OpiniónJueves, 2 de noviembre de 2023
Paliza Histórica, por Alberto López Núñez*
Alberto López Núñez
Politólogo y columnista de El Diario El Nacional de Venezuela

Desde antes del día de su juramentación se sabía que el gobierno de Petro sería un desastre y que por lo tanto el descontento popular hacía él y su gestión sería cosa segura en cuestión de algún tiempo. Pero la verdad que la velocidad y fuerza de la caída estrepitosa de su popularidad superaron cualquier predicción, jamás había habido en Colombia un descontento tan grande en tan poco tiempo por un presidente como el que hoy existe hacia Petro.

Dicho esto, era lógico predecir un mal resultado para el Pacto Histórico en las elecciones regionales del pasado domingo 29, pero de nuevo el nivel del voto castigo hacia el petrismo superó todas las predicciones, lo que se vaticinaba como una derrota segura fue en realidad una Paliza Histórica (con mayúsculas para emular las siglas del movimiento socio-comunista).

Que el Pacto Histórico haya obtenido solamente dos gobernaciones (Nariño y Amazonas) sumándoles la del Cauca del partido de la vicepresidenta y Magdalena del clan Caicedo, socios de Petro, la izquierda tiene solamente 4 gobernaciones, 12% del total. Ninguna alcaldía de las capitales, sacó 70 alcaldes de los 1.102 (menos del 10%), 40 de ellos en Nariño y Cauca, regiones en donde el narcoterrorismo obliga a votar por la izquierda.

Las grandes ciudades les dieron una bofetada a Petro: la casi unanimidad en Medellín y Barranquilla para dos candidatos de la oposición en 2022, la gran distancia entre Eder y “el chontico”, que si bien no es petrista a última hora cometió el error de aceptar apoyos de la izquierda e hizo un discurso asociado a la lucha de clases, o sea, que un “ oligarca” de la alta sociedad de Cali haya ganado la elección, demuestra fehacientemente el viraje anti-Petro en esa ciudad, el resultado de esa elección es una demostración del rechazo total a la violencia desatada por el petrismo en el ataque de terrorismo urbano disfrazado de “paro social” de la Primera Línea y demás organizaciones de fachada del petrismo, con apoyo financiero y logístico del ELN y las FARC, para impulsar la candidatura del hoy presidente.

La derrota de los candidatos del Pacto Histórico en Cali y Medellín fueron palizas a los exalcaldes petristas de esas dos ciudades, Ospina y Quintero serán recordados por la historia como unos personajes viles que usaron el poder para enriquecerse y destruir sus ciudades con la finalidad de impulsar el socialismo del siglo XXI, por lo cual fueron repudiados por el pueblo que les infligieron sendas derrotas a sus candidatos.

En casi todas las capitales excepto Santa Marta la votación del Pacto Histórico o sus aliados de izquierda fue ínfima y la cereza del pastel de la paliza electoral fue Bogotá, ciudad que era el bastión petrista, en donde Petro sacó más de 2 millones de votos, estaba asegurado el triunfo de Galán, pero la lógica señalaba que habría una segunda vuelta entre este y la mano derecha de Petro, Gustavo Bolívar, su más fiel edecán. Petro hizo abiertamente campaña por él y ni así pudo frenar la hemorragia de votos castigo, lo cual hizo que se infligiera el más severo NO al socialismo del siglo XXI, quedando Bolívar en el tercer lugar (sacó apenas 600.000 votos), detrás de un primíparo en política sin recursos ni maquinaria, esta sí que fue una Paliza Histórica.

En definitiva, la izquierda recibió un rechazo gigantesco en estas elecciones regionales colombianas, lo cual se explica por el voto castigo a Petro. Es que mientras este se dedica a “expandir el virus de la vida por las estrellas del universo” (cualesquiera lo que eso signifique, sólo él en sus “viajes” lo entiende), el país está descuadernado, la pobreza se expande, la economía se paraliza, la “Paz Total” no es más que la entrega del país al narcoterrorismo, con la consecuente inseguridad reinante en el país, 73 masacres en el 2023, con 234 víctimas corte del 20 de octubre, 135 líderes sociales asesinados, sin que haya habido ni el pésame siquiera de los que clamaban “nos están matando” (Petro incluido) en el pasado gobierno. La política del decrecimiento que Petro instauró siguiendo la estrategia del socialismo del siglo XXI para pauperizar la población haciéndola así dependiente del Estado y por lo tanto sumisa al régimen está cosechando resultados, pero también la reacción del pueblo indignado que le dio una Paliza Histórica el pasado domingo 29.

*Artículo publicado en el diario El Nacional de Venezuela.

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