El escándalo suscitado por los 15 relojes de alta gama, especialmente el Rolex de oro rosa, que posee la presidenta Dina Boluarte y la investigación preliminar que la Fiscalía abrió en su contra por la presunción de enriquecimiento ilícito han puesto sobre la mesa la carta de la vacancia, por iniciativa de la bancada de Perú Libre.
La palabra “vacancia” ya tiene un poder especial sobre la opinión pública peruana, pues está ha provocado marchas multitudinarias, crisis políticas y malestar social. En los últimos diez años, ha significado la salida del poder de tres presidentes: Pedro Pablo Kunczynski, Martín Vizcarra y Pedro Castillo, tras su fallido golpe de estado.
La presidenta Dina Boluarte se enfrentaría a una vacancia por incapacidad moral.
El texto de la iniciativa del partido del lápiz, presentado por la vocera Perú Libre, Margot Palacios, señala que la razón principal del pedido es que “a la fecha no ha mostrado transparencia del origen y el modo de obtención de su reloj Rolex, cuyo costo supera los 14 mil dólares. Sus medias respuestas y contradicciones evidencian graves irregularidades en su adquisición”.
Preguntado sobre si existiría algún tipo de conspiración política por parte de Perú Libre en contra de la presidenta, el abogado Humberto Abanto explicó a El Reporte que “esto es más un ajuste de cuentas de antiguos partidarios que una conspiración. Cuando se arman los desórdenes en el Perú, nadie viene a buscar el orden”.
Aunque la opinión pública peruana, caracterizada por su emotividad, suele favorecer la vacancia, no debemos olvidar que esta es una herramienta en la estrategia política para la que deben considerarse todos los escenarios.
Sobre la actitud favorable de la opinión pública a la vacancia, de acuerdo con Abanto, esta tendría una explicación: “tenemos 13 años en los que lo único que se ha ingresado a la atmósfera política es odio y ese odio que antes se dirigía a una persona, como Alan o Keiko, es un odio multidireccional y autodestructivo. Eso hace que el país sienta ganas de derribar el sistema político en medio del escándalo”.
Uno de los actores que fomentan este descontento popular es “la prensa porque es la que siembra la semilla de este desorden. Lo que ha golpeado a la opinión publica ha sido que se diga que sean Rolex, lo cual no se ha comprobado, pero se habla de ello y se multiplican los memes ¿Cómo no va a sentir odio la gente que vive en medio de la crisis y vea que la presidenta se entrega al lujo?”.
Sobre la posibilidad de la vacancia contra Boluarte, Abanto considera que es “muy remota, pues al momento hay una discusión sobre unos relojes que nadie sabe si son auténticos. Es muy difícil que el Congreso tome una decisión con eso y presumir enriquecimiento ilícito sin tener certeza de la autenticidad de los relojes, tendría que explicar cómo los adquirió. He visto su declaración jurada y tiene 500 mil soles en el rubro ‘otros´. Por eso, es un escenario muy remoto y precipitado”.
Por su parte, Lucas Ghersi comentó a El Reporte que también considera improbable la vacancia porque “la mayor parte de los congresistas y políticos no quieren un cambio”. Sin embargo, considera que no se deben pasar por alto las “gravísimas acusaciones que pesan sobre la presidenta”.
Emoción, razón y una “alternativa”
El vocero de la bancada de Renovación Popular, Jorgen Montoya, declaró a la prensa el 21 de marzo que no está de acuerdo con una posible vacancia presidencial porque sería “un suicidio económico” que terminaría arriesgando la estabilidad del país.
Tengamos en cuenta la inflación y que, según Videnza Instituto, a fines del año 2023 la pobreza monetaria habría afectado al 30.5% de la población (aproximadamente a 10.3 millones de peruanos).
En ese sentido, Humberto Abando señaló al El Reporte que “la economía peruana viene decreciendo año a año y que el país necesita estabilidad, aunque sea esta precaria estabilidad con Boluarte. Aventurar al país a unas elecciones presidenciales implica un zarandeo que asusta a los agentes económicos”.
“Recordemos el dicho: ´No hay nada más cobarde que un dólar, porque se dispara´. Con ello, se retrasa la inversión, si hay menos inversión, hay menos empleo, si no hay empleo, hay más pobreza y más crisis para el país”, comentó.
Montoya considera que la vacancia sería lo peor para el país.
Ante el posible caos que se desataría, Montoya indicó a la prensa que existen otros métodos para que la presidenta “pague sus culpas”. Este proceso tendría tres partes:
La primera parte, sería que la Fiscalía investigue el escándalo de los relojes de alta gama , y cuando lo crea conveniente, si encuentra los indicios requeridos, envíe una acusación constitucional al Congreso. Después, cuando esa acusación llegue al Congreso, esta sería evaluada por la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, y si se aprueba en el Pleno, Boluarte podría ser procesada cuando deje la presidencia de la República en el 2026. Por último, paralelamente a esta denuncia, el caso Rolex puede ser investigado en la Comisión de Fiscalización.
Esta alternativa propuesto por Montoya, según Abanto, estaría basada “en la hipótesis de que Dina Boluarte no fuera vacada, pues para que a ella la procesen y se formalice la investigación tiene que dejar de ser presidenta”.
Elecciones
Abanto explicó que una posible vacancia presidencial presentaría un dilema, pues no se sabría qué tipo de elecciones se tendrían, si generales o presidenciales. “Habría que resolver la duda si los congresistas seguirían en su cargo. La Constitución establece dos causales para que termine el mandato parlamentario: una es el cumplimiento del plazo de cinco años y la otra es la disolución del congreso”.
Tampoco hay una garantía respecto a la persona que ocuparía el cargo de la presidencia de la República. “Imaginense que gane un presidente que no tenga representación en el congreso, en ese caso habría una situación complicada. Tendríamos un presidente rehén del congreso o uno que se entienda con él”.
Por esa razón, Abanto considera que en medio de este panorama “todos debemos reflexionar sobre tratar de dar un salto al vacío, aunque la señora Boluarte no sería la persona que yo quisiera que esté en el cargo, no se trata de sacarla porque sí del cargo con un escándalo”.
Agregó que fomentar escándalos se ha convertido en una práctica común en el Perú y que una de las teorías que ronda es que el escándalo por el Rolex de Dina Boluarte haya sido originado por el ex premier Alberto Otárola, pero de acuerdo con Ghersi, “no hay evidencias que respalden esa teoría. Solo son especulaciones”.
Mala respuesta
Tanto Abanto como Ghersi coincidieron en que las “explicaciones” que ha dado la presidenta son pésimas.
“La señora Boluarte no ha reaccionado correctamente, una persona como ella tiene que entender que esta sometida a un intenso escrutinio público y tiene que responder adecuadamente y ha dado respuestas confusas que dan una mayor preocupación. Tenemos que ver como avanza la investigación del fiscal Villena que es muy rápido para eso pero no para otros”, manifestó Abanto a El Reporte.
Por su parte, Ghersi expresó indignado que “no hay una explicación mínimamente razonable y su silencio parece un indicio de culpabilidad , esa ausencia de explicación es un indicio de que ese reloj podría ser una dádiva a cambio de algún favor político. Una persona inocente se defendería rápido”.
Lo que se revela con este asunto, prosiguió, “es un tema de corrupción. Si normalizamos estas cosas no hay de donde acabar y se vuelve algo aceptado, eso sería la degradación del estado de derecho. Me gustaría ver a las bancadas pidiendo explicaciones”.
También advirtió que no se debe ignorar que el gobierno actual es “la continuación de Pedro Castillo. Hay personas que entraron con agendas que no son buenas”.
Por ello, opinó que “si el Congreso decidiera vacarla, yo no estoy convencido de que sería algo negativo, es una decisión que podría justificarse. Hay que recordar que en este gobierno hay denuncias graves de corrupción, que incluso hasta sepan el paradero Cerrón. Hay muchas dinámicas disfuncionales aún en este gobierno”.
Todos estos actos deplorables, no son más que una muestra de lo que algunos sujetos políticos son capaces de hacer con tal de conseguir el poder, expresó Abanto.
“Los que pueden pescar en este río impulsan estas cosas. A esa gente no le interesa nada más que el poder. Los últimos cinco años han sido muy aleccionadores sobre lo que pueden ser capaces por el poder”, destacó.
Por todas esas razones, ante el planteamiento de una vacancia, lo más sensato es poner todas las piezas en la balanza y evaluar las alternativas posibles amparándose astutamente en lo legalmente posible.
Aunque el tema de los relojes de Dina fomente una indignación que se podría canalizar en una vacancia, los políticos y la opinión pública deben mantener la cabeza fría, porque el destino y la estabilidad del Perú está en juego.