El titular de este artículo es la reveladora frase del presidente Petro sobre cómo será la reforma de la salud, y por analogía, el resto de las reformas y su gobierno en general. Se podrían señalar dos alternativas respecto a esta frase: 1) fue un lapsus del subconsciente, que revela sus intenciones de un autogolpe para instaurar la dictadura del socialismo del siglo XXI; 2) es una diana muy planificada de lo que se viene en el gobierno de Petro, un golpe a la institucionalidad democrática. Conociendo de memoria la cartilla del Foro de Sao Paulo que define la estrategia del socialismo del siglo XXI para ganar el poder por la vía electoral y desde adentro liquidar la democracia, estoy convencido de que la segunda alternativa es la real respecto a las intenciones totalitarias de Petro.
Comencemos por la salud: el golpe es por la vía de la intervención, que para efectos prácticos es una expropiación de las EPS, con la finalidad de estatizar el sistema de salud y así arruinar la salud de los colombianos, lo cual es una efectiva vía para la pauperización del pueblo con el objeto de hacerlo dependiente del régimen del socialismo del siglo XXI. Así, en efecto, en menos de 24 horas intervino las dos más grande EPS del país, ya la mayoría de colombianos, dependen de un sistema estatal de salud, y en muy corto tiempo la totalidad de ellos estará bajo un modelo de salud copiado del cubano y aplicado en Venezuela, con la consecuente pérdida cuantiosas de vida y un estado de morbilidad generalizada.
Esto equivale a un genocidio, y es que esa es en última instancia la característica básica del socialismo: un régimen que aniquila la libertad y la vida de millones de seres, como lo atestigua los genocidios estalinista, maoísta, de la Europa oriental, el Pol Pot y del socialismo del siglo XXI, al cual se adhiere Petro. Se está efectuando claramente la “crisis explícita” anunciada por la exministra Corcho, la cual consiste en quebrar las EPS para estatizarlas, desde el año pasado al establecer una cuota por paciente muy inferior a la mínima requerida el gobierno de Petro llevó a las EPS a la crisis financiera advertida, causa evocada de las intervenciones que ahora realiza para estatizar el sistema de salud.
Esto estaba cantado desde la campaña, Petro reeditaría ahora a nivel nacional su fracaso en la Alcaldía de Bogotá. Un excelente análisis hace Juanita León en La Silla Vacía (https://www.lasillavacia.com/silla-nacional/petro-reedita-con-la-salud-su-fracaso-con-las-basuras-en-bogota/ ), el cual glosaré in extenso a continuación:
Señala que Petro se la jugó por desprivatizar la recolección de basuras: “Lo hizo en contra de múltiples advertencias y provocó un gran desgaste institucional y anímico de la ciudad para un cambio que no duró más que sus tres años de gobierno… El temor de expertos en la salud y de asociaciones de pacientes como la Fundación Colombiana para Enfermedades Huérfanas es que estas intervenciones de un día para otro empeoren la prestación del servicio de salud. El problema de las EPS obedece principalmente a que el gobierno les gira por afiliado menos plata de lo que les cuesta atender las demandas de los usuarios. Y eso no va a cambiar con la intervención”.
Concluye Juanita León diciendo: “Aun así, el presidente decidió seguir adelante con su reforma por la puerta de atrás. Con lo cual refuerza la percepción que ha movido la oposición de ser una persona autoritaria y poco respetuosa del equilibrio de poderes”, yo soy más radical en este aspecto, no es una percepción que Petro es autoritario, es la realidad señalada por él mismo y su irrespeto por la separación de poderes es tangible, aún más ahora, que se ve que está realizando sus reformas sociales (columna vertebral de su programa de gobierno) vía decreto.
Este gobierno dictatorial pues no respeta la institucionalidad democrática, lo disfrazará con la tal constituyente, que no es más que la implantación de la dictadura del socialismo del siglo XXI, lo que está haciendo con la estatización del sistema de salud, lo continuará con el resto de reformas, a través de una farsa llamada “proceso constituyente”, tal como lo confesó el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en su intervención en el Senado:
«Estamos en un proceso constituyente, estamos de acuerdo con eso, ¿adónde más podemos ir? A un proceso constituyente, yo estoy de acuerdo con el sistema parlamentario, creo en él, creo que el sistema presidencialista lo único que ha hecho es coger y centralizar el poder en las grandes capitales y disminuir y dejar un país que hoy ni siquiera el Estado es capaz de controlar y solucionar sus problemas en todo el territorio”.
Añade Semana: “¿Por qué el ministro habla de una constituyente? ¿Esa es la vía por la que el presidente pretende impulsar sus reformas? El tema no está claro porque, aunque el primer mandatario insiste en que está en “modo constituyente”, el país aún no entiende su alcance, mientras los políticos y jurídicos saben que si el gobierno pretende convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, no tiene ni el tiempo ni el respaldo popular y legislativo en el Congreso”, pero es que Petro no quiere una constituyente por la vía constitucional, él quiere una constituyente como la de Maduro, violando el hilo constitucional e implantando un régimen dictatorial, el del socialismo del siglo XXI.
Varias veces hemos afirmado que el “proceso constituyente” de Petro es el acordado en la mesa de diálogo en México con el ELN, sin siquiera haber el grupo de criminales de lesa humanidad, haber rechazado el narcoterrorismo que efectúan, el gobierno les prometió “Examinar, desde una perspectiva democrática, el régimen político y el modelo económico” esto “en otras palabras significa que el grupo armado podrá entrar a debatir, opinar o plantear propuestas sobre el modelo económico y político del Estado colombiano” (https://www.elheraldo.co/colombia/agenda-gobierno-y-eln-acuerdan-examinar-el-modelo-economico-984765 ), es decir, que en la mesa de México, se acordó sin eufemismos, aniquilar el sistema de democracia representativa y el sistema económico de mercado, obviamente sustituidos ambos por el modelo totalitario del socialismo del siglo XXI.
Esto se realizará según el acuerdo estipulado en “El proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz”, para ello se creó el Comité Nacional de Participación, dominado en un 95% por organizaciones narcoterroristas o compañeros de camino de los mismos. Este proceso se articula en las asambleas populares propuestas por Petro, las cuales a decir de un alto funcionario: “Los organismos comunales son la base del poder popular, actores solidarios y voceros de las comunidades” (https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/asamblea-nacional-popular-comunal-que-es-y-cuando-se-hara-en-bogota-752321), revisen el “ Estado Comunal” de Maduro y verán que es exactamente lo mismo.
En conclusión, Petro con su “proceso constituyente” gobernará por decreto o “de golpe” como él mismo señala, es decir, que de ahora en adelante los narcoterroristas y la Primera Línea forzarán unas “asambleas populares” copias de los soviets estalinistas, las cuales implantarán el socialismo del siglo XXI. Hasta ahora el establishment ha sido indolente en aceptar la tal “Paz Total” y sus representantes están en las mesas de negociación con el narcoterrorismo. Pareciera que se avizora un cambio, pues la caída de la reforma de la salud en el Senado podría significar un retroceso en el apoyo de los partidos al régimen de Petro. Deberán pues, sin demora, unificarse y formar un frente de resistencia a la pretensión golpista de Petro, en últimas pareciera que está en manos de las Fuerzas militares el no doblegarse ante esta pretensión y honrar su juramento a la Constitución democrática. Colombia se definirá entre doblegarse ante el socialismo del siglo XXI o defender la institucionalidad democrática, no permitamos el deseo de Petro de convertir el país en un narcoestado como Venezuela.
* Artículo publicado en el Diario El Nacional de Venezuela