En este gobierno las fuerzas del orden vienen adquiriendo material de mala calidad a precios exorbitantes. Funcionarios corruptos coludidos con empresarios deshonestos realizan negociados en desmedro del presupuesto público. Lo peor, sin embargo, es que dejan a las fuerzas del orden inermes frente a una delincuencia cada vez más violenta y ante la agresión de turbas iracundas.
Algunos ejemplos. El año pasado, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) adquirió sin licitación 540 pistolas y 540 escopetas para enfrentar los violentos disturbios sociales.
Compraron pistolas “Ramón” de la fábrica israelí EMTAN a US$ 875 cada una, casi medio millón de dólares. Esas armas son de pésima calidad, una mala copia de la Glock, a tal punto que la Guardia Civil española las devolvió el año pasado. Y la GC de España las compró a US$ 325 cada una.
En suma, el CCFFAA compró un arma de tercera categoría a un precio descomunal. Pagando menos se hubiera podido adquirir una pistola de primera. Una ratería desvergonzada.
Las 540 escopetas turcas que compró el CCFFAA son peores todavía. No sirven para la finalidad para las que fueron compradas. Adquirieron escopetas semiautomáticas, que se encasquillan cuando disparan perdigones de goma, que se usan en disturbios sociales. La carga de pólvora es menor y la masa de munición más liviana que los cartuchos usuales para esas armas.
Demás está decir que las compraron también a un precio descomunal para material de tan baja calidad, US$ 840 cada una.
Si había urgencia, las compras podían hacerse, en efecto, directamente, pero adquiriendo material de calidad a precios razonables.
Otro ejemplo es el de los fusiles Arad 7 adquiridos el año pasado para el Ejército por FAME (Fábrica de Armas y Municiones del Ejército), sin licitación y también a un precio excesivo. Como he explicado en esta página (“¿Una compra infame?”, 29/1/24), ese oscuro negociado pudieron hacerlo gracias a una ley infame que le permite a FAME, si es que le encargan una compra, evadir la licitación y designar a dedo al proveedor. FAME ya se amarró con la israelí IWI.
Ahora el Ministerio del Interior pretende comprar sin licitación, 7,300 fusiles calibre 5.56 x 45 a EMTAN, la misma de las pistolas “Ramón”. Se escudan, para tratar de perpetrar ese estropicio, en un supuesto convenio “gobierno a gobierno”. Ese tipo de compras son, por lo general, una estafa y su único propósito es evitar la licitación.
Con el cuento de “gobierno a gobierno” se encadenan en realidad con una o dos empresas privadas que han aceitado conveniente los engranajes necesarios. Y evitan hacer licitaciones donde se pueda elegir el mejor material a precios adecuados.
Ahora otro grupo se sinvergüenzas, propone como alternativa aplicar la ley infame y encargarle a FAME que haga otro negociado con los fusiles de la PNP.
La policía sabe lo que necesita y debe dársele la oportunidad de escoger armas de la mejor calidad, en una licitación pública, donde haya competencia.