Vayamos por partes.Poco menos de la mitad de las empresas peruanas tienen una expectativa negativa con respecto a la economía peruana en los próximos doce meses.Esto no es gratuito, por supuesto.Después de las protestas de inicios del año pasado y de la incapacidad de este ministerio de economía para hacer algo que nos saque de la recesión, por supuesto que buena porción del sector privado no tiene confianza.Esto, a su vez, lleva a que la inversión privada esté baja.No olvidemos que durante el 2023 ésta cayó ni más ni menos que en 7.3%.Esto es un absoluto desastre y debería llamar a evaluar seriamente si el manejo de la economía peruana está en las manos correctas.
Yo sé lo que están pensando algunos.Que ya encontré algo más de barro para restregarle en la cara a todos el mensaje de que el gobierno de Dina es el culpable de todo y de que se tiene que ir y que mira cómo nos ha metido a una recesión.Pero sería mentira y sería bastante malicioso.El camino que nos ha llevado a esta recesión ha sido largo y hay culpa para repartir.Sí, por supuesto que este gobierno tiene su parte de responsabilidad, porque hay mucho que el ministerio de economía podría hacer para acelerar la recuperación, pero que no está haciendo.No obstante, ¿fue este gobierno el que espantó las inversiones? No, no lo fue.Fueron los líderes políticos que promovieron el conflicto y los enfrentamientos.Lo demás es consecuencia de eso.
Y es que las acrobacias mentales de los comentaristas usuales están bien para la reafirmación de sus posiciones irracionales, como cuando dicen que violencia no es agredir físicamente a la presidenta.Sugerirlo es motivo de insultos y ataques en las redes sociales.No, violencia es provocar un acto de violencia.Momento, pero “acto de violencia” no puede ser violento, porque la agresión misma ahora no es violencia, dicen.Sería algo así como la provocación de un acto de post violencia.Eso sería más bien lo violento.En fin, no se fijen mucho en la semántica o en el verdadero significado de las palabras.Aquí lo importante es que todo es culpa de Dina y que se vayan todos.Y que la asamblea constituyente, de paso.Sí, eso también.
Dejemos de darle quince vueltas a las cosas y llamémoslas por su nombre.Agredir físicamente a una mujer -sea presidenta o no- es violencia.De igual manera, rescatar a Petroperú en este momento en el que se encuentra endeudada, en el que pierde cada vez más dinero y que no ha hecho ni un solo cambio a sus procesos internos o a sus puestos ejecutivos, es rescatar a Petroperú.Cuando Ollanta Humala era presidente y nos mintió con respecto a lo que sucedería si empoderábamos a esta empresa pública y además le regalábamos varios miles de millones para que construya su refinería en Talara, había mucha confusión con respecto al tema.Hoy en día ya no.
A todos nos queda claro que tiene una deuda impagable que supera varias veces el valor de todos los activos de la empresa.Lo que es peor, las pérdidas de Petroperú no se han reducido con la entrada en funcionamiento de la refinería de Talara.Por el contrario, eran de US$38.3 millones solo en el periodo de enero a setiembre del 2021.Para el mismo periodo del 2022, la pérdida fue mayor, de US$60.9 millones. ¡Casi el doble!Ojo que éste fue el periodo en el que la nueva refinería de Talara entró en funcionamiento.
Pero está bien, digamos que la maquinaria en Talara tenía que calentarse y agarrar viada.Pues, ésa tampoco sería excusa, porque en el mismo periodo para el 2023, las pérdidas no se han reducido.Por el contrario, se han incrementado y poco menos que se han multiplicado por diez.Han pasado a ser US$530.2 millones.Es decir, ya nada defiende a Petroperú.No tiene salvación, no tiene excusa, no tiene justificación.Que sus directivos hayan dado una conferencia de prensa para lavarse la cara es francamente lamentable.