El Salvador, es necesario analizar si es replicable en el contexto peruano y si las implicaciones en materia de derechos humanos son justificables.
El "Plan Bukele" se caracteriza por su enfoque en la aplicación de medidas drásticas y severas para combatir la delincuencia y el crimen organizado. En esencia, se busca fortalecer las fuerzas del orden y brindarles mayores recursos y capacitación, así como implementar acciones concretas para desmantelar a las pandillas y reducir la violencia. Este enfoque ha llevado a resultados visibles en El Salvador, donde los índices de homicidios y actividad delictiva han disminuido de manera significativa en comparación con años anteriores.
El Reporte conversó con el analista político José Luis Gil sobre la viabilidad de aplicar esta medida en nuestro país. “El Plan Bukele tal como está hoy no es aplicable, porque no existen las condiciones en el Perú. Lo que sí se puede hacer es recoger el espíritu del “Plan Bukele” y es la guerra a muerte contra la impunidad. Ese es el secreto estratégico. Cuando se rompe la impunidad, el delito retrocede. El Perú puede tener una estrategia rápida”, comentó.
Frente al auge de popularidad del mandatario salvadoreño, desde hace varios días algunas autoridades se vienen pronunciando a favor de su estrategia, como el presidente del Poder Judicial Javier Arévalo y el presidente del Consejo de ministros Alberto Otárola. Incluso algunos congresistas como Nano Guerra, de Fuerza Popular, no piden uno, sino dos ‘Bukeles’ para hacerle frente a la delincuencia.
Por otro lado, el alcalde Rafael López Aliaga, quien inicialmente apoyó la idea de aplicar el "Plan Bukele" en el Perú, posteriormente cambió de opinión y abogó por una estrategia diferente, involucrando a las Fuerzas Armadas en el patrullaje de las calles para combatir la delincuencia. Esta variación de opinión destaca la complejidad del debate en torno a cómo abordar eficazmente el problema de la inseguridad.
Bukelismo municipal
Independientemente de la postura que se tenga frente a las medidas de Bukele, es evidente (y razonable) el grado de desesperación de algunas autoridades municipales, quienes demandan medidas urgentes y efectivas. Ese ha sido el caso de los alcaldes de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres.
La data es alarmante y se está saliendo de control. En San Juan de Lurigancho, por ejemplo, se han registrado más de 70 homicidios en lo que va del año. "Hoy día que estamos hablando de Bukele, necesitamos un presidente que tenga pantalones. Lamentablemente, hoy todavía tenemos autoridades con mano tibia, que hablan a media voz, y que lo único que hacen es distraer a la opinión pública", declaró Jesús Maldonado, alcalde de dicho distrito, para Willax.
Alcaldes distritales piden medidas urgentes para combatir la delincuencia.
Por otro lado, Hernán Sifuentes, alcalde de San Martín de Porres, ya inició acciones al respecto y espera reunirse esta semana con una delegación de El Salvador experta en seguridad.
Sifuentes asegura que el “plan de control territorial”, que es como se le conoce a la estrategia de combate contra la inseguridad que rige en El Salvador, puede aplicarse en Lima a nivel municipal. Y es que el alcalde de San Martín de Porres se interesó en este plan a partir de una visita al país centro americano, contemplando la experiencia del municipio de Santa Ana, una de las ciudades más pobladas de El Salvador.
Luis Contreras, exasesor del gobierno de Nayib Bukele y miembro de la comisión de especialistas que llegó al país, ha compartido sus experiencias en materia de seguridad ciudadana, señalando que la implementación del "Plan Bukele" sería viable, pero requeriría un cambio profundo en el panorama político.
Contreras destaca la importancia de contar con nuevos líderes y opciones partidarias que estén dispuestos a abordar la delincuencia de manera contundente y eficaz. En este sentido, subraya que la clave del éxito del plan en El Salvador fue la emergencia de una generación nueva de líderes comprometidos con la seguridad y el bienestar de la población.
Uno de los aspectos más destacados de esta estrategia es el aumento sustancial de sueldos para la Policía Nacional del Perú y las Fuerzas Armadas, lo que ha incentivado a los agentes del orden a involucrarse activamente en la lucha contra la delincuencia. Además, se ha enfocado en dignificar las condiciones de trabajo y vida de los policías, implementando mejoras en las instalaciones y dotándolos de tecnología avanzada para el combate al crimen.
Respaldo en redes
El respaldo a la implementación del "Plan Bukele" en el Perú se ha reflejado incluso en una encuesta realizada por el presidente salvadoreño en Twitter, donde se preguntó a los usuarios si apoyarían la adopción de esta estrategia en el país. Los resultados fueron contundentes, con un 93.4% a favor de la medida.
Amplio respaldo en Twitter a la propuesta de Bukele.
En medio de un intenso debate y opiniones divididas en la sociedad peruana, la propuesta de aplicar el "Plan Bukele" como respuesta a la preocupación por la seguridad ciudadana ha generado un auge de reflexiones y propuestas. Si bien la estrategia ha demostrado eficacia en El Salvador, la viabilidad de su replicación en el contexto peruano y sus implicaciones en derechos humanos son temas centrales de discusión. Las voces a favor y en contra han planteado alternativas diversas, destacando la necesidad urgente de abordar la delincuencia de manera efectiva y buscar soluciones que resguarden la integridad de los ciudadanos. Al fin y al cabo, es cuestión de matices.