El nuevo gobierno de Javier Milei en Argentina no solo implica un cambio en la dirección del país, sino que también representa, por primera vez en la historia, un gobierno puramente liberal que respeta el republicanismo y la democracia. Estas palabras, para muchos, incluso algunos mal autodenominados "conservadores", suenan a argot y son despreciadas cuando tienen adversarios que tampoco respetan estos órdenes políticos. No será fácil para Milei; en los próximos 24 meses, enfrentará un parlamento bastante difícil, quizás con la mitad del país siguiéndole los pasos y una casta política que se va, pero que defenderá de cualquier manera las cosas que han logrado mediante la corrupción, dejando al país en la miseria.
Lo interesante de Javier Milei es que incomoda a todos los sectores, desde la izquierda que busca vivir del Estado, agrandándolo como fuente de ingresos para sus bolsillos, hasta la mal autodenominada derecha que en las sombras odia la democracia, la república y la libertad (especialmente la de expresión y religiosa), y que pretende una monarquía donde el líder principal sea beatificado y casi celestial. Lo común entre estos dos grupos es la tendencia hacia formas fascistas y dictatoriales, algo que Milei no comparte y ha rechazado en más de una ocasión, incluso cuando lo han comparado injustamente con dictadores.
Milei, en proceso de su conversión al judaísmo, abraza ideales liberales y republicanos, algo que actualmente genera odio, prejuicios y falta de disposición para debatir sobre hechos en lugar de rechazar a las personas. De aquí en adelante, el nuevo presidente de Argentina no la tendrá fácil; muchos querrán que desista, que fracase, que sus ideas no se concreten. Ser presidente en un país donde nadie quisiera ocupar ese cargo conlleva una enorme responsabilidad.
El mensaje que Milei entregó ayer en Plaza Mayo fue uno de los más brutalmente honestos, reforzando la sinceración de precios y enfatizando un "no hay plata". Esto indica que el reajuste fiscal y la reducción del gasto público son los primeros pasos hacia un gobierno plenamente liberal. Estaremos atentos a lo que se avecina para el país albiceleste en el próximo año.