Perú no es el único país donde Gustavo Gorriti habría manipulado la opinión pública y a diversas instituciones del sistema de justicia. El domingo 18 de febrero, el ex fiscal general de Panamá, José Antonio Sossa Rodríguez, denunció en el programa “Contracorriente” de Willax el “modus operandi” del director de IDL Reporteros para destruir su imagen pública, chantajearlo y manipular las noticias en su contra cuando este era director de informaciones del diario panameño La Prensa durante la década de los 90´.
(José Antonio Sossa Rodríguez / Crédito: Captura Willax).
Sossa Rodríguez relató a la productora “Destape Perú”, quienes difundieron esta información en el programa “Contracorriente”, el inicio de los ataques de Gorriti como director del área de información del diario La Prensa de Panamá. Todo comenzó cuando tras tomar posesión del cargo de procurador general de la nación, el periodista fue a su despacho para pedirle que abriera una investigación fiscal contra el entorno del ex presidente panameño Ernesto Pérez Balladares, quien gobernó de 1994 a 1999.
“Él quería que abriera la investigación contra el yerno, el esposo de la hija del presidente, porque supuestamente tenía él (Gorriti) evidencias de que estaba relacionado con narcotraficantes. Yo le dije: ´si tú me muestras evidencias de un delito o un posible delito, créeme que yo voy a abrir inmediatamente la investigación. Pero tienes que presentarlas. Yo no puedo abrir una investigación contra cualquier ciudadano simplemente porque alguien está cometiendo algo indebido”, contó y efectivamente, Gorriti “jamás” presentó las pruebas.
“Varias veces le insistí y varias veces prácticamente acudía a que yo tenía que responder a su palabra y actuar, pues él era un periodista serio”, agregó.
El hecho de no poder investigar sin pruebas y por ello negarse a cumplir esa petición, fue motivo para que Gorriti llevara a cabo su venganza mediática, en palabras de Sossa.
“(Él) produjo una primera plana, un día lunes, que presentaba supuestamente un cheque mío que él sugería había sido pago de origen de narcotráfico que se me había entregado a mi para una campaña electoral en la que yo había participado antes de ser procurador”, señaló Sossa Rodríguez.
El entonces procurador fue confrontado por Gorriti sobre los supuestos fondos ilícitos para su campaña como diputado, durante una fiesta por el bautizo de uno de los hijos del director del diario La Prensa. Gorriti aseguró que sabía de la existencia del supuesto “cheque” del aporte del narcotraficante y como respuesta, Sossa Rodríguez lo invitó a su casa para que revisara la lista de los aportantes de su campaña. Sin embargo, Gorriti no se apareció, sino que envió a sus subordinados.
“Era un registro escrito a mano donde no habían muchos aportantes, porque había sido durante la época del temor al régimen militar y fueron pocos los que me dieron donaciones. Serían unas 15 personas. Se las mostré y hasta fotografías le tomaron como a escondidas. Les dije que si querían fotografiarla aquí estaba, podían hacerlo”, relató.
Según reportó el programa Contracorriente, el supuesto cheque bancario incriminatorio publicado por Gorriti, era de la institución panameña “Pribanco” y la empresa “Simar Joyeros” figuraba como el emisor del cheque por cinco mil dólares.
(El “cheque” incriminatorio contra José Antonio Sossa Rodríguez/ Crédito: Captura Willax)
El procurador propuso a los subordinados de Gorriti ir a Pribanco para corroborar la información. “Llegamos al banco y efectivamente ese cheque no existía”, afirmó. Para limpiar su imagen, Sossa Rodríguez solicitó más información sobre el origen del “cheque” a Pribanco y consiguió una carta, fechada el 8 de julio de 1996, donde el entonces gerente general del banco, Joaquín de la Guardía, declaró que “No existe la cuenta a nombre de Simar Joyeros”. Esta carta fue difundida en Contracorriente.
(Carta de Pribanco a José Antonio Sossa Rodríguez / Crédito: Captura Willax)
Tras investigar más, Sossa Rodríguez descubrió que “lo que se supone era un cheque, era una fotocopia. Tú puedes agarrar distintas cosas y unirlas para sacarles una copia y que simulen ser una pieza completa auténtica”.
Esta carta de Pribanco se sumó a los documentos presentados cuando el ex procurador de Panamá interpuso la demanda contra Gustavo Gorriti por difamación, la cual sin duda afectó su imagen pública.
“El modus operandi de él es el manejo de la destrucción de imágenes y la utilización del poder de la opinión pública para lograr propósitos, controlar gente, forzar decisiones. Ese manejo, yo creo que él se ha convertido en un especialista formado en esa escuela", afirmó al respecto de Gorriti el ex procurador.
Contracorriente informó que esta demanda no pudo proseguir pues, aunque contaba con dos impedimentos para salir de Panamá, Gorriti logró escapar con ayuda internacional de medios como Reporteros Sin Fronteras, la BBC, EFE, France Press, Reuters, los cuales fueron a Panamá a brindarle su apoyo.
Enemigo mediático
La productora “Destape Perú” también entrevistó a los periodistas panameños Fernando Kant y Garrit Geneteau sobre la oposición mediática que realizaron contra la manipulación de la información perpetrada por Gorriti.
“Él era una especie de manipulador de las noticias políticas porque el medio en esos momentos estaba atacando a Pérez Balladares sin piedad porque el tema del bendito cheque, que en realidad fue una mentira y fue un chantaje para seguir golpeando el sistema jurídico en este país”, expresó Geneteau, quien en la década de los 90´ fue secretario general del Sindicato de Periodistas Panameños, fundado en 1948.
Geneteau supo que Gorriti cambiaba las notas escritas por dos de sus colegas sin su consentimiento. “Este señor, le daba el volteo de las noticias a las tres de la mañana, cuando todo el mundo estaba durmiendo. Y al día siguiente los colegas amanecían con sus noticias volteadas y eso logró que esos colegas fueran demandados por calumnia e injuria”, denunció.
Entonces, según contó Kant, los gremios periodistas salieron a protestar y colocaron pancartas “para que la gente viera y dio su efecto. Lo logramos entre varios periodistas que salimos a pelear para que vieran lo que se estaba haciendo con los colegas”.
Estas revelaciones de antaño, que llegan desde Panamá, son una raya más al tigre de manipulaciones y operaciones políticas encubiertas de periodismo realizadas por Gustavo Gorriti. Lo que ha hecho en el Perú, lo hizo previamente en Panamá durante la época de los noventa. A la luz de los hechos, pocas dudas caben sobre la necesidad de investigar su accionar en nuestro país.