PortadaMartes, 12 de septiembre de 2023
Sendero no está muerto

Hoy se cumplen 31 años de la icónica “captura del siglo” del terrorista Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso. En una operación magistral realizada por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), Guzmán fue arrestado en una discreta vivienda del distrito de Surquillo, poniendo fin a una época oscura de terror y violencia que había asolado al país durante más de una década. Si bien es cierto, en su momento esta detención fue celebrada como un triunfo sobre el terrorismo y sigue siendo rememorada como la victoria de las fuerzas del orden por encima de los grupos subversivos, hoy más que nunca es importante recordar que la sombra de Sendero Luminoso aún persiste en la actualidad.

La 'Operación Victoria', como se denominó al operativo que culminó con la captura de Guzmán, fue un acto de valentía y destreza por parte de la Policía Nacional del Perú. Dos años de investigaciones y labores de inteligencia llevaron a los agentes del GEIN hasta la puerta de la vivienda en La Calera, donde se ocultaba el siniestro líder. La frase "positivo para el Cachetón" resonó en la noche del 12 de septiembre de 1992, confirmando su caída.

Junto a Guzmán, fueron arrestadas cuatro mujeres miembros de Sendero Luminoso: Elena Iparraguirre, María Pantoja, Laura Zambrano y Maritza Garrido Lecca. La captura de la cúpula de Sendero Luminoso fue un duro golpe para la organización, pero lamentablemente no fue el fin de la amenaza terrorista en el país.

“Hoy celebramos con júbilo, pero con preocupación el triunfo y la derrota militar de Sendero Luminoso, pero aún tenemos pendiente la derrota política e ideológica para garantizar el futuro de nuestras generaciones. Y aquellos que dicen que ya no existe Sendero Luminoso, supongo que lo hacen o por ignorancia, o por complicidad, o por una pose política. La realidad y la evidencia demuestra que Sendero Luminoso y el MRTA están hoy mimetizados dentro de la sociedad, disfrazados de demócratas y políticos”, comenta José Luis Gil, ex integrante del GEIN.

Preocupante vigencia

Tras la captura de Guzmán, Sendero Luminoso continuó su lucha de manera dispersa y se fragmentó en diversos grupos. A pesar de los esfuerzos del Estado peruano por desmantelar la organización, los remanentes de Sendero Luminoso persistieron en regiones como el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde mantuvieron su influencia y capacidad de acción a través del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) dirigido por los hermanos Quispe Palomino.

Como se recuerda, uno de los recientes ataques más alarmantes se dio el 23 de mayo de 2021, cuando el camarada Carlos, ex integrante de ‘los pioneritos’, masacró junto a otros tres subversivos a 16 personas (entre ellas cinco niños) en el Centro Poblado San Miguel del Ene, en Junín.

Aunque se capturó el pasado mes de junio a uno de los autores de este atentado, estos hechos nos hacen reflexionar sobre el verdadero estado de las fuerzas terroristas, quienes a pesar de no tener tanta actividad como antes, no se les puede ni se les debe de dar por desaparecidas.

Además, la semana pasada nuevamente saltaron las alarmas en uno de los eventos que pone de manifiesto la persistencia de Sendero Luminoso, tras una emboscada cobarde que cobró la vida de cuatro militares en el distrito de Putis, Ayacucho.

No han faltado quienes, en un intento de minimizar la gravedad del asunto, han tratado de atribuir la autoría de este ataque a narcotraficantes, como si esta actividad delictiva estuviera divorciada de las prácticas de los remanentes de Sendero Luminoso.

“Los movimientos terroristas son como los virus: no mueren, mutan y cada cierto tiempo vuelven a poner en riesgo la seguridad y la tranquilidad de la gente de bien.

Tras la reciente emboscada de Putis, debiera estar claro para todos la falsedad de las declaraciones (ingenuas unas, malintencionadas otras) respecto a que Sendero Luminoso ya no existe”, comenta Dardo López Dolz, ex viceministro del Interior.

En declaraciones a Infobae, el alcalde del distrito de Putis, Rogelio Cusichi, expresó su preocupación por la falta de seguridad en la zona y la constante presencia del miedo que Sendero Luminoso aún infunde en la población local. La ausencia de patrullaje policial y de presencia militar deja a estas comunidades en una situación de vulnerabilidad extrema.

Quejas terroristas

La brutalidad de Sendero Luminoso muchas veces ha opacado al otro grupo terrorista también sanguinario: el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), el cual también cometió actos de violencia y crueldad inimaginables. Uno de los más recordados es la toma de la residencia del embajador de Japón.

Es sumamente alarmante que Víctor Polay Campos, líder de esta organización, haya sido noticia estos últimos días, ya que busca invocar derechos humanos en su favor ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Pero aún más preocupante es la aceptación de esta demanda. Parece que algunos intentan reescribir la historia y blanquear la imagen de los grupos terroristas. Polay pide para él los derechos humanos que nunca respetó.

Guerra ideológica

Queda aún pendiente la parte ideológica. Pues, como se mencionó previamente, aún hay mucho por ganar en este campo, ya que hay personas que, luego de treinta años, creen que el terrorismo ha desaparecido o al menos de la forma en la que se le conocía.

“El tema de la educación es fundamental para ganar esta guerra ideológica, pero es una tarea de mediano y largo plazo. En este momento debemos continuar sosteniendo la batalla, la lucha, el cuerpo a cuerpo político que tenemos y en el que todos debemos estar comprometidos”, concluye Gil.

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