OpiniónDomingo, 28 de enero de 2024
El pacto verde, por Gustavo Nakamura
Gustavo Nakamura
Director del CIPP

Durante los últimos años, la agenda política global sobre el tema ambiental parece ser una corriente única de pensamiento, donde al parecer hay un consenso sobre dicho tema, salvo algunos que sostienen que lo que la gran mayoría llama "cambio climático" solo es parte de una de las consignas de pensamiento progresista. Seguramente puede ser así, pero creo que el tema amerita una mayor profundización.

Partamos de una premisa: varios pensadores, científicos y políticos que defienden los conceptos "cambio climático" y "calentamiento global", entre otros, parten como base "el hombre y su relación con la naturaleza", ya que la raíz de todo lo que hoy se menciona como "cambio climático" y "calentamiento global" es justamente que el ser humano ha tenido "una relación no armoniosa" con la naturaleza. Es interesante notar que quienes defienden esta teoría se basan en dos conceptos filosóficos fundamentales: el hombre y la naturaleza.

La pregunta que los invito a hacerse es: ¿Qué entienden por naturaleza? ¿Será la construcción social, como menciona el pensamiento progresista, similar a lo que hace con el género? ¿O es lo que pensaba Aristóteles como "el ser propio de las cosas"? Si entendemos por lo segundo, me temo que todos los que pensamos desde un discurso liberal o conservador debemos brindar una propuesta.

Ahora bien, si no es un tema principista sino más bien un tema económico, la situación podría cambiar. Por ejemplo, recientemente en Davos, la Unión Europea ha decidido invertir un billón de euros para que Europa alcance la neutralidad climática para el 2050 mediante inversiones sostenibles. Otro ejemplo es el gasto de miles de millones de dólares en grandes proyectos ambientales para la conservación de la naturaleza, lo cual nadie podría estar en contra, a menos que se realice con la condición de detener en ciertas zonas del mundo la industria extractiva para beneficiar otros intereses económicos y sociales.

Entonces, ¿es el fondo un tema económico o es realmente un tema antropológico de la relación armoniosa del hombre con la naturaleza? Saquen ustedes sus propias conclusiones. Es hora de no solo negar una corriente, sino más bien buscar una alternativa distinta al pensamiento único que supuestamente es plural.

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