Seas o no cristiano, la Semana Santa en el Perú suele ser un periodo de descanso, mediana reflexión, o incluso juerga; sin embargo, como nuestra clase política y la prensa nacional están cada vez más cerca de las costumbres profanas, mientras los peruanos buscaban descansar del oprobio y la desidia con la constantemente actúan estos grupos, el Ministerio Público decidió transformarse en el verdadero protagonista de la política y arremetió cuál centurión romano primero contra Gustavo Gorriti y luego con Dina Boluarte.
Como es obvio, es el activista “oenegero”-pseudo periodista quien tiene de su lado a un Longinos, tras lo cual, apenas si se vio afectado por el inicio formal de una investigación en su contra; mientras que en la vendetta contra Dina Boluarte, esta ha quedado prácticamente herida de muerte por andar luciendo una variedad de relojes que apenas podría haber comprado, aun si no hubiera gastado un centavo del sueldo que se le asigna como presidente de la república.
Por si fuera poco, a la presidente la han humillado tanto o más que al propio Pedro Castillo, y se ha procedido a realizar el descerraje de su vivienda personal frente a toda la prensa; en un acto que me parece desproporcionado, no porque se trate de la presidente, sino porque evidentemente existen policías de seguridad del Estado resguardando dicho recinto y que bien podrían haber entregado las llaves del inmueble a la policía fiscal para el correspondiente ingreso sin mayores contratiempos. O ¿Acaso creen que Dina baja de su carro y abre la puerta de su casa sacando las llaves de la cartera? ¡Tampoco nos hagan el cuento, pues! Ese show fue tan falso como los golpes del chavo a Kiko, ¡Con un golpecito se abrió la puerta y ni siquiera se rompió la chapa!
Hoy en día, se hace evidente que Dina no tiene poder, y por eso no nos pudo entregar a Cerrón para resucitar el pasado domingo para con ello zanjar los problemas y desviar la atención. Así, ahora le toca atravesar el viacrucis frente a los aliados de GG en el Ministerio Público, mientras el “zar de los caviares” goza de un nulo avance en la investigación en su contra. Irónicamente, es la presidente a quien le revisan entre los calzones de sus cajones y se en rumba directamente al matadero de la vacancia, como una muestra clara de quien es el más poderoso en el Perú.
Conclusión evidente del problema, no es solo que la izquierda NO sabe gobernar; además, sus representantes son sumamente traicioneros entre ellos mismos. Fieles representantes de la doble moral, cuando quieren no condenan el ocultamiento dinero en los baños de palacio y se hacen los desentendidos sobre los problemas que representan sus partidarios, aun cuando reciben el suficiente apoyo como para seguir siendo prófugos como Cerrón -quien disfruta de la película comiendo canchita y comentando por twitter (X)-. Igual o peor partido juega Tesorito, con muestras de escasa sororidad y mayor cara de palo para exigir explicaciones sobre un par de joyas, cuando no puede explicar cómo compró propiedades por mayores valores.
Evidentemente, gracias a los últimos actos de presión del Ministerio Público, Boluarte está más que expuesta y al filo de la vacancia; ella ni siquiera tiene bancada, y con un poquito de presión en la derecha, no podrán seguir avalándola si les queda algo de ecuanimidad; por lo que llegado el momento, habrá una mayoría de parlamentarios que votará por la remoción de Dina al cargo presidencial, pues para ese entonces hasta Susel Paredes se allanará al concepto razonable de incapacidad moral.
Así, personalmente dudo que Dina Boluarte pueda salvarse de la vacancia en el mediano plazo; pues sin importar cuantas alianzas se hayan conjurado para aprobar al gabinete, su gobierno es tan inútil, que lo más probable es que la prensa “gorritistoide” ya tenga una carta más bajo la manga para darle el tiro de gracia con el que terminará de desprestigiarla si el asunto de los Rolex se desinfla, y con ello materializar el tan ansiado adelanto de elecciones que piden la izquierda y los caviares.
Seguramente, A.N.T.A.U.R.O., los advenedizos de turno y uno que otro congresista ya están salivando la próxima vacancia presidencial y sus efectos colaterales. Cuanto más presión veamos en la fiscalía y el congreso contra Dina, estaremos más seguros de que la izquierda y los caviares están listos para arrancar la correspondiente campaña electoral, guerra sucia incluida.
“Poder”, decía un profesor en la universidad, es únicamente un verbo; que según la rae es: …“tener expedita la facultad o potencia de hacer algo”. Dicho esto, con el paso de los años y tantos movimientos en la política peruana, tenemos claro que los presidentes del Perú no necesariamente son quienes pueden conjugarlo positivamente en primera persona.