El congresista perulibrista Waldemar Cerrón ha prometido en una asamblea con colectiveros que la formalización del taxi colectivo será una realidad en la capital peruana “así sea por insistencia”. El parlamentario que presentó el proyecto de ley de formalización de taxi colectivo es Segundo Montalvo, compañero de bancada de Cerrón y se debe recalcar que cuenta con un amplio expediente de denuncias penales.
Montalvo, quien plantea legalizar a los colectivos y tomar decisiones en materia de transporte, tuvo la licencia de conducir cancelada por cometer faltas graves el año 2008. Aparte, este “padre de la patria” figura como imputado en el distrito fiscal de Amazonas, región en la que fue electo, por cuatro procesos: En 2005 se le denunció por robo simple; en 2009, por receptación y hurto agravado; en 2015 por dos cargos de usurpación, y finalmente en 2018 por falsa declaración de procedimiento administrativo.
Asimismo, en la asamblea estuvo el abogado Alfredo Araujo, tiktokero conocido como “el rey de las impugnaciones”. Y es que como afirma el periodista Juan Pablo León, este abogado anuló 582 papeletas por 11 millones de soles, beneficiando a infractores al volante a través de diferentes argucias legales. Precisamente una de las principales demandas que tienen los gremios de taxi colectivos es la de la anulación de papeletas a choferes.
Sin embargo, ya es conocido el tipo de personas que hay dentro del partido Perú Libre y los aliados que tienen. Lo importante es explicar por qué el taxi colectivo es perjudicial para el sistema de tránsito en el país. Un primer argumento que menciona Juan Pablo León es que los colectivos congestionan el tráfico pues impiden el funcionamiento del transporte formal como lo son los buses. Donde entran 3 colectivos con 12 pasajeros entraría un bus con 60 personas. Un ejemplo claro de ello se ve en la avenida Arequipa o en Javier Prado, donde muchas veces los colectivos se aglomeran y congestionan el tráfico.
Otro argumento es el sistema mafioso de cobro de cupos a los colectiveros. El año 2020 se descubrió que había mafias que cobraban cupos a los colectivos a cambio de brindarles “seguridad” a los choferes y darles permiso para que circulen en ciertas zonas. Ello salió a la luz pues los colectivos tenían pegados en las ventanas stickers muy particulares que representaban la zona por la que podían transitar y la mafia que cobra el cupo. Vale recalcar que una posible formalización del transporte de taxis colectivos empoderaría estas redes criminales.
Finalmente, un aspecto bastante obvio es que los taxis colectivos no tienen ningún tipo de rutas definidas, ni paraderos concretos, lo cuál genera caos especialmente en horas punta. Asimismo, muchos exceden los límites de velocidad, dado que no hay horarios muchos trabajan de madrugada cuando el tránsito vehicular bajó y por ende aceleran sin medir ningún tipo de riesgo. Además, muchos de los choferes ni siquiera cuentan con licencia profesional, lo cual es una abierta infracción a la ley.
En conclusión, formalizar los taxis colectivos retrocedería al Perú más de lo que ya estamos en materia de tránsito. Formalizarlos implica fortalecer a organizaciones criminales que cobran cupo y están asociadas a este sector. Además, no se soluciona en absoluto el problema del tránsito, muy por el contrario, el caos seguirá siendo el pan de cada día en la capital peruana. Por su parte, la Autoridad de Transpore Urbano (ATU) se ha pronunciado respecto del proyecto de ley de Montalvo y señalan que aprobarla implicaría un retroceso en los avances de la reforma de transporte y generaría mayor inseguridad y caos vehicular.