Es el típico comercial donde aparece un hombre sosteniendo varias correas. A simple vista, pensamos que se trata del típico paseador de perros. Cuando el sujeto termina de atravesar los arbustos que no dejaban ver a los “animales”, se descubre que no está paseando perros, sino un grupo de niños, los cuales parecen eso: perros o mascotas.
Incluso, aparecen las redes sociales de esta compañía de paseadores de niños, a las que se puede contactar para solicitar “el primer servicio para sacar a los niños a la calle por ti”.
Este comercial fue lanzado en España y en cada audiencia que se presenta, muchos se cuestionan si este sería el futuro de las familias fuera de Europa y quizás crean que ya es una realidad, pues la decadencia del “viejo continente” es muy evidente, especialmente porque la gente ya no quiere tener hijos y sus vidas están enfocadas en otros temas que ni siquiera tendrían tiempo para pasar un momento con ellos al aire libre. Quizás hasta podríamos cuestionarnos si las mascotas han terminado por reemplazar a los hijos, siendo el culmen de la expresión de los “perrhijos y gatihijos”.
¿Quién no ha visto en los últimos años a los perros siendo paseados en coches de bebé? Esto ya se ve en varios distritos de Lima y a veces cuando uno se acerca al coche ya no sabe si preguntar si se trata de un ser humano o un animal.
Contratar a un paseador de niños no sería una idea tan alocada en la actualidad y en los años futuros. Es una realidad probable y a la que se llegará pronto. Está la idea que varios se han preguntado con este comercial.
Sin embargo, este no es cualquier comercial, sino un experimento lanzado por la Clínica de la Universidad de Navarra (España) y Multiópticas para concientizar el hecho de que las mascotas pasan más tiempo al aire libre que los niños. Según el estudio sobre tiempo de juego en la infancia del el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y de Ocio en el marco de la Guía Aiju 2019-2020, los perros salen a la calle al menos tres veces al día, mientras que los niños solo están 35 minutos diarios fuera de la casa.
Pues estas cifras resultan interesantes teniendo en cuenta de que las mascotas están comenzando a tomar el lugar que les corresponde a los hijos. Basta con ir a centros comerciales o a otros lugares públicos para encontrar que son cada vez más las personas que están paseando con perros y tienen una actitud de “mírame y no me toques”, mientras que los animales están visiblemente ansiosos porque los están convirtiendo en algo que no son.
Nos estamos convirtiendo en una sociedad que se preocupa por sacar más a los perros que llevar a los niños a jugar al parque o a pasear, y así dejen de estar pegados a los aparatos electrónicos que no hacen más que retrasar su desarrollo cerebral.
En ese sentido, el comercial señala que el hecho de que los niños no salgan al aire libre puede ser una de las causas de la aparición de la miopía, además de temas genéticos y de salud.
Si sumamos el tema de los aparatos electrónicos como celulares, tablets, televisores y computadoras, resulta muy triste saber que los niños ya no están recibiendo ese elemento que les ayuda a desarrollarse y socializar, así como descubrir lo que hay más allá de sus casas. Y quizás sería un tema para preguntarse sobre la actitud de los padres, pues es muy sencillo darle a un niño la tecnología para calmarlo, pero en el fondo no están atendiendo a sus necesidades emocionales y están siendo negligentes en el afecto familiar.
No generalizamos, pero quizás para muchos es más conveniente y “fácil” ocuparse de un animal, que de una persona. Yo sí me imagino a padres contratando a paseadores de hijos para que otras personas les puedan dar un tiempo y un espacio que ellos no pueden generar por una actitud de dejadez.
Ver a niños reemplazando a los perros y a los perros reemplazando a los niños es una locura, pero no está lejos de la realidad. Las nuevas y futuras generaciones están perdiendo el sentido de la humanidad y del orden natural de las cosas. Por eso hay que despertar y actuar para que vuelva ese orden y tener generaciones saludables mentalmente.