Agro en peligro
Nuestro país ha crecido exponencialmente durante los últimos años en el sector de agroexportación, siendo una de las actividades económicas que más ingresos genera. De hecho, se espera que este año recauden más de 11.000 millones de soles. Pero como no podría ser de otra forma, ciertos operadores políticos están trabajando para frenar o al menos entorpecer al sector. En las entrañas de esta agitación, CODEH ICA, entre otras ONG, ha desatado una serie de actividades que amenazan la estabilidad y prosperidad de la agroexportación en Perú.
No es una ONG más
Aldo Mariátegui, en una explosiva y contundente columna de opinión, pone de manifiesto la conexión poco ortodoxa entre CODEH ICA y las fuerzas izquierdistas. El periodista habla de la existencia de un "taller de entrenamiento en medios y preparación en vocería", organizado por la ONG y dirigido a diversas organizaciones laborales agrarias, agricultores y líderes comunales.
Las ONG buscan formar “voceros” del sector agro.
Lo curioso es que uno de los instructores de estos talleres es Pedro Salinas, quien, paradójicamente, solía trabajar en CHISAC, una consultora empresarial.
Sin embargo, lo que capta aún más la atención en este caso es que se descubrió que uno de los financiadores de estas actividades antiempresariales es la Unión Europea.
Conferencias
En el taller mencionado, Paco Flores, ex presentador de noticias en el canal Panamericana, enseñó a los trabajadores del sector agrario cómo contestar entrevistas, para proyectar una imagen adecuada y no dejarse sorprender por los periodistas ni las cámaras de televisión.
En un entorno que simulaba un estudio de televisión, los participantes de un taller participaron en un programa periodístico donde fueron interrogados y cuestionados sobre los argumentos que presentaron.
El objetivo de estas clases era aprender a hacer que los temas específicos de cada organización fueran considerados "noticiables" y destacados en la agenda pública, lo cual podría ser un training funcional para los colectivos que desestabilizan al sector agrario. Estos talleres son la última etapa del proyecto "Diálogo y compromiso para el respeto de los Derechos Humanos en las actividades empresariales".
Paco Flores enseñando cómo contestar a la prensa.
Otra colaboradora que destaca en las actividades de la organización es la excongresista y activista de extrema izquierda Rocío Silva Santisteban, quien dictó un taller de género.
En todo caso, si lo que le importa verdaderamente a la empresa es velar por los derechos de los trabajadores, habría que preguntarles por qué dictan talleres de “género”. Con esto, queda en evidencia que sus objetivos van más allá.
Intereses
Para ahondar en la complejidad de este tema, El Reporte entrevistó al periodista y abogado Hugo Guerra, quien arroja luz sobre la red de organizaciones detrás de CODEH ICA. "Esto se trata de una red de ONGs bastante compleja. Que no es solamente nacional, sino internacional", cuenta. Guerra enfatizó la presencia de entes internacionales cooperando como la conocida Open Society y Diakonia, una organización cristiana progresista de origen sueco. “Todos tienen como perfil ser progresistas y gramscianos o lo que diríamos en el Perú, de tipo caviar", sostiene.
Al analizar la influencia de CODEH ICA en la región de Ica, el periodista destacó la extensa red tejida a lo largo de los años, mencionando que "tiene 38 años de existencia y ha tejido una red de organizaciones sindicales, políticas, empresariales, culturales, educativas y de otra naturaleza". Además, resaltó la orientación geopolítica de estas acciones, indicando que "busca frustrar el crecimiento de la agroindustria”.
Guerra destacó que no es casualidad la relación de la organización con la Unión Europea, ya que "en el plano macro ya no podemos desligar todo este tipo de movimientos y organizaciones con una serie de políticas como la agenda 2030". Además, al referirse a las acciones de la ONG, subrayó la gravedad de su orientación, afirmando que "es un trabajo sistemático sumamente llamativo y peligroso por su orientación."
Si bien en sus columnas Mariátegui instó al canciller González-Olaechea a pedir explicaciones a la Unión Europea, Guerra indica que el organismo en el cual se debe enfocar la crítica es en la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), encargada de supervisar las donaciones y el financiamiento de cooperación internacional para las ONG.
Después de esto, queda claro que la influencia de las ONG que se oponen a la agroexportación en Perú no es solo un asunto local, sino un enredo internacional con ramificaciones que podrían afectar el equilibrio económico y político del país. Mientras tanto, la pelota está en la cancha de las autoridades peruanas para tomar medidas y salvaguardar la prosperidad del sector agroexportador y la estabilidad democrática del país.