PortadaDomingo, 24 de septiembre de 2023
Otárola bajo fuego

El desempeño del premier Alberto Otárola viene siendo bastante cuestionado durante las últimas semanas por diversos motivos. En primer lugar, se cuestiona la falta de acción por parte del Ejecutivo para atender demandas urgentes, como la inseguridad ciudadana, el estancamiento económico y las consecuencias del fenómeno de El Niño. A pesar de contar con el respaldo del Congreso a través de una oposición pasiva, lo cierto es que conforme se acumulan más críticas, el futuro de Otárola dentro de la Presidencia del Consejo de Ministros podría estar en duda.

Los pecados del premier

En el tema de seguridad, por ejemplo, se habló de instaurar un “plan Boluarte” cuando se hablaba de importar el popular “Plan Bukele”. No obstante, hasta el momento no se ha planificado nada en concreto. En cambio, se optó por convocar un estado de emergencia en algunos distritos de Lima y Piura.

A partir de esta medida, algunos expertos en el sector han cuestionado que el Ejecutivo no cuente finalmente con una estrategia en concreto para hacerle frente a semejante problema, el cual se ha visto empeorado con la influencia de la organización criminal internacional Tren de Aragua.

Además, los titulares de diversas carteras del gabinete también han despertado críticas, especialmente en los sectores de Agricultura, Defensa, Economía, Energía y Minería e Interior. El reciente cambio parcial de ministros parece no haber sido suficiente para mejorar la situación.

A este rosario de cuestionamientos se le suma la revelación de "Panorama" del pasado domingo, en el cual se revela que dos personas cercanas a él, Rosa Rivero Bermeo y Yaziré Pinedo Vásquez, obtuvieron contratos con el Estado después de haber visitado su despacho.

En el caso de Rosa Rivero Bermeo, se emitieron dos órdenes de servicio a su favor en Devida, un órgano vinculado a la PCM, por un total de S/54.000 en marzo de este año, siendo la primera de estas órdenes emitida apenas una semana después de su reunión con Otárola. En el caso de Yaziré Pinedo Vásquez, el Ministerio de Defensa, que fue previamente dirigido por el actual premier, emitió dos contratos a su favor por S/53.000 en febrero y mayo de este año.

La gravedad de esta información ha captado inmediatamente la atención del Ministerio Público, que llevó a cabo una diligencia antes de ayer para recopilar documentos en la Presidencia del Consejo de Ministros y en Devida. Además, la Contraloría ha designado un equipo de auditores para iniciar investigaciones al respecto.

“Él cree que como presidente del consejo de ministros tiene la facultad de entrevistar a sus amigas para que sean contratadas. Y en eso no solamente está equivocado, sino que está tratando de engañarnos. Porque en la organización del estado, cada funcionario tiene una función. Entre las funciones del señor Otárola no está la de entrevistar al personal que va a ser contratado por el poder Ejecutivo. Eso está a cargo de las oficinas de personal de recursos humanos logísticos”, declaró Mónica Yaya, expresidenta del Tribunal de la OSCE a El Reporte.

Premier suma a sus cuestionamientos un posible caso de tráfico de influencias.

Este escándalo podría dar lugar a una investigación por tráfico de influencias, un delito que conlleva una sanción de hasta ocho años de prisión cuando involucra a un alto funcionario público.

A prueba de censuras

Algo que destaca en el caso de Otárola, es que a pesar de todos los cuestionamientos que acumuló desde que asumió el premierato, se ha mantenido en el cargo por poco más de diez meses, algo que no se veía en el gobierno de Pedro Castillo.

En declaraciones para este medio, el analista político Percy Urteaga explica la situación de Otárola mediante una participación superficial y pasiva por parte del Congreso. “Yo creo que eso se debe a que no tiene una oposición fuerte, como sí la tuvo Aníbal Torres en su momento, por ejemplo”.

Por su parte, Yaya opina que la estadía de Otárola como premier es reflejo de las acciones del Ejecutivo. “La personalidad del gobierno de la señora Boluarte es la de contar con funcionarios cuestionados éticamente. En este perfil el señor Otárola encaja muy bien. A Boluarte la sostiene en estos momentos la sobonería de un grupo de los sectores A y B, económicamente hablando, que hace negocios durante la gestión y por eso insiste en que se quede, como si ella fuera un gran remedio ante el mal que significó Pedro Castillo”. Además, menciona que lo ideal para el país sería que “Otárola y Boluarte den un paso al costado y que el país tenga la oportunidad de elegir mejores presidentes”.

La estabilidad del gobierno dependería de la continuidad de ambas figuras.

¿Reemplazo?

La pregunta que surge a partir de las grandes dudas que ha dejado Otárola durante su premierato y el posible cese de su cargo, es quién podría reemplazarlo como premier.

“Si se da el cambio, sería con una persona mucho más conciliadora, pero a la vez con firmeza política, porque se vienen bastantes situaciones críticas. Por perfiles debería ser una persona que no necesariamente sea de la línea ideológica o política de Boluarte. Una persona que sepa gestionar y que no tenga tanto anticuerpo público”, precisa Urteaga.

“Yo creo que el señor Otárola cumple perfectamente el perfil para ser premier de Boluarte. Y si lo reemplaza será por alguien tan o más corrupto e ineficiente que él. El problema no es Otárola, el problema es Boluarte. Prueba de ello es que tiene conocimiento de las contrataciones de las amigas del señor Otárola y no ha hecho nada al respecto”, concluye Yaya.

Las siguientes acciones del premier serán determinantes para la permanencia en su cargo. ¿Dejará el premierato? De ser así, ¿Quién podría reemplazarlo? ¿Será suficiente para hacerle frente a todas las crisis actuales y las que están a punto de llegar? (Marcelo Rosales)

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