Un día como hoy, hace cinco años, el expresidente Alan García se quitó la vida, constituyendo el trágico desenlace al acoso judicial, político y mediático.
Este suceso llegó a sacar a relucir una gran insensibilidad, pues no olvidemos la fotografía difundida del ex mandatario en el quirófano, la cual fue motivo de celebración de algunos de sus detractores.
Alan García sufrió un acoso político y mediático que lo llevó a quitarse la vida.
Cinco años después, se han revelado nuevos hechos que llevaron a la muerte de García y que presuntamente evidencian una intromisión en el caso de personajes polémicos como Gustavo Gorriti, director de IDL Reporteros, y el coronel Harvey Colchado, quien fue suspendido de la División de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional.
Colchado entrometido
La Fiscalía habría comprobado que Harvey Colchado, suspendido de la jefatura de la Diviac, se entrometió en el proceso contra Alan García.
Según reveló el diario Expreso este 17 de abril, el coronel de la Policía Nacional habría usurpado funciones en el frustrado arresto a Alan García, el cual culminó con el trágico suicidio del expresidente.
En la resolución del juez Juan Carlos Sánchez Balbuena, se lee claramente que el Equipo Lava Jato debía ser apoyado por la Policía Judicial. Sin embargo, fueron efectivos de la Diviac, quienes no supieron evitar el lamentable desenlace, del cual no hay registro sonoro por “error” técnico.
Al respecto, el político aprista Luis Gonzáles Posada dijo en exclusiva a El Reporte que le resulta extraño el hecho de que Colchado como jefe de la Diviac haya acudido al domicilio de Alan García y colocado una camioneta con un equipo de interceptación telefónico, la cual siempre rondaba por la casa.
La Fiscalía habría comprobado que Colchado se entrometió en el caso de Alan García.
“Recuerdo que él (Alan) me comentaba que su seguridad le comunicaba que había una camioneta de la Diviac desplazándose por su domicilio y por áreas cercanas. Una persona así no me genera ninguna confianza”, expresó respecto a las acciones de Colchado relacionadas con la muerte del ex presidente.
Sobre el rol de la Diviac, Gonzáles precisó que la entidad que se debía encargar de la diligencia era la Policía Judicial. Sin embargo, la Diviac tomó ese papel.
“Ellos hacen el operativo, y cuando inclusive los compañeros piden la cinta, está cortada, los audios también. Se quedan toda la tarde en la casa de Alan revisando sus prendas. Inclusive hay un incidente porque su hija pedía que le dejen sacar un terno para vestir a su padre en el velorio. Y no la dejan”, comentó.
Plan para acorralar
El pasado mes de febrero, basándose en las declaraciones de Jaime Villanueva al Ministerio Público, el fiscal supremo Alcides Chinchay Castillo inició una investigación a los fiscales Rafael Vela, José Domingo Pérez y al periodista Gustavo Gorriti por haber elaborado una presunta estrategia para “cercar” por presuntos al expresidente Alan García Pérez.
Gorriti también sería investigado por el delito de usurpación de funciones, ya que participó de investigaciones fiscales sin ser parte de la institución.
Sobre los sujetos mencionados, Gonzáles contó a El Reporte que el día previo a la llegada de Alan García a Perú, una persona (que se mantendrá anónima por seguridad) pidió tener una reunión con Jorge del Castillo, Javier Velásquez Quesquén, Jorge y Mauricio Mulder y el propio Gonzáles porque tenía algo importante que decirles. Cuando llegó, esta persona le dijo a Del Castillo que una camioneta de la Diviac lo estaba observando.
Después, les reveló Alan García sería detenido y que esta acción tendría tres actos:
“El primero, una demolición de Gorriti a través de IDL en referencia a la conferencia que dio. En segundo lugar, señaló que cuando llegara a Lima lo iba a recibir José Domingo Pérez, y que cuando tengan la audiencia la quería suspender. En tercer lugar, sostuvo que, suspendida la audiencia, le daban una orden de impedimento de salida del país y movilizaban a todas las estructuras del Estado”, describió Gonzáles.
Cuando le comunicaron a García la operación para su detención, este les respondió que no creyeran en chismes, pues había venido muchas veces a declarar y que luego de hacerlo regresaría a Madrid. También les dijo que le habían suspendido la audiencia, que se había enterado de la campaña de IDL contra él y que había una camioneta de la DIVIAC vigilándole.
El 17 de abril de 2019, prosiguió, se produjeron dos hechos que Gonzáles Posada considera graves:
“Primero que se presentó un fiscal adjunto a Pérez acompañado de un camarógrafo del canal 4 en una diligencia absolutamente reservada. ¿Cómo sabían los del canal 4 que a las seis de la mañana había una diligencia? No olvidemos que a quien dirigía América era la señora Clara Elvira Ospina. Ahí estaba la camarógrafa para filmar a Alan García, reducido y enmarrocado. Además, cuando fui a su casa esos días, uno de los policías de su escolta me dijo que le habían informado que en uno de los vehículos policiales había un casacón, al que le habían puesto ‘detenido’”.
Toda esta operación, narró, giraba en torno a la siguiente idea:
“Enmarrocar a Alan García, ponerle por la fuerza la casaca de detenido y sacarlo con la cabeza agachada como un delincuente, humillándolo. Por eso se suicida”.
La muerte del expresidente y el presunto plan para acorralarlo es un caso del que debe ocuparse la justicia peruana con objetividad, pues hay personajes involucrados que hasta no hace mucho gozaban de impunidad. Esperemos que en el futuro se conozca la verdad de todo este caso.