Hace casi dos mil años, el poeta romano Juvenal, resentido con el emperador Domiciano porque éste no le había concedido un puesto administrativo a su servicio, escribió una sátira que le costó el destierro de Roma por varios años, hasta que murió dicho emperador. En la sátira aparece la frase “panem et circenses”, esto es, “pan y espectáculos de circo” lo que hoy resumidamente conocemos como “pan y circo”. Es una frase latina peyorativa, que describe la práctica de un gobierno de mantener contento y tranquilo al pueblo, ocultándole hechos y situaciones controvertidas, proveyendo a dicho pueblo de alimento (en Roma los emperadores obsequiaban trigo, panes, etc.) así como espectáculos o juegos en el Circo, de baja calidad y todo en base a un clientelismo, lo que hoy denominaríamos populismo. Con esta frase, Juvenal mostraba su desprecio por la decadencia por la que atravesaba Roma: corrupción, pérdida de valores y principios democráticos, olvido del respeto al Senado y a las leyes, costumbres licenciosas y hasta depravadas, promiscuidad sexual, etc. Los políticos romanos diseñaron pues un “plan” en el que para ganarse el voto de la plebe lo mejor era regalar comida barata (¿Los caramelos de Boluarte en Ayacucho?) y entretenimiento, lográndose así de esa manera, una alienación del pueblo que lo despojaba de su espíritu crítico, mientras que, a su vez, ese mismo pueblo se sentía satisfecho por esa falsa generosidad de los gobernantes. Juvenal escribió lo siguiente: “… desde hace tiempo —exactamente desde que no tenemos a quien vender el voto—, este pueblo ha perdido su interés por la política, y si antes concedía mandos, haces, legiones, en fin, todo, ahora deja hacer y sólo desea con avidez dos cosas: pan y juegos de circo” (Juvenal, Sátiras X, 77–81).
Como se podrá apreciar, esta “costumbre” de acallar y tranquilizar a los pueblos con medidas populistas data de más de dos mil años de antigüedad y no ha pasado de moda. Hoy las “políticas” populacheras de otorgar “pan y circo” a las masas es de uso común y ocurre en muchos países en vías de desarrollo y -vaya consuelo- inclusive en los desarrollados. Por lo general esta “política” se da en gobiernos decadentes o incapaces de generar proyectos, nuevas ideas, planes o programas de desarrollo, planes de gobierno concretos y bien planificados, etc., gobiernos en donde, adicionalmente, la corrupción y los intereses políticos particulares campean, con políticos cuestionados -por decir lo menos- o claramente corruptos. De allí que este tipo de “gobiernos” al garete, sobrevivan por lo general ofreciendo a la sociedad civil (hoy ya no se habla de “pueblo”), además de muchas promesas y falsas ilusiones, también el despilfarro del tesoro público con bonos, aumentos del sueldo mínimo, feriados, gratificaciones legales, aguinaldos, más puestos burocráticos de trabajo para los amigos del gobierno, etc. ¿Les suena conocido?
Hoy, para variar, el gobierno peruano, si bien no puede ofrecer “pan”, ya que vivimos en una economía en franco receso, estancada por no decir paralizada, casi sin crecimiento alguno, decide ofrecer “circo” a las masas de peruanos decepcionados de la política, de los políticos y de este gobierno. Lima ha sido “elegida” como sede de los Juegos Panamericanos 2027. Para ello, creo que es pertinente recordar todo el debate que ocurrió por los Juegos Panamericanos 2019. El Perú había sufrido no hacía mucho la tragedia originada por el Niño Costero en el verano del 2017, en pleno gobierno de PPK. El norte especialmente y gran parte de otras zonas del Perú, estaba literalmente destruido. Aquí no más en Lima, bastaba irse a Carapongo o en los alrededores del rio Rimac y la tragedia pululaba por doquier. Ante esta situación, y ante las fuertes críticas a despilfarrar un dineral en los Juegos Panamericanos, PPK decidió igual hacerlos alegando que había dinero tanto para la reconstrucción de las zonas afectadas como para la organización de los juegos y creó el programa denominado: reconstrucción con cambios. Lo demás es historia. Los Juegos Panamericanos 2019 fueron muy bonitos, bien organizados y costaron un platal. Sin embargo, el Perú afectado por el Niño Costero quedó igual. Nada se hizo y especialmente el norte del Perú (Piura, etc.) continuó destruido y seriamente afectado. La reconstrucción con cambios continuó sin reconstrucción y sin cambios.
Debemos recordar que un deber fundamental del Estado y de todo gobierno es el trabajar por el bien común de la sociedad civil. El bien común es la razón de ser de la existencia de todo Estado y gobierno. Se antepone a todo. Es deber de todo Estado crear las condiciones mínimas para que la sociedad civil pueda tener acceso a educación, salud, vivienda, alimentación, agua, seguridad ciudadana, etc. como fines prioritarios. Lo demás es accesorio. De allí que en su momento se le cuestionara a PPK el gastarse un dineral en Juegos Panamericanos cuando el Perú acaba de sufrir el embate del Niño Costero y medio país esta afectado, por no decir destruido. Sin embargo, la frivolidad y el populismo de PPK pudo más, y los resultados se pueden ver.
Hoy el actual gobierno ha decidido repetir el mismo “Circo”. En un momento en que el Perú atraviesa una seria recesión económica, las bienes y alimentos suben de precio cada semana, la pobreza e informalidad aumentan a diario, la inseguridad ciudadana ya es escandalosa (hasta la presidente cuenta con más de treinta policías, comisarios incluidos, para su seguridad personal), no hay trabajo ni inversiones serias, se decide gastarse mas de 370 millones de dólares en unos Juegos Panamericanos 2027. Digo gastarse más, porque definitivamente aparecerán los “ajustes” por comisiones, coimas, arreglos, contrataciones, asesorías y demás conceptos “no presupuestados”. ¿Cuántos colegios (actualmente la mayoría en condiciones desastrosas), hospitales, postas médicas, carreteras, etc. por solo mencionar algunos rubros, podrían construirse con ese dinero? Sin embargo, el populismo y el circo pueden más, el afán de cubrir la incapacidad e ineptitud de este gobierno, por no decir corrupción, pueden más, atentando obviamente contra los derechos fundamentales de todos los peruanos a una vida digna con excelente salud, educación, vivienda, seguridad, etc. y no el desastre en el que vivimos.
En resumen, dejémonos de tonterías y populismos que el Perú no está para juegos Panamericanos sino para invertir en desarrollo y crecimiento. Ya basta de medidas populacheras. A todos nos gustaría tener unos estupendos Juegos Panamericanos ¡Qué duda cabe! Pero señores, la situación no está para juegos: el hambre, la enfermedad, el desempleo, el analfabetismo, la inseguridad (asesinatos y robos campean a diario), etc. no es algo secundario ni accesorio. Todo lo contrario. Son prioridades. De allí que, señores del gobierno, pónganse los pantalones y hagan lo que tienen que hacer. Solucionen los graves problemas que vivimos. Es su obligación. Para eso están en el gobierno. ¡Déjense de frivolidades y populismos! Los peruanos y sus grandes necesidades son lo primero. El circo… déjenselo para los romanos y sus emperadores.