OpiniónDomingo, 17 de diciembre de 2023
Resentimiento de colores, por Eduardo Vega

El día de hoy me di con la sorpresa de una nueva iniciativa supuestamente independiente, pero a todas luces caviar, llamada “De qué color son tus muertos”; con la que a través de la “ironización” de la portada de una revista de “socialité” presentada como “Casos”, se expone en internet los casos de las muertes que han quedado pendientes de resolver, luego de las protestas que se organizaron a finales del 2022 -inicios 2023, tras el mediocre intento de golpe de estado por Pedro Castillo.

Si bien de alguna forma puedo compartir con los “reclamantes”, que existe la necesidad de esclarecer quienes fueron los autores de las muertes de todas las personas representadas en los “Casos”; me parece repudiable que la forma de reclamar se haga en tonos racistas. Es decir, se puede hacer reclamos y alzar la voz, porque es justo que las personas sepan si la muerte de sus seres queridos fue por efecto de: represión justificada o desmedida, animo efectivamente criminal de las fuerzas armadas, o incluso si fue por disparos desde las líneas de los propios manifestantes (Sí, no se puede olvidar que en muchos casos ellos también portaban armas y también podrían haber provocado algunas muertes).

Lo que más molesta, es que todos los actos que desencadenaron las marchas- protestas- muertes y destrucción injustificada de bienes públicos y privados, tuvieron motivaciones exclusivamente políticas. Entonces, no encuentro motivación alguna para utilizar un contenido racista en la “protesta”, es decir, cuando hubo intercambio de balas, piedras y demás entre los representantes de las fuerzas armadas -policiales y los civiles; ninguno de los involucrados directamente en los eventos estuvo motivando sus acciones en razonamientos racistas, es decir, cuando la Presidente, sus ministros y/o cualquier otro agente de la línea de mando salió a repeler los ataques desbordados; ninguno de ellos tenía por la mente, vamos a matar a todos por “cholos, serranos, o ignorantes”; sin embargo la presentación de “Casos” y “de qué color son tus muertos” tienden a reducir esa falta de satisfacción de justicia a dicho aspecto. ¿Dónde está la representación del policía que murió a balazos y luego fue calcinado? ¿Él no merece justicia?

Ahora bien, si dejamos de lado la innecesaria connotación racista de la protesta; creo que cualquier peruano puede apreciar lo vergonzosamente lenta que es la justicia en el país, quiero decir, ni siquiera Pedro Castillo -arrestado en flagrancia- tiene una sentencia en primera instancia, ¿Y de pronto se pide justicia más expeditiva para los que fueron víctimas de sus defensores a ultranza? ¿Cómo es esto? ¿De verdad quieren justicia a para todos, o sólo para los que políticamente les sirven para instrumentalizar sus ideas?

Volviendo al tema de los colores y las víctimas, ¿a quién se le ocurre que el gobierno de una presidente apurimeña, mandaría a matar a la gente de la sierra; sólo por ser altoandinos o porque tienen un color específico en la piel? ¿Acaso Santiago Maguil cree que si él hubiera estado en el lugar de las víctimas, No hubiera recibido un disparo por que tuvo la suerte de ser Blanco? ¿O por ser de Lima? ¿Qué clase de imbécil puede creer que la PNP se fija en el color de los que protestan antes de reponer el orden? Estoy más que seguro que cuando los episodios violentos ocurrieron en la capital, también se produjo una víctima mortal, y no creo que antes de victimarlo alguien le haya preguntado su origen o color de piel para que le apunten directamente a él en base a dicho criterio.

Que quede claro de una vez, no hay color de piel que haga a las personas invencibles, inmortales o repelentes a las balas, no hay ciudad en el Perú en la que la PNP simplemente mate a las personas a discreción, o porque no sean relevantes para el PBI; por el contrario existen regiones en donde la autoridad policial queda relegada a las masas, las rondas u otras organizaciones sociales que de manera ilegítima flagelan mujeres porque creen que son brujas, o incendian casas de parlamentarios (con familiares dentro) sólo porque su sentir es contrario al de los líderes de la histeria colectiva. Pero claro de eso nunca van a decir nada, porque este pensamiento seguro si es racista.

A todos esos “socialistoides” y socialconfusos que creen que, colocando una connotación racista a su protesta, dejan a la derecha como una organización gregaria, cruel y discriminante; hay que recordarles que fueron los Socialistas Alemanes quienes bajo motivaciones absurdas organizaron el genocidio de los judíos y difundieron tamaña estupidez como “la raza superior”. Reconozcan que, colocando tan irrespetuoso e inadecuado cliché a su protesta, sólo generan que más gente se resienta y empiece a pensar las mismas estupideces para luego difundirlas al mismo estilo que Isaac y Antauro Humala.

Lo único que genera una campaña como la que aparece en la web que convoca este artículo, es mayor división y resentimiento innecesario entre peruanos; y por supuesto que eso es lo que buscan, que muchos de los que vean el discurso “No era de lima” “No eran blancos” empiecen a pensar que la Constitución y el sistema que nos gobierna, tienen bases racistas y elitistas, argumento observable entre líneas, que no solo es falaz sino además incluso censurable por constituirse en una fuente innecesaria de odio entre peruanos.

Basta de socavar nuestro sistema y constitución en base politiquería de cuarta, basta de meter dosis innecesarias de racismo donde no lo hay, basta de buscar notoriedad instrumentalizando el sufrimiento ajeno, basta de hacer política en base a muertos, con Inti y Brayan hubo suficiente. Nadie les dice que olviden, sólo que aprendan a perdonar; el día que todos dejemos este mundo, a nadie le importará de qué color fue nuestra piel, o nuestro cerebro.

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