OpiniónMiércoles, 13 de marzo de 2024
Snowflakes de derechas, por Patricio Krateil
Patricio Krateil
Comunicador

Hablar de izquierdas y derechas suele ser un poco complicado, debido a los enormes cambios que han tenido dichos conceptos a lo largo de los años y que aún en la actualidad no son claros para muchos.

En lo que respecta a esta columna, voy a tratar sobre la derecha y en ella incluiré tanto a conservadores como liberales, lo que me parece un consenso académico válido.

Ahora bien, tengo la sensación de que tanto conservadores como liberales se han visto afectados rotundamente por el progresismo. No me refiero a que ahora salen con pañuelos verdes o te hablan con la X en vez de la A. No, por ahí no va. Se han visto afectados por la hipersensibilidad progresista, a tal punto que los veo lloriqueando por todo últimamente. ¿Dónde quedó el acto de rebeldía frente al status-quo progre? ¿A dónde se fueron las “fuerzas del cielo” de los mileistas o el casco de Pizarro de los anti-globalistas?

Por un lado, me parece que los conservadores se ofenden cada día más rápido sobre cualquier chiste y en materia de cine, series, música y arte en general paran viendo fantasmas. Ahora, absolutamente todo les parece progresista. Si sale una lesbiana en una serie, automáticamente es un producto del globalismo. Recuerdo un video de más de 20 minutos de Agustín Laje (de quien he leído dos libros y guardo respeto) diciendo que el nuevo Spiderman (Miles Morales) es un producto del progresismo. Además, noté que estaba haciendo toda una serie de artilugios para reivindicar su postura de que Miles Morales era un progre, cuando realmente el personaje es completamente diferente a Peter Parker, dado que es de una dimensión paralela y, de hecho, en los cómics está todo muy bien explicado. En ese sentido, las películas animadas están espléndidamente bien hechas.

Hace poco también vi que algunos conservadores pegaron un grito al cielo por la película Poor Things (pobres criaturas), porque estaba llena de sexo y veían que los personajes masculinos eran totalmente secundarios e intrascendentes. Es más, en X, leí a un usuario que afirmaba que la película era una ofensa para todos los hombres. ¿Realmente qué está pasando con el nivel de abstracción de ciertos conservadores? La película toca el mismo tema que el clásico de Frankenstein, la consciencia y su despertar humano.

Ya mejor ni profundizar en el último tuitazo de Pablo Muñoz Iturrieta (que, dicho sea, recomiendo su último libro sobre la tecnología) donde alega que Sociedad y la Nieve no ganó a mejor película extranjera porque no había ningún homosexual ni mujeres. ¿Qué nivel de ideologización se puede tener para excusarte en que una película no ganó únicamente porque no tenía homosexuales? Ya me parece ridículo, seguramente ni vio el film alemán Zona de Interés, de lo contario sabría perfectamente que está hablando con el hígado derechairo.

En fin, para no seguir con las conservas, que de ahí me llenan los mensajes con un mar de lágrimas millenials, es momento de darle a los liberales, que también sin mucha diferencia están que lloran por doquier. En lugar de ser un apoyo o en todo caso, ser críticos racionales con el único presidente libertario de la historia: Javier Milei. Estos están que se pelean por quien es el más libertario. Sacan el aclamado “liberalometro” y claro el que este cerca al anarquismo total es el más “cool” e iluminado por Rothbard. Incluso, he visto por ahí a algunos trasnochados que le han dicho a Jesús Huerta de Soto vendido porque apoya a Milei.

Para entender mejor lo que pasa en estos círculos liberales. Milei está teniendo problemas con llevar a cabo su plan a rajatablas y, por otro lado, hay ciertas cosas que ha tenido que ceder al PRO (Macri). Pero estos libertarios de copetín, en vez de comprender la política con todos sus vicios y virtudes, machacan y destruyen un proyecto, limpiándose rápidamente las manos para no parecer envueltos en la supuesta “política no liberal” de Javier Milei. Y sí, Rothbard es genial, pero únicamente con los austriacos no se va a entender la política. Por lo que sugiero abrir un poco más su caja de resonancia.

En general, mi idea no es abatir contra liberales y conservadores, sino que ambos, se den cuenta que su purismo los está llevando a actuar como la caricatura que la izquierda dice que son. No sean snowflakes, no sean sensibles, no sean como los rojos.

Si quiere suscribirse a todo nuestro contenido Vía WhatsApp dele click a este link: https://bit.ly/3SBSj3v

También puede ingresar a nuestra cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu