Antes de culminar el primer mes, ya se avizora un escenario bastante movido para la Policía Nacional del Perú. Lo que captó la atención fue un suceso violento que ha desatado una serie de evaluaciones y posibles cambios en la institución. La agresión sufrida por la presidenta Dina Boluarte este sábado en Ayacucho, a manos de Ruth Bárcena Loayza, viuda de un fallecido durante las protestas de 2022, ha encendido las alarmas en cuanto a la seguridad y el protocolo que resguarda a la máxima autoridad del país. Después de todo, si esta persona pudo acercarse sin problemas a la presidenta para atacarla con sus propias manos, cualquiera que desee atentar contra su vida no tendría obstáculos para su cometido.
Luego de este escándalo que por suerte no acabó en tragedia, la pregunta que flota en el aire es clara: ¿Habrá cambios en la cúpula de la PNP? Todo indica que el Ejecutivo se encuentra considerando ajustes en los altos mandos de la policía tras este incidente, que ha dejado en entredicho la eficacia y responsabilidad del dispositivo de seguridad.
Cambios
El Consejo de Ministros, encabezado por Alberto Otárola, ha señalado que el suceso revela un descuido en la seguridad presidencial y que es imperativo que este tipo de relajos no vuelva a ocurrir. "La presidenta es la presidenta, es la jefa de Estado y este relajo de la seguridad no puede volver a ocurrir", expresó Otárola, subrayando la necesidad de medidas drásticas ante estas vulnerabilidades en la seguridad.
En este contexto, el ministro del Interior, Víctor Torres Falcón, ha adelantado que se están evaluando medidas disciplinarias no solo contra el personal directamente responsable de la seguridad de la presidenta, sino también contra los "escalones superiores". Es decir, la responsabilidad no recaerá únicamente en quienes estaban físicamente cerca de Boluarte, sino también en aquellos que tenían a su cargo la supervisión y planificación de la seguridad.
La salida de Angulo sería inminente.
El Congreso de la República, por su parte, ha tomado cartas en el asunto. Jorge Montoya, de la bancada de Renovación Popular, ha solicitado la comparecencia del ministro del Interior, Víctor Torres, para que brinde explicaciones sobre el incidente en Ayacucho. Este llamado a rendir cuentas busca esclarecer las previsiones de seguridad tomadas durante el viaje presidencial, así como identificar a los responsables funcionales y políticos de las deficiencias en el sistema de protección.
¿Quién liderará la PNP en esta nueva etapa? Las especulaciones apuntan hacia el general PNP Víctor Zanabria como posible sucesor del actual comandante general, Jorge Angulo, quien se encuentra bajo cuestionamientos debido a la agresión a la presidenta. Esta información coincide con la declaración de Otárola, quien había adelantado que el Gobierno estaba evaluando cambios en el alto mando policial.
Pero eso no sería todo, ya que, además, un audio ha salido a la luz revelando conversaciones entre 'El Español', vinculado a hechos de corrupción durante el gobierno de Pedro Castillo, y el comandante general Angulo. Este nuevo elemento podría complicar aún más su situación. O tal vez ya estamos ante una decisión tomada e irreversible.
Este domingo se registró una visita del general al despacho presidencial, lo cual significaría que es cuestión de tiempo para que se concrete el cambio.
Además, el cambio en la jefatura de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINI) también ha sido parte de esta reconfiguración. La destitución del general PNP Roger Arista, quien fue sustituido por Luis Máximo García Barrionuevo, sugiere que el Gobierno busca un nuevo enfoque en la inteligencia estratégica, pero es una medida que no ha estado exenta de cuestionamientos.
El ex GEIN José Luis Gil comentó en su cuenta de X (antes Twitter) que es un error destituir a Arista de la dirección de la DINI. “Conozco su trabajo; él como cabeza del sistema de inteligencia estuvo muy cerca de capturar a Cerrón pese a los traidores. Sacada sospechosa por decir lo menos en mi concepto”, agregó.
Más escándalos
A propósito de traidores y de Vladimir Cerrón, el dominical Contracorriente menciona que el general PNP Mauricio Quiroga Camacho podría estar protegiendo al prófugo fundador de Perú Libre con el respaldo de agentes de inteligencia cubanos. Este supuesto blindaje político abre interrogantes sobre las complejas redes que podrían estar influyendo en la captura del prófugo. Sería el colmo que un alto mando de una institución que se debe al país sea partícipe de una jugarreta de tan bajo nivel.
La dificultad para capturar a Cerrón no sería una casualidad.
La agresión a la presidenta Boluarte no solo ha dejado secuelas visibles en la integridad de la mandataria, sino que ha desencadenado una serie de acontecimientos que podrían remodelar la cúpula de la PNP. La evaluación de responsabilidades y posibles cambios en los altos mandos revela una profunda preocupación por la seguridad de la máxima autoridad del país y, a su vez, plantea interrogantes sobre la efectividad de las instituciones encargadas de garantizarla. En este caso lo que está en cuestión es si los cambios que desde ahora se anticipan serán suficientes para optimizar el trabajo de la PNP o si el problema está a una escala mayor.