El pasado sábado, en horas de la madrugada, el mundo se despertó con la noticia de que el temido grupo terrorista Hamas estaba acribillando todo a su paso en la frontera de Gaza. Comenzamos a ver numerosas escenas sangrientas y despiadas de cómo estos extremistas iban secuestrando y asesinando a israelíes, profanando sus cuerpos y escupiéndoles.
Es innegable el salvajismo con el que Hamas ha actuado y la indolente celebración de muchos palestinos e iranies mientras veían cómo masacraban israelíes, por eso es importante rechazar estas conductas porque nos hace cómplices de más derramamiento de sangre. Que se condene a un lado, no implica ser participe del otro. Sin embargo, mientras volvíamos al debate de quién es el más criminal, Israel o Palestina, y mientras veíamos cómo la izquierda (entre ellos, comunistas y progresistas) intentaba justificar los actos de los terroristas palestinos, muchos comenzamos a formularnos preguntas con toda la objetividad posible y con la rescatable información verídica que uno puede encontrar en redes sociales.
No podemos evitar preguntarnos cómo es que este grupo terrorista logró burlar toda la seguridad que tiene el ejército y las agencias de inteligencia de Israel. Hasta el momento, se sabe que se infiltraron por túneles mientras que, simultáneamente, atacaban por aire. Sumado a esto, en el último año, las reformas de Netanyahu han hecho que Israel afronte una crisis importante que provocó, por ejemplo, protestas de reservistas; además, Netanyahu este año despidió a Yoav Gallant, ministro de defensa, que pidió que se retarde la reforma judicial que pretende aumentar el poder de funcionarios electos sobre los magistrados, medida que a todas luces pone en peligro la democracia en el país.
Lamentablemente, como en toda guerra, hay muchas versiones, mucho aprovechamiento político, muchos testigos y opinólogos, mientras los inocentes siguen muriendo. Sin duda el panorama cada vez se va a poner más tenso, hasta hace pocas horas se sabía que el grupo libanes “Hezbolá” acaba de unirse al bombardeo contra Israel, en apoyo a Hamas.
Lo importante para los que estamos siendo testigos a distancia de los horrores de una guerra, es comenzar a mirar el panorama con objetividad y a no perder la sensibilidad por los que sufren. Se deben condenar hechos de los violentistas y no justificar, sea cual sea las razones geopolíticas, los actos sangrientos perpetrados por verdaderos monstruos.