Cualquier empresario sabe que utilidades son ingresos menos costos. Simple y sencillo. Para que una empresa sea sostenible y progrese, hace falta que estas utilidades sean positivas. Es decir, que los ingresos sean mayores que los costos. Simple y sencillo. No obstante, una empresa puede tener utilidades negativas por un tiempo. Es decir, costos mayores que los ingresos. Si eso se prolonga por mucho tiempo, la empresa debería cerrar. A menos, claro, que sea una empresa estatal como Petroperú, en cuyo caso se pide que el gobierno inyecte más dinero que podríamos usar en otras cosas como hospitales, escuelas o comisarías. Pero de eso podemos hablar otro día.
Los costos pueden ser de corto plazo o de largo plazo. Suena elemental, pero verán cómo nuestros grandes ejecutivos de alto vuelo se han olvidado de esta lección básica. Si no pagas tus costos de corto plazo, no vas a poder operar. Si no pagas tus costos de largo plazo, en cambio, posiblemente puedas operar, pero luego en el tiempo se notarán las consecuencias. Por ejemplo, puedes dejar de cambiarle el aceite a tus camiones por un tiempo. Y podrás seguir funcionando. Pero después de unos años, tus camiones se van a malograr y dejarán de operar. Si quieres que tu empresa sea sostenible en el tiempo, tienes que observar tus costos de largo plazo y no creerte muy astuto por dejar de pagarlos. Es poco responsable no hacerlo.
A veces sucede que un costo de largo plazo es cuestionado por las empresas, porque éstas se niegan a asumirlo. Esto puede ser porque se trata de algo que es responsabilidad del Estado, pero como en el Perú nuestro Estado no es particularmente una cometa de eficiencia, lo deja al aire. Puedes reclamar todo lo que quieras, pero la realidad de este mundo con las leyes de la física que nos rigen es bastante clara. Si los criminales se meten a tu operación de agroindustria y le prenden fuego a tus equipos, lo siento mucho. ¿Qué esperabas? ¿Qué la policía nacional te proteja? No, pues. Debiste de haber contratado personal de seguridad que se haga cargo.
Gerentes y ejecutivos que se resisten a reconocer eso son malos gerentes y malos ejecutivos. No están siendo astutos en ahorrarse esos costos y reclamar a las autoridades que hagan algo que ya sabemos que no van a hacer. Lo siento mucho. Aquí en el Perú una empresa grande tiene que usar dinero en personal de seguridad privada. No estamos en Finlandia. No estamos en Japón. Esto es el Perú y éste es un costo de hacer negocios aquí. Si eso hace que tu proyecto de inversión no sea rentable, pues, ni modo. Así es como son las cosas. Esto te lo deberían de haber enseñado en el MBA que estoy seguro que hiciste y que le restriegas en la cara a todos tus empleados cada vez que puedes.
¿Qué más es un costo de largo plazo en el Perú? Pues, el gasto en opinión pública. Y no digo manipulación o las inútiles relaciones públicas en las que tanto invierten, sino de hacer algo con respecto a la inmensa desinformación que los enemigos del modelo económico derrochan todos los días en sus video blogs, en sus encuestas mal hechas, en sus columnas. En sus reportes de organizaciones no gubernamentales sesgadas, en sus investigaciones periodísticas hechas por activistas. Todo eso ha llevado a que obvias mentiras, como que las mineras no pagan impuestos, se instalen en las mentes de los peruanos, lo que después bloquea la opción de hacer algunos negocios o incrementa los costos de hacer otros.
Y desinstalar esas mentiras ya es imposible. Están ganando el partido por walk over y por goleada. Hace un par de décadas los gerentes y ejecutivos peruanos tenían claro que había que intervenir en este campo. En algún momento llegó la nueva generación que estoy seguro se consideran muy astutos por no abordar directamente a la opinión pública, sino hacer todo por lo bajo. Bueno, pues. Cosechen lo que sembraron. O mejor dicho, disfruten las consecuencias de no haber sembrado nada.