Las denuncias contra Martín Vizcarra por actos de corrupción, tanto como gobernador regional de Moquegua o como presidente de la república, surgen a borbotones en diversos medios de comunicación, pero esto parece no importarle a una fiscalía acusada de alto grado de politización. Hasta el momento la cantidad de casos parecen no conmover ni a jueces ni fiscales, y, por el contrario, sirven como somníferos para un sector mediático adicto a las “vacunas”, “lavados”, “enjuagues” y “TikTok lagartos”, para repudio de la mayoría de los peruanos.
Lo denunciado por el programa Contracorriente contra Martín Vizcarra de estar implicado hasta en cuatro organizaciones criminales (según informe reservado de una comisión del Congreso, que fue compartida con los congresistas, pero que únicamente 15 de ellos habría leído y por eso no puede ser visto, o no quiere ponerse en agenda) que desde Pro Vías Nacional y de Pro Vías Descentralizado del tan cuestionado Ministerio de Transportes y Comunicaciones, se habrían pagado coimas al “lagarto” por parte de las empresas chinas, con diversas modalidades como incrementos contractuales y pagos en exceso (183 millones de soles), entre otras.
En total estas entidades aprobaron, según el informe del congreso, 93 contratos con 13 empresas chinas por un monto de 10 mil millones de soles, de los cuales en al menos 17 proyectos se habrían perdido 404 de los 600 millones de soles comprometidos, fuera de obras inconclusas u obras que jamás se construyeron. Un grupo de agraviados por esas empresas con deudas a estos proveedores son, por decir lo menos, parte de los “daños colaterales” de las artimañas criminales de esta relación contra natura empresarios-gobierno del lagarto, le han dejado al país.
Por eso no entendemos aún cómo un sujeto tan malhadado como Martín Vizcarra, puede tener “adeptos” (sino adulones), que lo vitorean en cuanta reunión a los que son convocados, olvidando que el sujeto se “vacunó” (él y su familia) primero que todos los peruanos para “salvar el pellejo” en caso la muerte tocará a su puerta durante la pandemia del COVID-19. Asimismo, es incomprensible que estos zombis pro-lagarto, hayan olvidado que la peor gestión antipandemia en la región sudamericana fue en el Perú, en el gobierno de Vizcarra, y nos arrebató la vida de más de 200 mil peruanos. Ese nivel de “estupidización” masiva de creerle a un sujeto de tan baja estofa realmente es decepcionante y denigrante.
Pero seguirán saliendo más tropelías del “lagarto”, quien tenía bien montadas sus 4 organizaciones criminales (según el informe reservado del Congreso revelado por Contracorriente), pero además, tendría un enmarañado sistema de acceso a la inteligencia policial o del Ministerio del Interior que le permitía, por medio de otro sistema de comunicaciones (aparentemente manejado por su escudero Óscar Vázquez quien trabajó por años en un medio de comunicación en que su jefa era una tal “colocha”) perpetrar desde allí toda clase de ataques contra sus enemigos políticos usando un medio de comunicación masiva. Todo se llega a saber y la verdad y la justicia llegarán para sacar a toda esta “costra caviar” que hoy intenta “retomar” el poder.
Los ciudadanos debemos tener claro que personas de un espíritu tan mísero como los mencionados no merecen estar en palacio o tener acceso al público, sino, pagar con la cárcel por todo el daño que le han hecho al país y a personas inocentes. Sí se puede.