La indefensión aprendida, un fenómeno psicológico descrito por Martin Seligman, se manifiesta cuando un individuo, tras enfrentar repetidamente situaciones adversas sin poder evitarlas, internaliza una creencia arraigada en su propia impotencia. En el contexto de la violencia contra la mujer, este patrón toma forma cuando una mujer se encuentra atrapada en un ciclo de abuso continuo, ya sea de naturaleza física o psicológica. Las situaciones aversivas y la falta aparente de control pueden minar progresivamente su autoeficacia, llevándola a percibir la violencia como inevitable e insuperable. Esta percepción, arraigada en la indefensión aprendida, puede perpetuar la vulnerabilidad y dificultar la búsqueda de alternativas para cambiar su situación. Al margen de ideologías, exploremos esta conexión desde una perspectiva científica y objetiva.
Resulta crucial abordar este fenómeno, desde una perspectiva conductual (científica) en miras de una prevención y tratamiento objetivas y, por tanto, más eficientes.Las intervenciones psicológicas científicas no solo procuran abordar las secuelas emocionales, sino también en reestructurar patrones de pensamiento disfuncionales y fortalecer las habilidades de afrontamiento. Trabajar los aspectos cognitivos de las víctimas -lógicamente, dejando de lado las intervenciones legales hacia los abusadores- es infinitamente más eficiente y necesario que las formas nefastas en las cuales el Estado interviene a día de hoy.
Es innegable admitir la lamentable reincidencia de violencia contra la mujer. Sin embargo, las explicaciones ideológicas feministas, además de ser anticientíficas y absurdas, proponen "soluciones" contraproducentes. Es crucial dejar de lado el feminismo estatizado en el Ministerio de la Mujer y enfocarse en un abordaje científico y objetivo, dándole herramientas verdaderamente útiles a cuantas mujeres lo requieran.En lugar de atribuir la causa de la violencia al mero hecho de nacer mujer y de un inexistente heteropatriarcado normativo, se debe trabajar hacia soluciones basadas en evidencia que fortalezcan la autonomía de las mujeres y disminuyan la prevalencia de la indefensión aprendida en este contexto tan delicado.