Es urgente hacer una reforma constitucional para que personajes como Antauro Humala no puedan ejercer ninguna función pública y tiene todo el sentido del mundo, pues cómo es posible que un ex condenado por homicidio pueda ser presidente. Además, no solamente él sería un peligro sino un ex terrorista, alguien perteneciente al MOVADEF e incluso una persona condenada por agresión sexual tranquilamente podría ocupar un cargo en el congreso o llegar a la presidencia.
Estas posibilidades solamente nos hablan de la poca coherencia que se ha tenido al momento de limitar los accesos al juego democrático. Realmente no hay ninguna ley que imposibilite a Antauro Humala, esto es indignante, pues podríamos tener de presidente a un asesino de policías. Al margen de esta reforma que debe de hacerse lo más rápido posible, considero, quizás algo soñador, que debería también ponerse otra limitación a nivel constitucional a los futuros candidatos: prohibir el comunismo y toda ideología totalitaria.
Muchos pensarán que es antidemocrático y poco liberal una propuesta de esa índole; sin embargo, considero que es todo lo contrario. El comunismo, al igual que el nazismo y fascismo que están proscritas en Europa, es una ideología que solo ha llevado hambruna, represión y sangre en cada país que se aplicó, ya sea en el este europeo o en la isla centroamericana, siempre termina todo igual. Líderes que viven como reyes mientras su pueblo no tiene sanidad ni alimentos. Grupos paramilitares que invaden sin ningún requisito legal zonas rurales para extorsionar y reeducarlos en el socialismo marxista. Hoy en día, en nuestro vecino del norte, Venezuela, vemos como el gobierno está financiado por el narcotráfico y sicariato, además de haber dejado libres a bandas criminales que han migrado a Ecuador, Colombia y Perú principalmente.
Entonces, si una ideología tan nefasta y destructiva como el comunismo lo único que hace es socavar libertades y violar las normas jurídicas de todo Estado de derecho, creo que es más que racional pretender limitar todas las opciones posibles para que ideologías así lleguen a tomar el poder. Puesto que, al comunismo, nunca le importo el cómo llegar al poder, pues lo único importante para ellos es tener el mando. Como diría Lenin: “Más allá del fusil todo es ilusión”.