La diplomacia tocó fondo entre el presidente argentino, Javier Milei y el mandatario español, Pedro Sánchez. El líder socialista español ha retirado de tierras argentinas su embajada y con esto ha sepultado toda diplomacia internacional. Por si fuera poco, ha amenazado con prohibir el ingreso a Javier Milei a su país.
Pero repasemos brevemente el orden de los sucesos. El gobierno socialista dirigido por el PSOE, ha estado llevando a cabo una serie de fuertes ataques al libertario argentino en las últimas semanas, a raíz del encuentro que iba a tener con VOX en el festival derechista VIVA 24, en España.
Los ataques comenzaron desde el ministro de transporte quien adjudicó a Javier Milei el uso de sustancias y lo llamó prácticamente un desadaptado drogadicto. Además, por si fuera poco, días más tarde a esta ofensa y luego de que el gobierno argentino respondiera con sutileza, dos funcionarias públicas del PSOE hablaron de Javier Milei a unos días de su llegada a la capital española.
Estas sostuvieron que el libertario argentino tiene una política del odio y que representa un peligro para la democracia mundial, entre algunas cosas más.
Tampoco hay que olvidar que el gobierno español comandado por Pedro Sánchez brindó su apoyo sin tapujos a Sergio Massa en plena campaña, algo que viola la formalidad del cargo. Pero tanto fue su apoyo que incluso se lamentó de la victoria libertario, al punto que no lo felicitó ni fue a la asunción del cargo en Buenos Aires.
Es decir, nunca le tuvo el más mínimo respeto.
Por su parte, la respuesta del gobierno argentino siempre había sido medianamente prudente valiéndose solo de comunicados de Estado. Quizás por ahí una que otra respuesta en redes sociales de Javier Milei adjudicándose al PSOE las desgracias mismas de la decadencia española (lo cual no está nada lejos de la verdad actual).
Sin embargo, al parecer luego de la gran avalancha de ataques del último fin de semana, Javier Milei no se pudo contener más y en el evento de Vox VIVA 24, el liberal afirmó, en un discurso de 50 minutos, que Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, es una corrupta.
Hay que aclarar que tampoco es una falacia y además es una respuesta sumamente acorde a las enormes violencias ejercidas por el gobierno español.
Recordemos que Begoña Gómez está siendo investigada por presuntos actos delictivos, propiamente por tráfico de influencias y corrupción. Es decir, que decirle corrupta a una presunta corrupta, no debería generar un grado de susceptibilidad tal que un gobierno quite una embajada. No hay proporción alguna, más aún cuando ese gobierno español fue el que incitó desde la campaña electoral el fuego entre los países.
Santiago Abascal, por su parte, sostuvo la incongruencia del gobierno totalmente desproporcionada al retirar la embajada española de argentina, cuando con países como Rusia (con el cual dice ser enemigo debido a la invasión en Ucrania) o Israel (el cual según el gobierno esta cometiendo un genocidio) el gobierno socialista de Sanchez no retira ninguna embajada.
Hay que recalcar que está bien que no retire embajadas ni de Israel o Rusia. El problema está en las medidas anti diplomáticas y frontales que está ejerciendo contra un país amigo, que pertenece Hispanoamérica y que, ciertamente, ningún problema entre jefes de estado, debería impedir que países hermanos mantengan esos lazos históricamente bien ejercidos.
No es culpa de Javier Milei. Es culpa de Pedro Sanchez, quien una vez más demostró su vehemencia política y esos aires de totalitarismo. Pretendiendo ser intachable moralmente y haciendo y deshaciendo sin tener conciencia de las repercusiones en las personas.
Algo que también mencionó Santiago Abascal es que Sánchez está siguiendo las directrices del grupo izquierdista de Puebla y está cumpliendo favores al peronismo kirchnerista argentino.
Adorni, vocero del gobierno Argentino, sostuvo que mencionar a la esposa del gobernante español, Pedro Sanchez, no implica una vulneración de la soberanía nacional de ningún país, más aún cuando existe un proceso de investigación por presuntos hechos de corrupción.
Sin más, cabe decir únicamente que el gobierno español una vez más hace y deshace la política a su antojo. Sanchez ha encontrado en la política su centro de batalla, y es a través de las herramientas mismas del estado soberano que este ejerce sin escrúpulos, arbitrariedades que costaron ahora y en el futuro caro a todos los españoles.