OpiniónLunes, 11 de septiembre de 2023
Nuestro oro verde, por Naomi Teruya
Naomi Teruya
Comunicadora

El limón verde, la joya de los cítricos peruanos, es un ingrediente imprescindible en la cocina en nuestra cocina. Fresco y ácido, protagonista de platos icónicos como el ceviche y bebidas como la Chicha Morada. Además de su versatilidad culinaria, también ofrece valor nutricional, ya que es una rica fuente de vitamina C y antioxidantes. La región de Chulucanas, en Piura, es conocida por producir los mejores limones verdes del país.

En las últimas semanas, hemos visto que su precio se ha desbordado, esto debido a las lluvias que afectaron la región, sobre todo del norte, a principios de año. Esta afectación tuvo como consecuencia la baja producción de limón y, en nuestros días, su escasez en el mercado. Es importante recalcar que el crecimiento del limón necesita de un clima seco.

Según especialistas, la regularización del precio va a depender del factor climático, incluso si todavía se incrementan las lluvias, la escasez podría aumentar hasta diciembre, lo que implicaría que el precio siga subiendo. Incluso, considerando el caso más extremo, se ha recomendado la importación temporal, probablemente de Ecuador (limón Manabí) o de Colombia (limón criollo), para lograr abastecer los mercados de esta fruta imprescindible en la cocina peruana. No obstante, no tienen el mismo sabor que el peruano, llamado limón sutil.

Por su parte, el ministro de economía, Alex Contreras, planteó que se reemplace el limón verde y que los cultivos aumenten. Sin embargo, se sabe que las áreas de cultivo son en lugares específicos, muchos de ellos afectados por las lluvias, y el tiempo de cosecha demora unos años.

El impacto de la escasez del limón es importante porque afectaría al gremio cevichero, a pequeños y medianos empresarios de restaurantes, incluso a todos los productores de limón porque no tendrían qué vender.

Si las lluvias en el país siguen aumentando y el fenómeno del niño comienza a tener mayor fuerza, como se espera lamentablemente, no solo tendríamos escasez de limón, también de otras frutas y verduras imprescindibles en la canasta básica familiar. Incluso ya se está viendo que han ingresado cebollas y huevos de Bolivia, que no tienen la misma calidad que las nacionales, pero que están sirviendo de reemplazo al tener un precio más barato. El gobierno tiene la tarea de tomar las medidas preventivas necesarias y proponer soluciones efectivas. Sin embargo, no se siente que se estén preparando o que realmente estén tomando liderazgo sobre el tema.

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